Suar & Bertuccelli: Así no hay pareja que aguante
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"Infelices".Como en “Un novio para mi mujer”, Adrián Suar y Valeria Bertuccelli vuelven a filmar con el director Juan Taratuto. Es una comedia romántica, sobre dos actores que se casan, y ella descubre que él no es lo que esperaba. "Para mantener un vínculo en una pareja, hay que actuar”, dice Suar, que hace de... actor. Crónica de un rodaje.
La escena vuelve a repetirse. Y no es solamente la que Adrián Suar y Valeria Bertuccelli filman una y otra vez en C&L, Studio City, en Pilar, tomada desde distintos ángulos por el director Juan Taratuto. Es que los actores y el realizador, más el guionista Pablo Solarz, vuelven a reunirse, a siete años de Un novio para mi mujer, para ahora filmar juntos Infelices, una producción de Patagonik Film Group.
Estamos en un set de filmación dentro de otro set de rodaje. Es que los actores interpretan a Florencia Córmik y Fabián… ¡Brando!, dos actores que son los protagonistas de la película Tres días, tres noches, en cuya filmación se enamoran y...
Pero mejor vayamos despacio toma por toma, escena por escena.
Bertuccelli y Suar están sentados en un sillón en lo que sería un departamento alto, con un amplio ventanal a sus espaldas, que permite ver edificios de estilo francés. Ella se acerca a él, lo besa, y comienza a reírse.
“Perdón, me tenté” -dice Bertuccelli, como Florencia.
“¡La puta madre!”-grita el director, y entra en escena (y a cámara) Gerardo Romano. La tensión que se genera entre la actriz y el director también obedece a que son pareja en la vida real de la ficción, y Brando sale en protección de la mujer.
Todo se filma en un plano secuencia, con cámara en mano, que sigue a Brando/Suar en su extenso alegato de defensa, caminando por el set.
Brando le pide a Leika (Romano) que no la llame boba a Florencia. Que no la maltrate, ni maltrate a ninguno de los miembros del equipo, autocolocándose como el defensor de todos los que están presentes.
“El cine es amor”, le dice. “Todos nos despertamos a las cinco de la mañana, dejamos a nuestras familias…”, y se acerca a una chica, que hace de integrante del equipo técnico. “Ella tiene a su madre muy enferma, y vino… ¿Cómo está tu vieja?” “Falleció”, recibe de respuesta.
Es muy difícil mantener un vínculo si se dice todo el tiempo lo que uno piensa. No por hipócritas. No hay que hacerlo con crudeza, sino, no hay pareja que aguante.”, explica Adrián Suar
“Mi personaje -dice en un corte Suar- es casi una megaestrella, que tiene una manera de mostrarse, en los medios, en el set de filmación, pero de puertas para adentro es muy distinto. Parece un tipo más centrado, ubicado, de cierta intelectualidad, y ya casados, Florencia ahí se da cuenta de que se casó con un boludo”.
“Se da cuenta de que se enamoró de un salame total. Que se equivocó”, es más diplomática Bertuccelli.
“La temática de la película, que tiene humor, es que para sostener los vínculos hay que actuar”, interviene Suar. “El se entera de lo que piensa su mujer, que es una pésima actriz, y va a preguntarle al guionista de la película qué tenía el personaje del que esta piba se enamoró, porque no quiere perderla. En ese sentido la película toca algo que para mí va a generar una identificación enorme, que es que para sostener los vínculos, a veces tenemos que actuar”, insiste el actor.
Para Taratuto, que regresa a la comedia después de un par de dramas, o melodramas (ver Volver…), “el texto me resultaba muy familiar, con esta premisa de que uno no siempre dice la verdad, que me parecía muy rica. Viste que las películas terminan siendo muchas veces eso, originales planteos y puntos de vista sobre la vida cotidiana, poner la lupa sobre algo que, a lo mejor, uno no le había puesto tan claramente, eso me estimuló”.
“Es muy difícil mantener un vínculo si se dice todo el tiempo lo que uno piensa -sostiene Suar-. No por hipócritas, ni por cínicos. No hay que hacerlo con crudeza, sino, no hay pareja que aguante. A veces tenés que dejar pasar ciertas cosas para que el vínculo se siga armando. Ella se lo quiere sacar de encima”.
Hubo muchísimos encuentros donde fuimos tirando ideas, ocurrencias, cómo imaginábamos que eran los personajes. La verdad es que nos dimos el gusto.”, confiesa Valeria Bertuccelli
¿Qué cosas tiene tu personaje que lo hace, como decís vos, un boludo?
Es autorreflexivo, egocéntrico, inventa palabras, tiene discursos armados, pero que después no tienen contenido, tiene pequeño discursos, pero después lo corrés de ahi, y… Es autorreferencial, pero la quiere.
Es autorreflexivo, egocéntrico, inventa palabras, tiene discursos armados, pero que después no tienen contenido, tiene pequeño discursos, pero después lo corrés de ahi, y… Es autorreferencial, pero la quiere.
Bertuccelli dice que el germen de Infelices surgió “de un encuentro mío con Adrián, para trabajar en cualquier otra cosa, y le conté esta idea que tenía, y se copó. Y a partir de ahí me dijo ‘esto está buenísimo, pero es para hacer una película, ¿a quién llamamos para que la escriba?’. Y llamamos a Pablo Solarz, y en el medio hubo muchísimos encuentros de los tres donde fuimos también tirando ideas, ocurrencias, cómo imaginábamos que eran los personajes, situaciones que tuvimos ganas de hacer. La verdad es que nos dimos el gusto, está bueno que el guión esté lleno de cosas que imaginamos nosotros”.
¿Hace mucho que no ves “Un novio para mi mujer”?
Sí, mucho... En realidad, la idea surgió diciéndole a Adrián que hiciéramos una pareja que se conoce haciendo un éxito, como si fuera Un novio para mi mujer, como me pasa cuando me subo a un taxi, y el chofer me dice “No te enojes, no te enojes”, como que quedé pegada a la Tana Ferro. Era ver qué le pasa a los actores cuando después de hacer un éxito ves realmente lo que es el otro, las miserias. Florencia es muy ingenua…
Como esa misma escena se filma no menos de siete veces, Suar se permite alguna modificación en el texto, que es de verdad largo. De vuelta en el rodaje, con la cámara tomando a los actores desde otro lugar del set, Brando evoca el rodaje de Evita, y lo mal que trataba Alan Parker a los actores. Suar finge emocionarse cuando recuerda las palabras que “Antonio” (Banderas) le dijo, acerca de que nunca tenía que dejar que un director maltrate a los actores ni a los técnicos, porque “son tu familia y van a acompañarte el resto de tu carrera”.
Detrás del decorado, observando el monitor, Taratuto no para de reírse.
En los últimos años no surgieron tantas comedias exitosas.
Suar: Sin hijos es comedia. Relatos salvajes también era comedia. Más cruda, pero para mí tenía humor.
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Francella se pasó al drama.
Suar lo piensa. Y mira al cronista.
-Quedo yo solo...
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Suar: Cine, unitario y teatro
“Esto del apoyo de la gente al cine argentino, creo que es por las propuestas -opina Suar-. La camada de treinta y pico, cuarenta y pico, perdió el prejuicio de qué es comercial y qué no. Se rompió esa idea de si meto un millón de espectadores la película es mala. El Clan metió dos millones, se pueda meter gente en el cine y no invalida.” En cuanto a lo que se puede avecinar si hay un cambio en cuanto a políticas del INCAA, cree que “se debería seguir fomentando a los directores nuevos. Encontrar un equilibrio en los recursos que tiene el Instituto para seguir fomentando un cine de industria".
Para 2016, además de estrenar Infelices el 17 de marzo, planea como actor “un unitario de 18 o 20 capítulos con Julieta Díaz y Florencia Bertotti, Silencios de familia, para algún momento del canal, con dirección de Barone y libro de Javier Daulte”. Y desliza que hay posibilidades ciertas de “desarrollar algunos formatos para afuera, con Turner, Fox, HBO. Hay una posibilidad, estamos en el bolillero”. ¿Y teatro? “En 2017 pueda que vuelva. Se está escribiendo algo original. En principio, es una comedia dramática (Hace una pausa). Ponele...”.
Bertuccelli se anima con un guión propio
Valeria está entusiasmada con Infelices, pero también con el primer guión que comenzó a darle forma definitiva “cuando me bajé de la obra”, en referencia a Escenas de la vida conyugal, con Ricardo Darín. Y ya tiene fecha de rodaje -mayo de 2016-, quién lo produzca -Lita Stantic-, quien lo dirija -la catalana Mar Coll- y quien lo protagonice: ella.
De título Los buenos mueren primero, se centra en una actriz de teatro “insegura, que a diez días de estrenar una mega obra se entera de que su mejor amigo se está muriendo. Y decide irse, pasa cinco días con él, en Washington, que le cambia todo, y vuelve. Y si ya estaba con una especie de sinsentido, destroza todo para poder ser quién es”. Tan entusiasmada está que prefiere no participar en un proyecto de TV “que me tienta” para poder hacer el casting del filme y dedicarse de lleno a “mi película”, como la llama.
Juan Taratuto: Volver a la comedia, por prescripción médica
“Ni me imaginé meterme en otra peli este año (estrenó Papeles en el viento en enero), pero era imposible dejar pasar esta oportunidad. Psiquiátricamente necesitaba meterme en una comedia, por prescripción médica, para no terminar trabajando en el Jardin de paz”, bomea Taratuto, tras los dramas que había rodado, La reconstrucción y Papeles…
Además, participa en los talleres del guionista Pablo Solarz. “Es como quien va a hacer terapia, o a un gimnasio. Es un lugar de reflexión y de buscar material”. Juan se reconoce no muy cinéfilo, pero amante del cine de Nanni Moretti y de Woody Allen, que combinan la comedia con el drama, pero, por ejemplo “Zoolander a mí no me causa gracia”, y rescata “algunas cosas, algunas cosas” de la nueva comedia americana.
“Está buenísimo que la gente vaya a ver cine argentino. Las que son éxitos de taquilla son películas hechas con calidad, eso es realmente nuevo, tienen un prestigio y una calidad que me parece que hubo una madurez del espectador y también, de los realizadores, de los guionistas. Lo que sí veo es que son pocas las películas buenas, en cuanto a la reflexión, o a la temática”, reflexiona el director de No sos vos, soy yoy ¿Quién dijo que es fácil?.
Aquel exitazo
Suar, Bertuccelli, Taratuto y el guionista Pablo Solarz ya habían trabajado juntos en Un novio para mi mujer, la comedia romántica de 2008. El Tenso quiere separarse de su esposa, la Tana Ferro, un tanto insoportable, y contrata al Cuervo Flores (Gabriel Goity) para que la enamore. Sus 1.405.570 espectadores la ubicaron como la segunda película más vista de ese año, detrás de Kung Fu Panda. ¿Repetirán el éxito? Estrena el próximo 17 de marzo.
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