“Hoy es más difícil tener éxito”
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Música. Lionel Richie
El cantante, que el martes actuará por primera vez en Buenos Aires, repasa sus inicios, opina sobre su vigencia y el negocio de la música, habla de Messi y recuerda a su amigo Michael Jackson.
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La tentación era inmensa: en el momento en el que sonara el teléfono y del otro lado estuviese Lionel Richie, no dudar y al saludo suyo responderle “Hello, is it me you’re looking for?”, el estribillo de una de sus tonadas más exitosas. Pero el riesgo de que la broma fuera malinterpretada y la nota se frustrara le ganaron a un pensamiento que Tangalanga, esté donde esté, hubiera aprobado con creces. Además, a las megaestrellas no se las trata así.
Porque Lionel Richie, que el martes tendrá, a los 66 años, su tardío debut frente al público porteño en el Estadio GEBA, es una megaestrella. De antaño, pero megaestrella al fin. Hace unos años el sello Motown compiló sus cincuenta canciones más populares según el voto de sus fans en un triple CD. Y entre los Jackson 5, Marvin Gaye, Stevie Wonder, las Supremes, y muchos artistas más, ahí está Lionel por partida doble, junto a los Commodores con Easy (canción imbatible que muchos conocerán gracias al respetuoso cover de Faith No More) y con Endless Love, a dúo con Diana Ross. Y eso sin contar sus hitazos como solista. All Night Long, Hello, Say You, Say Me: temas que son sinónimo tanto de los años ‘80 como de radios de frecuencia modulada como Aspen. Clásicos que amamos en el momento de su aparición, odiamos por su repetición constante y volvemos a amar cuando nos sorprenden en algún viaje en auto. Ascenso, caída y resurrección: el abecé de los mitos en los Estados Unidos encuentra en Richie, por enésima vez, otra versión digna de ser filmada por Hollywood, y más si tenemos en cuenta que su hija Nicole supo ser compañera de trapisondas de Paris Hilton en el programa de TV The Simple Life.
Lionel llama desde Santiago de Chile, en el marco de su gira sudamericana. Es un entrevistado de lo más amable y gracioso: los años de entrevistas de toda clase se notan en el momento de la charla. La broma pensada queda archivada hasta el fin de la nota, aunque con otra de sus canciones, y el remate es suyo propio. El diálogo, a continuación.
¿Cómo te sentiste con el homenaje que te hicieron en la última entrega de los premios Grammy?
¡Por Dios, eso fue asombroso! Primero que nada, fue espectacular enterarme de que me iban a homenajear en los Grammy, con todos esos artistas fantásticos cantando mis canciones. Y luego, ese homenaje fue una buena manera de notar que sigo vivo y con un montón de música para dar, y que tanto el público como mis colegas me quieren.
Por televisión se percibía que tu cara y tu emoción fue la misma que cuando tocaste en el Festival del Glastonbury el año pasado…
Exacto. El sentimiento fue el mismo, pero en el caso de los Grammy hay que sumarle el hecho de haber estado rodeado por mis pares. Yo sé que es difícil percibir lo que algo así cuando vos estás viendo esa clase de acontecimientos por televisión, pero creeme que fue algo hermoso.
¿Cómo fue el momento en el que, junto a los Commodores, fueron contratados por Motown Records, ese emblemático sello de soul?
Para mí haber sido fichado junto a los Commodores por Motown fue un sueño hecho realidad. ¡Motown era el sello que editaba a Stevie Wonder, a Marvin Gaye, a los Temptations! Era una verdadera máquina de sacar hits. Grabar para Motown era lo más cercano a estar en el cielo. Los Commodores eran mis hermanos, y juntos hicimos cosas espectaculares.
La sede de Motown estaba en la ciudad de Detroit. ¿Cuál es tu visión de la Detroit de ayer y la de hoy, y del negocio discográfico antes y ahora?
Es imposible de comparar. La radio era distinta, ser una estrella era algo distinto, y la ciudad era muy distinta. Pensá que para ser una estrella a veces pasaban tres o cuatro discos en los que no pasaba nada de nada, y luego la pegabas. El ritmo era sacar un disco y enseguida salir de gira, y así todos los años. Y las giras eran giras mundiales porque los discos se editaban en todo el mundo. Un tema como Easy fue conocido en Sudámerica, en Africa y en la China, más allá del enorme éxito que tuvo en los grandes mercados como los de los Estados Unidos y Gran Bretaña. El negocio de la música fue herido, y ahora es muy difícil para un artista tener ese reconocimiento, más allá de que Internet acercó distancias. Y más allá de que el negocio se trasladó a las giras, esas giras hoy son pequeñas, no son giras mundiales. Hoy es más difícil tener éxito, aunque igual hay gente como Rihanna y otros que lo logran a base de su talento. Pero están solos.
Lo que decís es comparable a “Vinyl”, la serie de HBO producida por Martin Scorsese y Mick Jagger…
Tal cual. Lo que se ve ahí es muy parecido a como era todo en aquellos días.
¿Qué artistas actuales son los que escuchás y te interesan?
Como te dije antes, Rihanna me parece muy talentosa. Me encanta Bruno Mars, adoro a The Weeknd. Y soy muy fan de Coldplay.
Es curioso que muchos músicos de hip hop como Jay Z y tipos que vienen de un soul de la vieja escuela como vos coincidan en el gusto por Coldplay…
Es que Chris Martin es un verdadero cantautor. El hombre no sólo escribe verdaderos temazos, sino que los canta de forma increíble. Al escuchar una canción de Coldplay uno enseguida se da cuenta de que nadie más que ellos pudieron haberla escrito, cantado y tocado así. Y eso es un mérito enorme, es lo que diferencia a los buenos de verdad.
¿Qué nos podés adelantar del show qué veremos en Buenos Aires?
Es la primera vez que voy a cantar en Buenos Aires. Y se que me han estado esperando desde hace mucho tiempo. Por eso quiero que el lugar se transforme un karaoke total.
O sea, hay que estar preparados para cantar “Toda la noche” (“All Night Long”)…
(Tararea el coro del estribillo entre risas), Yeah, all night…
Lionel Richie y el bautismo de Messi
"Yo no soy su padre"
Cuando en 1986 Celia de Messi quedó embarazada, todos en su familia pensaron que su tercer hijo llevaría un nombre vinculado a la pasión por Newells Old Boys que tenía y tiene su esposo Jorge. Pero éste no dudó, y el 24 de junio de 1987 el niño fue llamado Lionel, inspirado por la admiración que siente por Lionel Richie. El músico, por aquel entonces, estaba en la cresta de la ola: un año antes había editado Dancing on the Ceiling, álbum que incluye clásicos como Say You, Say Me y la canción que le da su título. Dancing on the Ceiling vendió la friolera de cuatro millones de ejemplares, alcanzó el primer puesto del ranking de Billboard y Say You, Say Me obtuvo un premio Grammy. La vida y la obra de Lionel Messi es historia conocida. Pero al consultarle por su versión, Richie lanza una carcajada y cuenta su versión. “Me enteré de esa historia tres o cuatro años atrás. ¡Cuando me lo contaron pensé que me estaban cargando! (risas). La persona que me lo contó me dijo: ‘¡No es un chiste, es la verdad, le pusieron Lionel por vos!’. Después escuché a la mamá contar lo mismo y, como aún no lo creía, pensé que iba a decir que yo era su padre. ¡Y no, yo no soy su padre! (risas). Es algo maravilloso, de verdad. Y créeme que desearía jugar al fútbol como él”.
Lionel Richie actuará el 1 de marzo a las 21, en el Estadio GEBA. Entradas en venta a través de Top Show.
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