Ana María Polo, la conductora del éxito televisivo Caso Cerrado


La historia desconocida de la mediática abogada, que es una estrella de la pantalla
LA NACION
SÁBADO 28 DE ENERO DE 2017 • 00:53
Ana María Polo, la conductora del exitoso talk show Caso Cerrado
Ana María Polo, la conductora del exitoso talk show Caso Cerrado.
"Mi conciencia tiene para mí más peso que la opinión de todo el mundo...". Lo dijo el romano Cicerón, pero hace pocas horas se apropió de ésta máxima Ana María Polo , conductora del exitoso talk show Caso Cerrado que emite Telefé, para desarticular las críticas que le llegaron luego de mostrarse sin make up en su paseo por Europa. Sus fotos en la red social Instagram desnudaron su perfil más cotidiano: a cara lavada y sin el glam del set televisivo, donde se mueve como pez en el agua. Pero no todas fueron críticas. La hostess cubana radicada en los Estados Unidos también recibió el apoyo de centenares de seguidores de todo el continente. Es que su programa de televisión, producido por la cadena Telemundo, es un suceso en toda Latinoamérica. Pero, ¿quién es realmente Ana María Polo?

Ciudadana latinoamericana

Nació en Cuba en 1959, aunque su infancia transcurrió en Puerto Rico, país al que su familia emigró. Allí estudió en el Perpetuo Socorro, claustros en los que comenzó a gestar cierta rebeldía ante las imposiciones, y también a cultivar su fe religiosa. Pero el viaje familiar no concluiría en la tierra boricua. El destino final de los Polo sería Miami. Fue frente a las playas de La Florida, donde descubrió sus dos vocaciones: el arte y el Derecho. Y con ambas construyó un mix que la convirtió en una de las presentadoras latinas más famosas, a la altura de la ya mítica Cristina Saralegui. De hecho, Polo fue una asidua visitante a su programa en carácter de abogada experta. Sus dotes para la actuación la llevaron a pisar algunos escenarios. Godspell y Showboat son algunos de los títulos teatrales en los que participó. Su amor por el canto es tal que integró algunas agrupaciones vocales, entre ellas el coro Jubilee, lo que le permitió mostrar su talento ante el Papa Pablo Vl, en el mismísimo Vaticano. Abogada todoterreno, para despuntar su pasión, la cortina musical de su ciclo la canta ella misma. En emisiones especiales, como la posterior a los atentados a las torres gemelas de Nueva York, se anima a entonar temas alusivos a modo de homenaje. En el plano académico, egresó de la Universidad de La Florida, donde obtuvo su licenciatura en Ciencias Políticas y un doctorado en Leyes en la Universidad de Miami, ciudad en la que ejerció por más de veinte años antes de llegar a los sets de la televisión.

Exilios y pérdidas

No todo fue color de rosa en su vida. Los desarraigos en su niñez y juventud la llevaron a armarse de una coraza infranqueable. "Sean cortés, anden con cuidado, edúquense lo más que puedan, respeten para que los respeten y que Dios nos ampare", la frase con la que cierra cada episodio de su show es toda una declaración de principios. Es que nada le fue sencillo ni regalado. Y para llegar adonde llegó no solo tuvo que sortear obstáculos laborales sino algunas tragedias personales como la pérdida de un hijo. A los 19 años, y desoyendo a su familia, la letrada se casó con un hombre diez años mayor que ella. Fruto de esa relación llegó el embarazo, pero la gestación se interrumpió de forma natural lo que sumió a la joven en una profunda tristeza y principio de depresión. Por esas cosas del destino, ese matrimonio naufragó y aún hoy busca encontrar el amor de su vida. "Ver casos de infidelidad o desavenencias familiares en mi programa, no me impiden creer en que se puede ser feliz junto a alguien", confesó. A pesar de pasarse el día rodeada de gente debido a sus actividades, en la intimidad disfruta de la soledad. Cuenta con un hijo del corazón, pero su relación con él no es buena. Este distanciamiento es motivo de lágrimas cotidianas. "No se puede tener todo en la vida", explicó en una entrevista a un medio latino. Esas marcas de los afectos se suman a las heridas no cicatrizadas de su paso por Puerto Rico, donde su familia no fue bien recibida. Alguna vez declaró que su origen cubano era motivo de burlas, discriminación y agresión social, a tal punto que debía ir al colegio con custodia.

Salud quebrantada

Dicen que la génesis de toda enfermedad es emocional. Abonando a esta teoría, su físico le pasó factura de los dolores personales. En 2003, un cáncer arremetió con bastante crudeza. "Al principio fue una tragedia. Hoy lo miro como una bendición. Me veo como una sobreviviente de la vida", confesó alguna vez sobre este episodio que no ocultó, sino muy por el contrario, proclamó públicamente y hasta se animó a exhibirlo en toda su inclemencia: en uno de los episodios de Caso Cerrado corrió su blusa para mostrar las marcas de la mutilación. Este tipo de actitudes, sinceras y sin dobleces, la convirtieron en un referente de las mujeres. Consecuencia de esta enfermedad, también perdió sus dos ovarios. Su entrega es total y sus convicciones tan firmes como su perseverancia. Las jóvenes la idolatran. Cuando a ellos les llega el "mira lo que te voy a decir", la hinchada femenina la ovaciona. Es la voz de las que no la tienen. De hecho, su especialidad es el Derecho de Familia, área que nutrió a su primer programa en 2001: Sala de Parejas, el disparador que inició una carrera ascendente en los medios.

Bon vivant

Su buen pasar económico le permite tomarse vacaciones en lugares atractivos y con todos los lujos, pero su verdadero descanso llega cuando se acerca al mar. Los deportes náuticos, la vida en la playa y la pesca son su debilidad. El agua la nutre, la energiza. Nació y vivió frente al océano en Cuba, Puerto Rico y los Estados Unidos. Lleva una vida moderada, sin excesos, aunque confesó alguna cirugía en su rostro "para reparar las secuelas del cáncer", se excusó. Lo cierto es que luce espléndida. Cuando no graba su programa, amanece temprano, desayuna café, pasea a sus perros y se dedica a responder los cientos de mails que recibe a diario. Meditar y escribir canciones ocupan buena parte de sus horas libres. Las obras caritativas son uno de sus grandes placeres. Se cuida en las comidas aunque no se priva del sushi ni de los platos cubanos que son su debilidad. "Si dormís ocho horas por día, no tienes que operarte la cara", se sincera. Sexy y formal, un equilibrio difícil de congeniar. Muchas mujeres copian sus outfit. Y hasta esperan alguna discusión ríspida para que ella pueda lucirse fuera del estrado desde donde acciona su martillo y su famosa frase "he dicho, caso cerrado" que enloquece a todo un continente.

Sin filtros

A la hora de abordar los casos de su programa, no tiene cautela en decir lo que piensa. Desprejuiciada, se para frente a los litigantes sin ningún tipo de reparos. Con los hombres despliega una sagacidad notable y ellos se amedrentan. Aunque no es un programa feminista sino un show para resolver la contingencia cotidiana. Muchos casos están teatralizados, pero basados en casos reales. Ella prefiere no saber cuándo está ante actores o ciudadanos que exponen sus propios dramas. La "transteatralidad" se ejerce a la perfección en este conservatorio que pasa del llanto a la risa incontenible de acuerdo a cada caso abordado. "Que pasen los litigantes". La frase predispone a encontrarse con lo más dramático o lo más insólito luego del consabido "qué reclamas y qué pides para resolverlo". Y ahí empieza todo. "Su novio la dejó por una vaca", "Tiene dos vaginas y no sabe cómo utilizarlas", "Embarazada por un menor de edad", "Su padre es su abuelo", "No quiere a su hijo gay", "Mató a su primito de siete años" son solo algunos de los títulos que reflejan el perfil de este ciclo que se da en dos versiones: una "familiar" por las tardes y otra en las noches "sin censura", que aborda temas más escabrosos y, en general, vinculados a la sexualidad. Tal es la repercusión en nuestro país, que logra cifras de rating que no consiguen otras propuestas locales. Todo un suceso de Telefé.

Lo que toca, lo convierte en oro

Las cartas que recibe de los televidentes las aglutinó en un libro que es best seller: Querida Doctora Polo. Y Persiguiendo injusticias, su programa sobre crímenes impunes es otro suceso arrasador. Parece ser que todo lo que toca Ana María Polo se convierte en oro. La conductora ha sido premiada por su labor en televisión y por difundir la lucha contra el cáncer. Suele asistir a charlas y eventos de organizaciones especializadas, otra manera de estar cerca de su público y brindar un servicio. Vive pensando en nuevos proyectos, pero por ahora tiene mucho más para dar desde el estrado de su show para los millones de televidentes que se estimulan ante su contundente Caso Cerrado.
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