Martín Bossi: el hombre de las mil caras

Llega "Bossi Master Show"

El viernes estrena su nuevo espectáculo, un homenaje al rock, a los capocómicos locales y con críticas al uso excesivo de la tecnología.
 La de Martín Bossi es una historia de superación. Leamos lo que cuenta Elena Sapino, la jefa de maquilladores de todos sus espectáculos y que lo conoce desde que el actor era un ignoto extra en películas: “Al equipo de maquillaje nos mandó a un personal trainer. Como tenemos que maquillarlo rápido, al costado del escenario, entre personaje y personaje, es una labor física importante: tenés que girar a ambos lados, agacharte, elevarte para retocarle la frente (y él es muy alto)... Entonces, si no estás bien físicamente, no rendís. Al menos al nivel que pretende un perfeccionista como Martín. Así que entrenamos para maquillar. Eso te lo pinta de cuerpo entero”.
Lejos de la queja, Sapino lo dice con admiración. La misma que le profesan los que saben que para su nuevo espectáculo (Bossi Master Show, que estrena el próximo viernes en el Teatro Astral), el actor de las mil máscaras está estudiando piano hace dos años: el inicio del show será con él al teclado, cantando y tocando con sus propios dedos una balada de John Miles, Music, que no en vano enuncia:“La música fue mi primer amor y será el último”.
“Bueno, desde que empecé que soy así”, dice Bossi relajado en su camarín del teatro (la entrevista se hizo en dos locaciones, la segunda fue el estudio de Clarín, donde el actor llegó con cinco asistentes para hacer la foto como Prince que es tapa de este suplemento). “Al principio de todo, cuando hacía fiestas de cumpleaños y bar mitzvah, le planteé a quien es todavía mi socio, Diego Djeredjian, que quería poner un pianista. ‘Estás loco -me dijo-. ¡Ganamos dos pesos y vos querés poner un músico!’ Lo pusimos. Después, le dije que el pianista tenía un hermano baterista. Casi se infarta, ja. Cuando dejé de hacer tele con continuidad, en 2009, armamos un show en el Velma Café, una vez por semana y poníamos de nuestro bolsillo seis mil pesos por función. ¡Y tenía nueve músicos en un café concert! ¡Se caían del escenario!”.
Martín Bossi: el hombre de las mil caras
Como Prince. La caracterización de Bossi del genio de Minneapolis. Foto: Ariel Grinberg
42 años, soltero, con toda una vida en Lomas de Zamora (donde aún permanece gran parte de su familia) y un presente que reparte entre su casa de Villa Urquiza y otra que alquila en un country de San Fernando (“Necesitaba verde y algo más de privacidad”, confiesa), Bossi admite que sí, que la superación es uno de los temas de su nueva obra, suerte de continuidad de la anterior Bossi Big Band Show.
“En esa me tenías como loco, corriendo para hacer de Rod Stewart, de Lennon, de Freddie Mercury... Acá vas a tener a toda la banda: cuando hago Los Beatles, están los cuatro; cuando hago los Stones, los cinco;los Bee Gees, los tres. Y todos cantando en vivo”, se jacta. Personajes y bandas habrá más: los Kiss, Stevie Wonder, Jim Morrison, Bob Marley and The Wailers, Pink Floyd y Prince, otro para el que tuvo que superarse bastante, ya que aprendió a tocar la batería para hacerlo en el escenario, y también para intentar bailar al nivel del ícono del funk que murió el año pasado. “Tuve que practicar mucho, yo no soy Hernán Piquín”, se ríe.
-¿En qué momento de tu vida te agarra esta obra?
-En un gran momento. Creo que encontré la fusión perfecta entre poder laburar de lo que amo y poder estar lejos del entorno del trabajo que amo. Un menos diez mediático.
-Igual seguís apareciendo en los medios, como cuando te adjudicaron un romance con Federico Hoppe, el productor de “ShowMatch”.
-Cuando dicen cosas de mí, pienso ‘¿tan poco intereso?’. Porque si intereso, me tenés que investigar. En un año dijeron que andaba con la señora de Carna, con la señora de Navarrete, que le mandaba whatsapps a Mirtha Legrand a las cinco de la mañana, que andaba con un caniche toy y que tuve sexo con el Hombre Araña en el Tren de la Alegría. Y después que estaba de novio con Hoppe. Es maravilloso. Yo sé quién soy.
-¿Y quién sos?
-Yo logré lo que quería con la gente.Cuando me fui de mi barrio, yo era Martín, el hijo de Jorge el repollero y Quela. Y quería que me siguieran diciendo así, me da seguridad. Y la gente no me pide muchos autógrafos, me dice Martín, ni siquiera el apellido:“Martín, ¿cuánto te pongo de nafta?”. “Me das unos mangos para la birra, Martín?”.
-¿Qué pasa cuando se meten con tu sexualidad?
- Con la sexualidad soy muy abierto. En mi mundo, la condición sexual no califica a una persona. ¿Sabés por qué me gustan las personas que eligen la homosexualidad?Porque tienen unos huevos enormes para decirlo y están orgullosos de serlo. Pero vos no podés decir que estás orgulloso de ser heterosexual, porque estás discriminando. Y yo soy recontraheterosexual. Hasta hoy, me acosté con mujeres. Pero si mañana me enamoro de un tipo, ahí veremos. Pero hasta ahora, cada vez que elegí, elegí una mina. Pero no me afecta lo que digan, me encanta que jueguen.
-Tu mamá, Quela, ¿qué te dice? ¿Te agrandaste Martincito, o seguís siendo el mismo de siempre?
-Seguís siendo el mismo pelotudo, me dice mamá. Gracias a Dios, le conté el nuevo show y me dijo:“Va a ser un fracaso”. Porque siempre que le cuento una obra nueva me dice que es un espanto. “¿A quién vas a hacer?”. “A Spinetta”. “¿A quién?”. “Voy a hacer a Cerati, mamá”. “No, estás en las últimas, este es tu fracaso”. Lo que quiere decir que va a ser un éxito, porque en Big Band Show me dijo que iba a durar un mes y que la gente me iba pedir en la calle que lo levantara.
-Me imagino cuando le contaste que querías ser actor...
-Ja. “Estás loco, eso es imposible, tenés que tener un padrino, vas a estar drogado todo el día, eso es para hippies, Alcón hay uno solo”, me tiró. Y sí, Alcón hubo uno solo, pero también estamos los demás, que queremos decir lo nuestro.
-Que viene siendo...
-Este espectáculo trata básicamente de que a la gente c ada vez se le da menos y se le cobra más. Imaginate el que inventó el chocolate aireado: “Vamos a cobrarlo más caro, y les damos menos chocolate”. Lo mismo con los pantalones rotos, más caros que uno entero. En esto del marketing, nosotros vamos en contra. Por suerte, yo logré mi objetivo. Para que me quieran no es necesario que me ponga pelucas. En un show de 1.45 horas, debo estar una hora veinte sin máscara. En este mundo, donde hay tanta estética y en las revistas ves gente linda, linda y linda, donde muchos juegan a parecer, yo trato de ser. Entre el parecer y el tener -el otro gran verbo- yo elijo ser.

El ritual del fogón y la iglesia evangélica

Bossi Master Show recuperará el ritual del fogón (al que algunas noches se sumará Nito Mestre, director musical del show y con quien recrearán a Sui Generis, con Bossi haciendo -claro- de Charly García), tendrá una boda en vivo con los asistentes (“venís con tu novia y te vas casado por el teatro”, y un monólogo caracterizado como un pastor evangelista de una iglesia para la recuperación de los adictos a internet (“haremos catarsis y la gente podrá tuitear, sacarse fotos y transmitir por Facebook en vivo, un escándalo”, vaticina) y volverá con sus homenajes a los capocómicos porteños: Olmedo, Porcel, Portales, Altavista, Bores, Calabró.
La obra, en la que trabajan 60 personas, tiene la dirección general de Emilio Tamer (de quien también son los libros) y de Manuel Wirzt.
La inversión es de alrededor de diez millones de pesos, que Bossi cree que podrá comenzar a recuperar en un hipotético tercer año de la puesta. Dada la magnitud del proyecto, su empresa MD+ se asoció con Dabope (de los productores de ShowMatch Hoppe, Prada y Ezequiel Corvo). Irá en el teatro Astral (Corrientes 1639) , de jueves a domingo. Entradas por platea.net.

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