Una tucumana creó carteras con cargador de celular

Romina Ruiz atrapa al público femenino con un accesorio muy útil.

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PARA DAMAS. El accesorio está dentro en un bolsillo interior.

“Emprender implica mucho tiempo y dinero al comienzo. El primer año es complicado, pero hay que ser perseverante; es difícil, pero no imposible -dijo Romina Ruiz-; después del primer año de trabajo, uno empieza a pagarse su propio sueldo”, agregó.

Desde hace cuatro años trabaja en el rubro de las carteras. Ahora sacó un producto que atrapa a las mujeres: “carteras-safe”. Se trata de una cartera con cargador de celular, que les permite a sus dueñas cargar el celular mientras lo llevan en su mano. El hecho de estar muchas horas fuera de casa y de que la batería no alcance al final del día, era un problema para Romina. “Se hacía en Estados Unidos y en Gran Bretaña -dijo Romina-; entonces hice una investigación de mercado. En el interior no se fabricaba esto -resaltó-, y así empezamos a diseñar y a confeccionar las carteras con material de cuero”, precisó.

El producto comenzó a circular por las ferias de emprendedores y ya tiene su propia clientela; en especial en Lules, Concepción y en Yerba Buena. “Se trata de darle beneficio a la gente. No me interesa solo venderle algo, sino que reciban un beneficio; esa es la prioridad”, resaltó.

La cartera tiene un portacelular con tres bolsillos: en el primero va el cargador; en el segundo, los accesorios, y en el tercero, el celular. “Aparte de ser un producto lindo, queremos que sea artesanal”, precisó.

La autonomía

Romina detalló que el cargador es recargable después de las tres cargas. Tiene cuatro luces, que indican cuánto tiene de batería. La innovadora detalló que la batería es de 5.000 MAh, lo que permite una autonomía de hasta tres cargas y que el tiempo de demora en realizar la carga depende del modelo de teléfono del cliente, pero en general es de entre 30 y 45 minutos.

La emprendedora recibió el certificado de la Marca Tucumán por la creación de las carteras-safe. Recordó que fue un largo camino recorrido hasta ahora. En sus comienzos, los productos llegaban a un público familiar; luego pasó a venderlos en las farmacias y ahora comenzó el circuito de los mayoristas (boutique y locales comerciales).

Romina piensa seguir creciendo. Proyecta nuevos productos para sus clientes. Dijo que para lograrlo hay que tener persistencia. “Hay que ser perseverante y trabajar el doble de lo que uno trabaja, porque es algo suyo -advirtió-; el emprendedor es un pulpo que hace millones de cosas a la vez. Es hermoso, pero es un poco difícil y siempre hay que ir para adelante”, insistió.