Esta sencilla pasta de cinco ingredientes tiene sabor a montones
Toda cocina tiene al menos uno o dos (o diez) ingredientes de especialidad que solo ocupan espacio en el refrigerador o la despensa. Sin embargo, si les das la oportunidad, pueden añadir matices nuevos e inesperados a tus platillos.
¿Por qué no agregarle una cucharada de curri verde a tu próximo risotto? ¿Espolvorear cúrcuma terrosa sobre un puré de papa? ¿Ensalzar una chuleta de cerdo con un condimento de cinco especias? ¿Agregar melaza a unas cebollas caramelizadas? Improvisa con lo que tengas a la mano y descubrirás una variedad infinita de opciones.
Elegante, sofisticada y elaborada prácticamente sin esfuerzo, esta pasta cremosa con miso es el resultado satisfactorio de este tipo de experimentación, un refrigerador con provisiones limitadas y una motivación nula para cocinar o limpiar. Te habrías conformado con papitas y salsa, pero solo tenías pasta (porque casi siempre tienes pasta), además de mantequilla, un pedazo de queso duro y una enorme cantidad de condimentos que rara vez ven la luz del día.
Una pasta cacio e pepe parecía ser la opción ideal, pero ¿qué tal algo más complejo? Unas alcaparras podrían darle un toque de acidez; un poco de cúrcuma aportaría notas terrosas. La pasta de curri rojo era una alternativa audaz. Tras una exploración profunda del refrigerador y la alacena, apareció una opción: la pasta sería la base, la mantequilla el conducto y el miso la chispa, pues agregaría un nivel de complejidad mayor a la escueta salinidad del parmesano.
El espagueti hervía en una olla con agua y el trabajo estaba prácticamente terminado. La parte activa de esta receta consta de unos pocos minutos: con un par de pinzas, revuelve vigorosamente la pasta cocida con mantequilla derretida, miso, parmesano rallado y suficiente agua de cocción para formar una salsa cremosa. La cena para uno, elaborada con ingredientes que estaban a la mano, quedó deliciosa y, de hecho, era digna de degustarse en compañía.
Podrías añadir por encima de la pasta un puñado de algas nori picadas o furikake, lo cual aportaría notas saladas agradables. Pero también podrías escudriñar tu despensa o refrigerador para ver qué más hay que pudiera funcionar. Cebollines o cebolletas rebanados, panko (pan rallado japonés), ajonjolí tostado o incluso un poco de salsa sriracha quedarían bien. Sigue tus impulsos, aprovecha lo que tengas y tal vez termines creando tu próxima receta favorita.
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RECETA
Pasta cremosa de cinco ingredientes con miso
Esta pasta elaborada en una sola olla está lista en cuestión de minutos, no requiere nada de preparación y la limpieza posterior es mínima. Se basa en la clásica combinación de pasta, mantequilla y queso, pero con la adición de una cucharada de pasta de miso para hacerla más interesante. Puedes experimentar con otros condimentos o especias que tengas a la mano en lugar del miso, como pesto rojo, pasta de curri o cúrcuma molida. Para obtener una pasta sedosa, vas a tener que recurrir a tus habilidades para preparar cacio e pepe: revuelve vigorosamente la pasta, el queso rallado y el agua de cocción de la pasta para formar una salsa suave y bien emulsionada. Sírvela con camarones, edamame, chícharos congelados o cualquier vegetal al vapor. La adición de nori o furikake otorga un sabor inesperado de mar; además, vale la pena usarlos si los tienes disponibles.
Rinde para 4 porciones
Tiempo total de preparación: 20 minutos
Ingredientes:
Sal kosher
450 gramos de espagueti, lingüini o bucatini
6 cucharadas de mantequilla sin sal
3 cucharadas de miso blanco (o rojo)
113 gramos de queso parmesano, finamente rallado (1 taza llena)
Kizami nori, furikake o algas marinas en rebanadas delgadas para picar como decoración (opcional)
Preparación:
1. Pon a hervir agua con sal en una olla grande. Agrega la pasta para que se cueza, revolviendo de vez en cuando, hasta que quede al dente. Reserva una taza y media del agua en la que cociste la pasta y luego escurre la pasta.
2. Añade la mantequilla, el miso y 1 1/4 tazas de agua de cocción a la olla y mezcla a fuego medio de 1 a 2 minutos hasta que el miso se deshaga y el líquido quede uniforme. Agrega la pasta y el queso parmesano y revuelve todo vigorosamente con pinzas hasta que el queso se derrita y la salsa se emulsione. (La palabra clave es “vigorosamente”. Para conseguir una pasta sedosa en lugar de una pastosa, recurre a tus habilidades para preparar cacio e pepe).
3. Reparte la pasta en tazones poco profundos y espolvorea nori o furikake encima si lo deseas.
(c) The New York Times 2020
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