Los Andino, en el bautismo de Ramón, “Nuestra familia esta bendecida”. Revista Caras.
El sábado 19 de diciembre la moderna casona ubicada en la zona de Martinez arrancó con su rutina familiar más temprano que lo de costumbre. Como siempre, Carolina Prat (41) fue la encargada de despertar a todos y preparar la mamadera para el homeneajeado de ese día, “Ramoncito” (7 meses), y el desayuno para su marido Guillermo Andino (47) y sus hijas Sofía (14) y Victoria (8). Toda la familia, menos el conductor de América Noticias (quien a pesar de las altas temperaturas lució un formal traje Armani con camisa), se vistió de impecable blanco. Carolina eligió un conjunto de pantalón y camisola de Awada, Sofía un vestido Wanama y Vicky también un vestido Gucci del que no quiso llevar su cinturón. Y, aunque sólo unas cuadras los separaban de la Iglesia Nuestra Señora de Fátima de Martinez, juntos emprendieron la marcha hacia allí apenas unos minutos después de las 11 de la mañana. En el portal de la inglesia fueron recibidos por el padre Alberto Bochatey —ex titular de la Cátedra de Bio-Etica y vivió en Roma con el hoy Papa Francisco—. “Este momento era muy importante para nosotros. Porque somos muy creyentes y siempre quisimos que nuestros hijos también recibieran esa educación católica que a nosotros nos dieron nuestras familias. Además, Bochatey fue el cura que nos casó y el que bautizó primero a Sofi y luego a Vicky… Y no podía estar ausente en el del varoncito de la familia. El es muy cálido y cariñoso con nosotros. Para Caro y para mí, el bautismo es uno de los momentos fundamentales para nuestros hijos. ¡Es una fiesta pero más allá de la reunión y celebración que hacemos en nuestra casa! Es un día diferente que lo vivimos con total felicidad. Fue un ritual de bautismo especial con un rezo a la Virgen María, ya que la iglesia es de la congregación marianista. Nosotros sentimos una devoción especial por esta virgencita y así reunimos a nuestra familia para completar la bendición. Ahora nuestra familia está bendecida”, cuenta Guillermo con su inseparable Carolina a su lado coincidiendo. Después de quince años de casados y más de veinte juntos, la pareja sigue manteniendo y trabajando día a día por ese amor que los sorprendió y terminó uniendo para siempre allá por el ‘94. “Es increíble pero Ramoncito, que nunca llora siempre está sonriente y feliz, durante toda la ceremonia fue escuchado por su llanto. ¡No paró de llorar! Y ya todos nos reíamos porque no lo podíamos creer. Pasaba de nuestros brazos a los de sus padrinos —la prima de Guillermo, Laura Fernandez Colomba, también la gran amiga de Caro— y Adrián Pianezza y no paraba.. Fue una rara mezcla de emoción con llanto de alegría y algo de nostalgia. Porque cuando Guille leyó el Evangelio se produjo un silencio cargado de emoción. En las primeras filas estaban los hermanos de su papá, el recordado Ramón Andino y cuando el padre leyó el nombre de nuestro hijo, era el mismo. Así es que hubo muchas lágrimitas pero de orgullo y emoción”, relata Carolina con una gran sonrisa. Era una ceremonia muy íntima, apenas las abuelas, las tías —Marisa Andino fue con su marido, el cirujano Marcelo Velcoff y sus tres hijos, Salvador, Juan Ignacio y Tomás— , los sobrinos y un grupo de sus amigos más cercanos de la familia. Las lágrimas se repitieron en varios momento de la ceremonia de celebración, especialmente durante el ritual en el que párroco vierte agua sobre la cabecita del bebé invocando a la Santísima Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. “Como buen varón, Ramon es más inquieto y llorón que las nenas… Así nos dio el verdadero debut como padres de un niño. Pero la pasamos genial”, dicen a dúo sonrientes. |
Comentarios
Publicar un comentario