Tendencias para 2017: el año del despegue de la inteligencia artificial y la robótica


Realidad combinada, autos inteligentes e impresiones en 3D de órganos. Todo lo que se viene en tecnología, según los expertos.

EL FUTURO EN SUS MANOS. Ruben Rosino (de GITIA, en la UTN) trabaja con un auto inteligente que tiene sensores para conducirse solo. la gaceta / foto de héctor peralta
¿Podrán las máquinas pensar como humanos? ¿Saldrán a las calles por fin los autos que no necesiten conductor? ¿Lograremos algún día preparar nuestro desayuno, desde la cama, sólo apretando un botón en un control remoto? Hacer predicciones tecnológicas no es una tarea sencilla. Tal vez porque los únicos que sí están previstos en este campo son los cambios constantes.

Que el mundo está migrando hacia “la nube” ya es un hecho. El año que termina fue muy importante para la consolidación del “Cloud Computing” y con la llegada del nuevo año esto sin dudas se acentuará. Otras tendencias claras para 2017 son: el impulso de la inteligencia artificial y la robótica, la tecnología 5G (¿cómo puede ser?, si recién estamos disfrutando las ventajas de 4G), los autos inteligentes y las nuevas realidades (virtual y combinada).

Eso es lo que advierten los expertos consultados por LA GACETA. Sebastián Rodríguez, a cargo del Grupo de Investigación en Tecnologías Informáticas Avanzadas (GITIA), de la UTN, avizora que tendremos cada vez más posibilidades de delegar acciones a sistemas informáticos. Estos podrán tomar decisiones inteligentes, tales como lo podría hacer una persona.

“Es lo que llamamos Inteligencia Artificial. Se trata de un conjunto de técnicas y algoritmos que permiten a un sistema informático resolver cosas”, explica. Para poner ejemplos, dice que en el futuro ya no nos sorprenderá que al llegar a casa, al notar nuestra presencia, las luces se enciendan solas, se abran las cortinas y se active la cafetera en la cocina.

“Otro hecho concreto en este campo es lo que desde GITIA estamos desarrollando en Tucumán para prevenir los picos de consumo de energía en verano y los cortes de luz”, adelanta Rodríguez. Concretamente, según detalló, están creando un conjunto de algoritmos y dispositivos que permiten hacer una gestión inteligente de la energía. “Haciendo pequeñas reducciones de consumo, que durarían un minuto y serían automáticas -imperceptibles para los usuarios-, lograríamos un ahorro muy significativo de energía a nivel global”, precisa el ingeniero, que es doctor y máster en Informática, e investigador del Conicet.

Desde GITIA también incursionarán el año que viene en lo que se denomina robótica colectiva. Se trata de crear un grupo de robots que pueden comunicarse para realizar una labor conjunta. “Esta tecnología es muy útil cuando, por ejemplo, se producen desastres naturales. En esos casos se lanzan múltiples robos a la zona de desastre para saber cuál es la situación y para buscar posibles víctimas”, puntualiza.

El experto en informática, Luciano Laporta Podazza, coincidió con Rodríguez al señalar que 2017 será el gran año de la inteligencia artificial y que se afianzará el fenómeno conocido como la Internet de las cosas. “Además, creo que se concretarán muchas cuestiones relacionadas a la impresión 3D de órganos y todo lo que se refiera a ‘bio hacking’, que es la modificación del cuerpo con implantes tecnológicos para potenciar ciertas características del ser humano”, anuncia.

Y hablando del futuro no muy lejano, según un informe predictivo que acaba de publicar la compañía Intel, la nube modelará nuestras vidas junto con todas las cosas conectadas a ella. Para el acceso a esta nube será clave la tecnología 5G.

“Edificios inteligentes, autos que se manejen solos, drones que informen rápido desde la escena de un accidente de tránsito, relojes que nos tomen el pulso y la presión y que sean capaces de dar detalles a los sistemas de emergencias cuando estamos sufriendo algún malestar o nos encontremos en peligro. Todo eso lo veremos pronto. Es muy difícil hacer predicciones en tecnología porque todo puede pasar. Los que hoy tenemos más de 30 años no nacimos con el celular ni Facebook; ni imaginábamos las posibilidades de conexión que hoy nos da internet. Y todo eso sucedió muy rápido”, resume Rodríguez.

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