Mientras Leo: La verdad y otras mentiras Una comedia negra irresistible representada con frescura.



     "Fatídico. Bastó una simple mirada aquella imagen para que los negros presentimientos de los últimos meses tomaran cuerpo. El embrión estaba encogido como un batracio y lo miraba fijamente con un ojo. ¿Y qué era eso que se insinuaba encima de la cola de dragón? ¿Un brazo o un tentáculo?"

     1. El juego

     Las personas mienten. Es un hecho. Posiblemente de las primeras frases que articulamos de forma totalmente consciente es "yo no he sido". Por mucho que se empeñen en contarnos que pedimos agua o llamamos a nuestros padres, no es verdad. La supervivencia manda y mentimos para no comer las verduras o no ir antes a dormir. Y luego crecemos con mejor o peor suerte y para cuando nos queremos dar cuenta tenemos montada una vida de adultos, con una mujer que hace nuestro trabajo, una vida social de éxito que, con un poco de suerte, se traslada a la cama, y un buen deportivo. Al menos así es mi vida.

     Escribo. Soy un escritor de éxito con una mujer que trasnocha para hacerme el trabajo y con la que formo la pareja perfecta sobre el papel y una editora con la que la formo sobre la cama. Y fans, mucha fans que llegan esperando una sonrisa junto al autógrafo de turno y tal vez algo más. Sólo tal vez. Y sin embargo no ha sido fácil. No os confundáis, no ha sido nada fácil inventarme y convertirme en la persona que soy. Por eso ahora es un incordio que mi amante esté embarazada... tendría que reinventarme otra vez.

     "- Iré a casa y se lo contaré todo a mi mujer.
     - ¿En serio?
     Henry vio el desconcierto en el rostro de Betty. Él mismo estaba sorprendido. ¿Por qué había dicho eso? Henry tenía tendencia a exagerar las cosas: lo de contárselo todo se lo podía haber ahorrado."

     Pufff aquí es complicado recurrir al "yo no he sido"... a no ser que... no haya nada que demostrar. Un momento, es una idea. No tiene que ser tan difícil, en realidad... sólo tengo que librarme de ella. Veamos... lo más importante es poder contar algo después. Y mostrarme afligido. Lo justo. Y sorprendido, claro. Sobre todo en casa. Y en el trabajo. Es cuestión de mentir, y eso se me da bien. Soy un superviviente. Estoy acostumbrado.

     Algo ha pasado. Las cosas se han torcido y me toca ponerme en marcha para no moverme, aunque dicho así parezca una incongruencia fruto de una mente trastornada. Tengo que empezar a montar mi historia. Y esta vez la escribo yo para los lectores más exigentes del mundo: la realidad.
     Bien, no lo había calculado. Yo lo que quería era librarme de un problema sin que nadie se enterara de mi engaño. Pero no pasa nada. Sigo siendo un superviviente, y los supervivientes mentimos para seguir adelante, nos labramos nuestro destino. Todo va a salir bien. Sólo tengo... que seguir el hilo de mi propia historia. Parece que ahora yo soy el escritor y me enfrento a mi último título. La última novela que escriba va a ser mi vida.

     Un momento, ahora lo entiendo todo, no quería saberlo pero todo cuadra. Embustero, farsante y canalla, lo tienes todo Henry, aunque también encanto. Menudo tipo. Es decir que tu mujer, tú, ella... pero no quiero entrar en chanchullos, les diré la verdad, vengan. Todo menos perder mi Honor.

      Oh, por favor, Honor, tú sólo eres la secretaria: ¿de verdad pensabas que te iba a dejar la última palabra?
     Mejor lean y decidan. A fin de cuentas, esto no es más que mi versión de la historia.
    
     Aquí la versión de Honor de la historia.

     PD. Esta lectura corresponde a una no conjunta realizada con Marilú durante una noche de insomnio. Ella dirá que fue algo esotérico que unió nuestros duermevelas. Ni caso. Bueno sí. En todo caso: gracias Marilú por prestarte al juego.
     La idea igual no es mía del todo, pero me he metido en el papel y me toca quedarme con el mérito. Por cierto, mi nombre es Henry Haiden.

     2. La reseña

     Conocemos a Henry Haiden, un hombre de éxito, escritor, una vida acomodada y un matrimonio feliz. Está casado con una mujer estupenda y mantiene un romance con su editora. Todo parece perfecto para él hasta que su amante se queda embarazada colocándolo ante la difícil decisión de confesar su aventura a su mujer. Tras darle vueltas opta por no hacerlo sin saber que eso lo va a empujar a una espiral de mentiras.

     La verdad y otras mentiras es una comedia negra de enredo si algo así existe. Pero ahora que las etiquetas están de moda, creo que sería la adecuada. Narrada en tercera persona asistimos al desesperado intento del protagonista por salir de un error cometiendo otro más grande. Cada vez. Eso hace que la narración se torne ágil y las apenas 300 páginas que ocupan la historia parezcan desvanecerse delante de nosotros. Arango en su primera novela coge el típico triángulo y lo retuerce consiguiendo que pasemos por alto muertes y embustes ante la socarronería de la voz narrativa y nos sonriamos. De hecho, es difícil no cogerle un cierto cariño al propio Henry, posiblemente influenciados por un narrador que en ningún momento intenta ser imparcial y al que le notamos sus filias y sus fobias con el resto de personajes.
      Un libro francamente divertido que os hará pasar un buen rato intentando descubrir qué hará su protagonista para salir indemne. Si es que lo consigue, claro.

     Gracias.

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