Con la 8a Bienal de Fotografía Documental, las imágenes tomaron la ciudad


Ayer, el Museo Casa Histórica de la Independencia dio la bienvenida a decenas de fotógrafos, de principiantes a consagrados, que ven el mundo a través de la lente.

18 Oct 2018 65
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FOTO LA GACETA
El perfume intenso del jazmín del país, en la Casa Histórica, envolvió el acto en que quedó inaugurada, ayer por la tarde, la 8ª Bienal de Fotografía Documental.
Acalorados, decenas de fotógrafos y fotógrafas de diversas procedencias llenaron el primer patio, donde se mezclaron las cámaras jóvenes, insaciables en sus primeras búsquedas de imágenes, con los reconocibles artistas consagrados y maestros que asisten al evento.
HOMENAJE. Eduardo Gil y Julio Pantoja, protagonistas del acto de apertura de la Bienal.
“Siento que se reconoce más allá de la obra, de la producción, una actitud que nos emparenta, en cuanto a tratar de sentar algunas cuestiones de tipo ético, a lo largo de los años, de no negociar, de no seguir caminos fáciles”, dijo emocionado Eduardo Gil, el homenajeado de la Bienal. Luego, el maestro resaltó que este 2018 se cumplen 35 años del Siluetazo, que lo tuvo como protagonista con otros artistas y junto a las Madres, en la Plaza de Mayo. De ahí que su histórica imagen sea la tapa del catálogo de la muestra.
La tarde se puso aún más caliente por obra de las potentes canciones de Nancy Pedro. Y una vez afuera, todos los fotógrafos fueron fotografiados con la fachada de la Casa Histórica de fondo. Primero, parados; después, recostados en el piso, remedando y recordando el Siluetazo.
Retumbaron los tambores y la alegría se hizo verde, naranja y danza contundente con la Murga Pechando el Camión, que encabezó la procesión de los fieles de la fotografía, hacia la plaza Independencia.
Allí, frente a la Catedral, había que inaugurar una instalación en forma de cubo de unos cinco metros de lado, que reúne 32 “Divertimentos musicales” a lo largo de toda Latinoamérica, según la reputada lente del ecuatoriano Pablo Corral Vega.
Por la diagonal, al llegar a la esquina de San Martín y 25 de Mayo, se inauguró otro cubo gigantesco, que muestra la vida de dos primas a lo largo de 20 años, en “Al ver, verás”, el proyecto central de Alessandra Sanguinetti.
Por la noche, al cierre de esta edición seguiría una conferencia de Eduardo Gil y la apertura de dos muestras: “No”, de Pepe Mateos, “The Journey”, de Walter Astrada, y “Piso 14, depto. 283”, de Jorge Augusto Cruz.
Era sólo el comienzo de la celebración de la imagen documental que, los próximos días, engalanará el Museo Timoteo Navarro, el MUNT, el Ingenio Cultural, el Virla, la plaza Independencia y las calles de la ciudad.
MÚSICA EN IMÁGENES. El ecuatoriano Pablo Corral Vega y sus fotos, primera inauguración.
> "Sacamos a la calle la fotografía documental"
La Octava Bienal de Fotografía Documental comenzó como hace 16 años como un proyecto de mostrar la fotografía documental en un primer plano de exposición. “Afortunadamente, se vienen dando las cosas que estuvimos planeando para consolidar y posicionar este festival en forma nacional y latinoamericana. Nos ganamos legítimamente el respeto del mundo de la cultura desde un lugar que no es la capital del país”, resalta su organizador, Julio Pantoja.El titular de la agencia local Infoto destaca que ese prestigio se logró “con la jerarquía y la calidad de los expositores”. “Crecimos también en tamaño, pero no es lo principal. No queremos pasar un techo para mantener el carácter de un encuentro chico, pero muy poderoso. Para nada planteamos la fotografía documental como algo de élite o de nicho, sino que la sacamos a la calle. Entendemos que, en la contemporaneidad, es cada vez más para un público masivo y en la mayor cantidad de espacios posibles”, precisa.En ese sentido, en esta edición, aparte de las exposiciones que se abrieron anoche en el Centro Cultural Virla de Pepe Mateos, Walter Astrada y Jorge Augusto Cruz; de las que se inaugurarán hoy en el Museo Provincial de Bellas Artes Timoteo Navarro (con imágenes de Eduardo Gil, de la tucumana María Mines y de Rodrigo Claramonte) y el viernes en el Museo de la Universidad Nacional de Tucumán (del cordobés Gabriel Orge, del platense Esteban Pastorino y del chileno Nicolás Sáez), se montaron grandes paneles en la plaza Independencia. Todas las muestras son con entrada libre y gratuita, así como los talleres que se realizan en la Escuelita de Famaillá (a cargo de la chilena Andrea Jösch y de la argentina Cora Gamarnik) y en Tafí Viejo (por el colectivo SubCoop).“En la vía pública de nuestro principal paseo habilitamos dos de las muestras más importantes que trajimos: las de Alessandra Sanguinetti, la única argentina que trabaja en la agencia Magnum; y la de Pablo Corral Vega, un fotógrafo ecuatoriano que publica en National Geografic y es secretario de Cultura de la Municipalidad de Quito. Además, en espacios de publicidad callejera hay fotos de la muestra anual de Argra”, describe.Pantoja se centra en el trabajo de Astrada, un argentino que recorrió el mundo para la agencia Associated Press cubriendo numerosos conflictos bélicos. “Hubo un momento en que se hastió de lo que estaba haciendo, dejó su trabajo, pero siguió tomando fotos de esos momentos centrado ahora en las personas protagonistas, para contar las historias de vida más profundas de ellos. Nuestro trabajo tiene un interés profundamente humanista; llamarnos documentalistas es casi una provocación porque estamos seguros de que la fotografía es tremendamente subjetiva y que cuenta puntos de vista antes que verdades reveladas. Crecemos y mostramos desde el momento en que somos testigos de algo y desde nuestra mirada, sostenida desde la ética”, concluye. 

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