Breve historia del teatro en Argentina
Antecedentes y primera etapa del teatro argentino
El Teatro en Argentina como antecedentes históricos relacionados en este aspecto una gran diversidad de ritos indígenas, ceremonias aborígenes, algunas manifestaciones africanas y expresiones coloniales y poscoloniales de origen americano y español. A finales del siglo XIX comenzó a tomar fuerza una estructura teatral como tal y así nació del circo criollo, manifestando una representación eminentemente popular, mezclando elementos llegados de diversas disciplinas dramáticas como el monólogo crítico y sátiro cuya base se estructuraba narrando sucesos y costumbres del pueblo y en muchos casos contra algún gobierno establecido. También tomaron fuerza en esta época expresiones narrativas como la pantomima y la farsa.
El teatro en Argentina comienza a tener gran reconocimiento a través de expresiones muy puntuales y particulares que son; el sainete (obra teatral jocosa y dramática de carácter popular que usualmente se mostraba en el intermedio de una función o al final de la misma).
A partir del año de 1783 Hubieron varias expresiones llevadas a cabo en la Casa de Comedias propuesta por el virrey de las Luces en honor al Virrey Vertiz. Tiempo después cuando Juan Manuel se encontraba como líder de un gobierno absolutista comenzó a tomar fuerza la petite El Gigante Amapolas, de Juan Bautista Alberdi, obras indispensables ya que dan forma y cuerpo a elementos que tendrán trascendencia en la historia del teatro argentino como son lo absurdo y lo grotesco en la dramática de este país.
El concepto de drama gauchesco toma fuerza 1884 con Juan Moreira en forma de pantomima naciendo básicamente del arte circense. Este mágico y magnífico ciclo se cierra en 1986, al estrenarse una obra indispensable llamada Calandria de Martiniano Leguizamón.
Buenos Aires por esos tiempo acogía una gran cantidad de inmigrantes quienes buscaban mejores oportunidades de trabajo y estabilidad económica y laboral, de estos personajes en especial de los españoles llegó con fuerza el sainete, que era un estilo teatral que como dijimos anteriormente basa su estructura en expresiones jocosas y sátiras de la cual se dio origen al sainete criollo.
Siglo XX
En el siglo XX y más específicamente en sus comienzos la actividad teatral comenzó a tomar mucha fuerza. Una gran variedad de compañías comenzaron a estrenar obras de gran calidad y puestas en escena inaugurándose de gran nivel técnico y argumental ésta etapa del teatro argentina es conocida como la época de oro con grandes figuras como Gregorio de Laferrere, Florencio Sanchez y Roberto J. Payró. Aproximadamente durante treinta años tomaron fuerza diversos estilos teatrales como el sainete criollo, la gauchesca, la comedia de costumbre alcanzando su más alto lugar con Armando Discépolo entre otros grandes del género.
El Teatro Independiente que en 1930 toma impulso basa su origen en el teatro del pueblo cuyo objetivo es mostrar otras obras de gran calidad imponiendo uns propuesta crítica y superior en muchos casos al teatro comercial. Este gran movimiento logró extenderse por todo Argentina y tomó cada vez más y más fuerza con el pasar de los ños. Algunos autores como Aurelio Ferreti, Carlos Gorostiza, Osvaldo Dragún, entre otros dieron un estilo único y original a la dramática argentina.
El 28 de julio de 1981 Una ambiciosa y masifica propuesta denominada teatro abierto comenzó su trayectoria con tanta fuerza que se ha logrado mantener incluso hasta hoy y se han sumado nuevos autores, actores y directores. Esta iniciativa a tenido gran acogida eco en ciudades como Tucumán, Santa Fe, Córdoba, La Plata, Rosario Mendoza, mar del Plata, Buenos Aires, etc. De manera paralela han surgido nuevos y excelsos autores como Carlos Pais, Mauricio Kartun, Enrique Morales, Danil Veronese etc. que le siguen dando fuerza y e ideas frescas y perdurables al teatro de Argentina.
Normal 0 21 false false false MicrosoftInternetExplorer4 El Teatro en Argentina como antecedentes históricos relacionados en este aspecto una gran diversidad de ritos indígenas, ceremonias aborígenes, algunas manifestaciones africanas y expresiones coloniales y poscoloniales de origen americano y español. A finales del siglo XIX comenzó a tomar fuerza una estructura teatral como tal y así nació del circo criollo, manifestando una representación eminentemente popular, mezclando elementos llegados de diversas disciplinas dramáticas como el monólogo crítico y sátiro cuya base se estructuraba narrando sucesos y costumbres del pueblo y en muchos casos contra algún gobierno establecido. También tomaron fuerza en esta época expresiones narrativas como la pantomima y la farsa.