Con la música los chicos descubrieron la identidad tucumana
Por iniciativa de la Normal, cinco escuelas compartieron el proyecto “Tucumán te canto”.
Ser de Tucumán y sentir como tucumano es una experiencia que se vive naturalmente, sin pensarlo. “Sólo te das cuenta de tu identidad cuando estás en otra provincia y de pronto ves un afiche de propaganda con el paisaje de los valles de Tucumán. Y empezás a extrañar”, suspira Florencia Ardiles, de 14 años. “Te imaginás… Yo soy de Tafí Viejo y a las montañas las veo cerquita”, cuenta la alumna de la escuela Normal Juan B. Alberdi.
La identidad tucumana la encontrás también “en el pan con dulce de leche”, sugiere Bernardita Milia, de 13 años, y en el mate en bombilla, agrega Guadalupe Rodríguez Ardiles, de 15. Pero también la tucumanidad está en otros lugares que los chicos de la ciudad no conocen. Ignacio Villarreal, de 14 años, la descubrió en una canción que habla del mundo de las tejedoras, el oficio más “denso”, dice, que él conoció, “y el más solitario también, porque la mujer está sentada frente a su telar todo el día”, agrega Agostina Galindo, de 15 años. “Para mí la Luna Tucumana es lo más representativo”, dice Josefina Condorí, de 14.
En esa búsqueda de la identidad tucumana se funda, hace tres años, el taller “Tucumán te canto” en la Escuela Normal Juan Bautista Alberdi. “El primer objetivo fue grabar un CD para uso áulico, compuesto por nueve piezas musicales de autores tucumanos referentes de nuestra cultura”, explica la docente Arte y Expresión Corporal Candelaria Rojas Paz. Las canciones fueron interpretadas por los chicos del taller y se grabaron en el estudio del Ente Cultural de Tucumán, bajo la dirección de la profesora de música María Catalina Lammoglia.
Al tiempo que crecía el entusiasmo de los chicos por el folclore tucumano, las actividades aumentaban. Así se sumaron alumnos del nivel primario de la Escuela Dean Gregorio Funes y del secundario de los CAJ de la escuela Campo Norte, Mariño e Ildefonso de las Muñecas. Cada uno tenía una tarea. Los chicos de Campo Norte se encargaron de las ilustraciones de las cajas de los CD, los de la Deán Funes escribieron las canciones de las cartillas, mientras que las otras escuelas trabajaron las danzas y los de la Normal interpretaron las canciones acompañadas con instrumentos musicales. Todo se mostró en un video.
El taller estuvo salpicado de grandes emociones. Como cuando los chicos conocieron en persona a varios de los compositores: Juan Falú (le hacía videos a los chicos para alentarlos), Alberto Rojo, Nancy Pedro, Lucho Hoyos, Pato Gentilini, Yuca Córdoba, Rubén Cruz, Néstor Soria, Gerardo Núñez, Luis Sánchez Vera, Pepe Núñez y la misma Candelaria Rojas Paz, además de Athualpa Yupanqui y Rolando Chivo Valladares.
Los chicos aprendieron mucho con las letras de las canciones. Conocieron más sobre su barrio, su ciudad y su provincia. Los adolescentes se conectaron a través de la danza, la poesía, la música y la plástica en una experiencia que los hizo más amigos entre ellos y estrecharon lazos con chicos de otras escuelas. Durante tres años, dos veces a la semana, en contraturno o en hora libres, aprendieron a revalorizar el patrimonio cultural, a profundizar en la identidad comunitaria e individual, a reflexionar con la letra de la poesía y a descubrir sus virtudes para el baile, la música, el canto o el dibujo. El proyecto concluyó con un gran presentación en el Centro Cultural Eugenio Virla, donde demostraron con canciones, bailes, videos y representaciones todo lo que se llevan para sus vidas, en la memoria del corazón.
Comentarios
Publicar un comentario