Boda real: el príncipe Harry y Meghan Markle ya son marido y mujer

Realeza británica


El hijo menor de Lady Di y la actriz estadounidense dieron el sí en el Castillo de Windsor. Mirá las fotos y los videos.
El príncipe Harry y Meghan Markle (AP).
El príncipe Harry y Meghan Markle (AP).
El príncipe Harry de Inglaterra y la actriz estadounidense Meghan Markle, futuros duques de Sussex, se casaron este sábado en la ciudad de Windsor entre multitudes, olvidados ya los líos mundanos de la familia de la novia.
Harry llegó a pie a la iglesia de St. George cuando faltaba algo menos de media hora, acompañado de su hermano William, su testigo de boda, ambos en uniforme de gala militar.
(EFE)
Meghan y Harry, marido y mujer, salen a saludar (EFE)
La gente en las calles vitoreó su llegada y la salida del hotel de la novia, retransmitida en las pantallas gigantes.
(AFP)
La espectacular capilla de Windsor, durante la ceremonia (AFP)
Markle emprendió el camino a la iglesia en un Rolls-Royce Phantom IV, acompañada de su madre, Doria Ragland. El padre de Meghan, Tomas, no pudo viajar por sus problemas de salud, después de una escandalosa semana que incluyó la polémica por las fotos armadas con un paparazzi.
Markle vistió de blanco -se había discutido si era conveniente, teniendo en cuenta que es su segundo matrimonio-, llevó velo, los hombros cubiertos y el pelo recogido con una tiara que pertenece a la colección de joyas de la reina Isabel II.
Meghan Markle saluda junto a su flamante marido, el príncipe Harry de Inglaterra (DPA)
Meghan Markle saluda junto a su flamante marido, el príncipe Harry de Inglaterra (DPA)
El vestido fue diseñado por Clare Waight Keller, directora creativa de Givenchy, con un sensual escote bote.
La novia entró a la capilla sola, ya que su padre no pudo viajar por problemas de salud. Meghan ingresó acompañada por dos pajes y, a la mitad de la nave, la esperó el príncipe Carlos, quien la llevó al altar.
Carlos acompaña a Meghan al altar (AFP)
Carlos acompaña a Meghan al altar (AFP)
Consuegros. Carlos y la madre de Meghan Markle (AFP)
Consuegros. Carlos y la madre de Meghan Markle (AFP)
Entre los invitados que observaban toda la ceremonia, no hubo miembros de otras casas reales europeas, pero sí muchos famosos: el cantante Elton John, la presentadora de televisión Oprah Winfrey, los actores George Clooney e Idris Elba, el ex futbolista David Beckham, las ex novias de Enrique Chelsy Davy y Cressida Bonas y dos argentinos, el polista "Nacho" Figueras y su mujer, Delfina BlaquierDos ex novias de Harry estuvieron entre los invitados, pero no el ex marido de Meghan. 
La modelo argentina Delfina Blaquiery su marido Nacho Figueras . (AFP)
Argentinos. Figueras y Blaquier (AFP)
George Clooney y su mujer llegan a la ceremonia (Reuters)
George Clooney y su mujer llegan a la ceremonia (Reuters)
Entre los hombres predominaba el jacket oscuro, combinado con chaleco brillante y corbata, ellas con tocadas con vestidos de todos los colores, y sus espectaculares fascinators.
Camilla y Kate, con sus fascinators, durante la ceremonia (AP)
Camilla y Kate, con sus fascinators, durante la ceremonia (AP)
El músico Elton John (der.) y su marido David Furnish salen de la capilla (DPA)
El músico Elton John (der.) y su marido David Furnish salen de la capilla (DPA)
La ceremonia religiosa fue sorprendente, emotiva y divertida. El obispo Curry dio un encendido sermón sobre el amor, en el que citó palabras de Martin Luther King, y un coro gospel cantó una sentida versión de "Stand by me" y bailó en la capilla, una situación insólita en este tradicional espacio del castillo de Windsor donde están enterrados reyes, reinas, príncipes y princesas.
Luego, llegó el esperado momento. Los novios dieron el sí y, ya marido y mujer, salieron de la capilla y entregaron al público y los fotógrafos la foto más esperada: la del beso.
(AFP)
El beso de los novios (AFP)
Entre tanto, las calles de Windsor estuvieron abarrotadasdesde temprano gente esperando el paseo de los duques en carroza descubierta, después de la ceremonia nupcial. Es que este sábado, la reina Isabel II de Inglaterra nombró a Harry duque de Sussex, conde de Dumbarton y barón de Kilkeel, respectivamente, un título nobiliario inglés, escocés y norirlandés, como manda la tradición, y su mujer ostenta sus mismos títulos nobiliarios.
Harry y William, llegando a la iglesia (Reuters)
Harry y William, llegando a la iglesia (Reuters)
Harry y Meghan, duque y duquesa de Sussex (AFP)
Harry y Meghan, duque y duquesa de Sussex (AFP)
Harry y Meghan hicieron un recorrido de unos tres kilómetros en una carroza, en el que fueron vitoreados por el público. El desfile es una tradición en las bodas reales.
Fans reales, durante el desfile (Reuters)
Fans reales, durante el desfile (Reuters)
Harry y Meghan, en el desfile (AP)
Harry y Meghan, en el desfile (AP)
Dos fans esperan ver pasar la carroza (Reuters)
Dos fans esperan ver pasar la carroza (Reuters)
Al final del paseo, de una media hora, se cerró el telón al público y empezó la parte privada de la boda, con una recepción para 600 personas ofrecida por Isabel II en el castillo de Windsor y una fiesta íntima luego, para 200, en la mansión Frogmore, gentileza del padre del novio, el príncipe Carlos de Gales.
La boda en el Reino Unido
A las puertas del castillo, este sábado temprano tres admiradoras de la familia real portaban unas pancartas afirmando "Harry, estoy aquí", "y yo también", "y también yo". "Mi marido sabe que estoy aquí, pero no sabe lo que llevo", explicó a la AFP entre risas una de ellas, Lorraine Rains, de 57 años.
EPA
Tres fans, con carteles para el príncipe Harry (EFE)
"Cuando Harry conoció a Meghan, no nos había conocido a nosotras antes": el cartel de tres fans royals (EFE)
"Cuando Harry conoció a Meghan, no nos había conocido a nosotras antes": el cartel de tres fans royals (EFE)
Meghan y su madre llegan a la iglesia. Las espera una multitud (Reuters)
Meghan y su madre llegan a la iglesia. Las espera una multitud (Reuters)
La ciudad era un hervidero desde primera hora de la mañana. Los trenes de Londres llegaban llenos, incluyendo el primero, que salía a las 5 de la mañana, y al descender de ellos, los visitantes se encontraban con un maravilloso cielo azul, policía fuertemente armada y "scanners" como los de los aeropuertos.
En las calles de todo el país se organizarán fiestas vecinales, al amparo de unas previsiones meteorológicas esperanzadoras y una soleada jornada en Windsor. El día acabará bien regado por la muy graciosa concesión de permitir que los pubs cierren más tarde que lo habitual.
Fans reales, en las afueras de Windsor (AP)
Fans reales, en las afueras de Windsor (AP)
Todo ello, rodeado de grandes medidas de seguridad, en un país que sufrió cinco atentados en 2017, con un balance de 36 muertos y decenas de heridos.
Thomas Markle, el padre de Meghan, no estuvo en la boda por razones de salud y tras conocerse que se había prestado a escenificar unas fotos para unos paparazzi, un pecado capital desde que Diana de Gales murió perseguida por unos fotógrafos en París.
(AFP)
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Tampoco estuvieron sus dos hermanastros, que no han ahorrado bilis contra la novia. El medio hermano Thomas estuvo en Windsor, sí, pero invitado por la prensa y no como asistente al casamiento.
Atrás quedaron los tiempos en que una divorciada estadounidense -Wallis Simpson, cuya boda con Eduardo VIII le obligó a abdicar en 1936 después de un breve reinado de 11 meses- podía hacer temblar los cimientos de una institución que ha presidido la vida del país desde la noche de los tiempos, con una breve interrupción en el siglo XVII.
Markle será la primera mulata de la familia real que se recuerda, acercando más que nunca el palacio de Buckingham a los barrios jamaicanos de Londres, donde el enlace ha despertado también interés.
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Harry y Meghan, en el altar (REUTERS)
"Está muy bien que esta persona llegue a la familia real, nos da sentido de pertenencia", dijo la vendedora caribeña Esme Thaw en su comercio de Brixton, el popular barrio de Londres.
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El momento en que se intercambian los anillos ( AFP)
La boda es una gran operación de relaciones públicas para la Casa Real británica, que podía haber optado por la privacidad que sus jóvenes miembros suelen reclamar, pero que prefirió echar mano de la pompa y circunstancia que la hacen atractiva.
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La reina Isabel y su esposo Felipe (AP)
El lugar de la boda es altamente simbólico, la iglesia de St. George del castillo de Windsor, un templo gótico originalmente del siglo XIII, donde está enterrado Enrique VIII, templo de la Orden caballeresca medieval de la Jarretera, que integran, entre otros, Isabel II, Felipe VI de España y el emperador japonés Akihito.
(AFP)
Meghan y Harry, marido y mujer (AFP)
Desaparecido el Imperio, con el Brexit en el horizonte, y un gobierno británico que suscita pocas simpatías en el mundo, Isabel II y su clan están ahí para mantener la frente alta, como demuestran las miles de personas de todo el mundo, y en particular de las antiguas colonias, que viajaron hasta Windsor y cuyas banderas se mezclaban con las Union Jacks.
Fuente: Agencias

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