El Colón, con figuras y nuevos socios
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Temporada 2017
Se anunció la programación del año próximo. Destacan “La Traviata”, con régie de Sofia Coppola y vestuario de Valentino, y el regreso del contratenor argentino Franco Fagioli.
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Aunque con un peso mayor en el repertorio romántico -seguramente los operómanos lamentarán la ausencia de obras inoxidables de Mozart, Rossini o Donizetti-, la temporada lírica 2017 del Colón contiene títulos que van del barroco a la producción contemporánea, además de estrenos iberoamericanos y argentinos. Como confirmación de la tendencia mundial que apunta a las figuras, la temporada incluye, en cada obra, la presentación de alguna estrella anhelada o la recuperación de alguna perdida.
Las producciones propias son Adriana Lecouvreur, que abrirá la temporada en marzo, con la presentación de la reconocida soprano lírica Angela Gheorghiu; Julio César, la ópera de Haendel, que se presentará en junio con el contratenor argentino Franco Fagioli, bajo la batuta de Martin Haselböck. Otra producción nacional es el estreno iberoamericano en octubre de Tres hermanas, la ópera de Peter Eötvös, que contará con dirección musical de Peter Rundel y escénica de Rubén Szuchmacher. Finalmente, Andrea Chénier, el último título de la temporada, en diciembre, tendrá la mirada particular de Lucrecia Martel, uno de los grandes nombres propios del nuevo cine de autor argentino.
Las coproducciones con teatros de la región incluyen el Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny, la ópera de Weill que volverá a dirigir Marcelo Lombardero, en una producción del Teatro Mayor de Bogotá y el Municipal de Santiago de Chile, en agosto. Nikolai Schukoff cantará el rol de Jim Mahoney. También dentro del radio de producción latinoamericano, podrá verse la Rusalka que protagonizó la reapertura del Teatro de Bellas Artes, en México, una Rusalka que apuesta a la fantasía del cuento de Andersen antes que a la ideologización.
El caballero de la Rosa, de Richard Strauss, con régie de Robert Carsen, una producción del Metropolitan Opera de Nueva York y la Royal Opera House-Covent Garden de Londres, en coproducción del Teatro Colónel Teatro Regio de Turín, se presentará en julio.
El trabajo conjunto con el Teatro Real de Madrid y la Royal Opera House-Covent Garden de Londres trae La prohibición de amar, una rareza wagneriana que será estreno en nuestro país, en abril.
Pero la vedette de todas las producciones, por lo menos la que se espera más taquillera, es La Traviata, con régie de la cineasta Sofia Coppola y vestuarios de Valentino. La producción viene importada completamente del Teatro de la ópera, de Roma. Podrá verse en ocho funciones durante septiembre.
Las dos orquestas del Colón también tendrán cada una su temporada (17 conciertos la Filarmónica, y 3 la Estable) a las que se suman directores e intérpretes invitados.
Sobre los últimos días de julio regresará el Festival Barenboim y con él la Orquesta del Western Divan y la sobrenatural Martha Argerich, quien tocará con la Filarmónica pero también en el habitual dúo de pianos con Daniel Barenboim.
Los títulos del Centro de Experimentación incluyen, entre otras propuestas, al pianista italiano Marino Formenti como artista en residencia, además de un festival de integrales dedicado a la obra de Mariano Etkin, Julio Viera y Jorge Horst. Además, Foco Boulez, un ciclo que dedicará un mes a repasar distintos aspectos de este pilar de la música del siglo XX.
En la Ópera de cámara se concentran los compositores clásicos, con la presentación de La grotta di Trofonio, de Salieri, y Apolo y Jacinto, la ópera prima de Mozart. Además, se presentará Edipo en San Telmo, de Augusto Rattenbach, Pulgarcito, de Henze, y La cenicienta, de Rossini, se presentarán dentro de El Colón en familia, un ciclo de conciertos, ópera y ballet programado para todas las edades.
El Colón Contemporáneo sumará también De Materie, de Louis Andriessen, con la dirección escénica de Heiner Goebbels; y Las Pleïades, de Xenakis. Más el estreno latinoamericano de Quadrivium, de Bruno Maderna y la presentación del pianista Nicolas Hodges, con obras de Sciarrino.
Los conciertos del Abono Verde incluirán al tenor mexicano Javier Camarena y a la soprano americana Jessye Norman.
Los domingos a las 11, con entrada gratuita, seguirá el suculento ciclo de intérpretes argentinos.
Entrevista a Darío Lopérfido, director del Colón
"El teatro está más abierto al mundo"
El desafío era preparar una temporada que redoblara la apuesta de la pasada, que ya había sido muy bien ponderada”, dice Darío Loperfido en charla con Clarín. “Estoy contento con lo que armamos, una temporada con títulos potentes y grandes figuras, que combina calidad, novedad y sorpresa para el espectador”.
Loperfido asumió la dirección artística del Colón en marzo del 2015. No había dirigido un teatro de ópera con anterioridad y era evidente que -más allá de sus logros como gestor cultural en la función pública-desconocía la especificidad de un teatro de las características del Colón. “Ahora sé armonizar, puedo pensar los problemas que podría traer una producción que en teoría parece buena”, afirma. “Converso mucho con cada uno de los artistas que está en el teatro y además escucho mucha ópera en el mundo, entonces puedo tomar decisiones más personales. Hoy me manejo con independencia, puedo armar elencos, lo que no quiere decir que la programación no sea discutida con todo el cuerpo. Además, cuento con unos colaboradores geniales como María Cremonte, Eduviges Picone y María Videla, personas eficientes, que conocen muy bien el trabajo y que rápidamente resuelven todo.
-Supongo que la mayor independencia te debe permitir ponerte por encima de las camarillas que, a la hora de pensar elencos, se arman en este teatro elefantiásico.
-Sí. Ahora puedo decir “este cantante a vos te gusta porque es tu amigo, pero no es lo que necesitamos para esta producción”.
-La temporada pasada tuvo varios hitos, pero tal vez el mayor fue la producción de “Die Soldaten”, la ópera de Zimmermann, considerada un imposible teatral. ¿Cuál es tu evaluación de esa producción?
-Fue una apuesta a ciegas y salió muy bien. Todos decían que no había que hacerla. Martín Bauer y yo fuimos contra viento y marea. Se hizo y muy dignamente.
-Pero más allá de las críticas, todas muy elogiosas, se notó que faltaron ensayos: algunos se perdieron por la rotura de un montacargas y otro por un feriado. Finalmente, el estreno pasó, de algún modo, a ocupar el lugar del ensayo general.
-¿Lo decís porque tuvieron que parar en algún momento? Sí, es cierto, pero esos son imponderables.
-Los imponderables suelen atenuarse con más ensayos. ¿No se podrían haber pagado horas extras para compensar las perdidas?
-Cuestan muchísimo dinero. Podríamos llegar a hacerlo, pero siempre tratamos de evitarlo. Por otra parte, el calendario argentino tendrá que volver a ser lo que era, que los feriados estén en el almanaque y que no compliquen la vida cotidiana es fundamental para todos. Pero también hay que decir que es especialmente complicado trabajar en un teatro multiprogramado, que tiene, entre muchas otras cosas, dos orquestas. Para garantizar llegar a término con la producción de Die Soldaten, programamos antes un título barroco con orquesta de época, de modo tal que la Estable pudiera entregarse completamente al trabajo de esta obra nueva y particularmente compleja. El desafío fue enorme y la respuesta estuvo a la altura del Colón.
-En la nueva temporada cada título tiene una figura de peso o se convierte en un evento particular en sí mismo, como el estreno iberoamericano de “Tres hermanas”, la ópera de Peter Eötvös.
-Ese criterio es el que existió a la hora de armar la temporada. Pero también la idea de la coproducción con el Met, el Royal Opera House Covent Garden, el Real. También quise que hubiera más conciertos de la Orquesta Filarmónica, así muchos artistas que podrían venir a cantar en una gala fueron incluidos dentro del abono de la orquesta. El teatro está mucho más abierto al mundo y sus producciones empiezan a ir a diferentes salas. Y no solo eso: OLA (Ópera Latinoamericana) trabaja de manera más coordinada, por eso tenemos coproducciones con teatros de la región. El Colón vuelve a tener un lugar para planificar actividades conjuntas con los grandes teatros del mundo.
La renuncia de Lopérfido a Cultura
“No me gustaba verme con ira”, dice Lopérfido sobre el episodio que lo alejó del Ministerio de Cultura. “La ira aparece cuando uno se siente impotente, y yo me siento impotente ante la lógica del fanatismo, donde el debate se anula. Me expresé con la verdad, como funcionario tengo la obligación de dar las cifras oficiales, en una charla sobre la violencia en el 70, no hablé fuera de contexto. Lo que dije está documentado históricamente y ahora fue reconfirmado. Apenas explotó el tema, llamé a Rodríguez Larreta y le dije que dejaba a su disposición mi renuncia”.
Temporada de danza: Más escueta, pero con novedades
Una temporada algo más escueta que la de ópera es la que ha programado para 2017 el director del Ballet del Colón, Maximiliano Guerra. Comienza en abril con cinco funciones de Sylvia, la obra de Frederick Ashton que fue estrenada el año pasado. Luego -y esta es una de las dos novedades- entre junio y julio habrá seis funciones de La fierecilla domada, la creación de John Cranko inspirada en la comedia homónima de William Shakespeare. En septiembre, Marianela Núñez del Royal Ballet de Londres y Anna Ol del Het Ballet de Holanda, interpretarán el rol de Aurora de La Bella Durmiente, en una versión del argentino Mario Galizzi. Como son en total cinco funciones y tres han sido asignadas a estas bailarinas, apenas quedan dos para para las primeras figuras del Colón.
En diciembre, y esta es la otra relativa novedad –ya que varios montajes de esta obra se hicieron entre 1999 y 2001- sube a escena Notre Dame de París. La argentina Ludmila Pagliero, étoile precisamente del Ballet del Opera de París, regresará al Colón para interpretar a Esmeralda.
Fuera de abono hay dos propuestas más: un programa mixto de coreógrafos contemporáneos que se hará en el Teatro Gran Rex en septiembre. Y el 10 y 11 de agosto se llevará a cabo la tradicional Gala de Ballet, con Marianela Núñez, Alessandra Ferri y Herman Cornejo confirmados.
Y destinado al público infantil, se verá en julio Alicia en el País de las Maravillas, con la coreografía de Alejandro Cervera, y una versión adaptada de La Bella Durmiente de Galizzi, en octubre. Dos funciones de la primera, y una de la segunda.
Laura Falcoff
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