Antonio Birabent y Laura Novoa, prisioneros de una cárcel de ficción


Protagonizan el unitario que el martes 4 estrena Canal 7, coproducido con Globo de Brasil. Cuenta la vida de ocho participantes de un reality show.
Antonio Birabent y Laura Novoa, prisioneros de una cárcel de ficción
Antonio Birabent y Laura Novoa. Dos de los protagonistas de este unitario que marca el desembarco de Globo en el mercado hispanoparlante. Es una coproducción con Canal 7.
En el primer capítulo de “Supermax” se ve individualismo, sálvese quien pueda, un conductor que está flexibilizado, solo, sin producción a la vista. ¿Habla de esta época?
Antonio Birabent: El capitalismo tiene que ver con esa idea de lo individual por encima de lo colectivo, y a veces pareciera que pensamos así. En el día a día de la ciudad me encuentro con que la mayoría de las personas piensa, pensamos, individualmente. A la larga, eso es un gran problema. Es verdad que un concurso como el que está en el programa habla de la vida individual de cada uno, y no del conjunto.
Laura Novoa: Quizás habla de las miserias individuales. Supermax (el martes 4 estrena Canal 7, a las 22) empieza como una burla hacia los realities desde un punto de vista muy irónico. Después cuenta muchísimo más: cómo los participantes son unos monstruos que hacen cualquier cosa con tal de cobrar plata y cómo, cuando ya no está ese objetivo, son más monstruosos aún.
Birabent: Me quedé pensando: sí, es un símbolo de esta época. Cada vez más, el discurso es individualista. Hay una fantasía de que vivimos en comunidad, pero nos cuesta muchísimo. La comunidad se da cuando la Argentina juega el Mundial, pero durante los cuatro años restantes, nos destrozamos en las esquinas.
-En una época los realities eran el peor enemigo de la ficción. ¿”Supermax” es decir “si no puedes vencerlos, úneteles”?
Birabent: El reality es una excusa; al instante desaparece. Pero sí, es paradójico que empecemos actuando casi todos, en el ámbito de un reality: los actores que decían “somos actores, queremos actuar” actúan en un reality (ríe).
-No se sabe si es la ficción venciendo al reality, fagocitándolo, o el reality conquistando a la ficción.
Novoa: Es un disparador que sirve para mostrar las miserias de las personas. Y una gran falencia social, la falta de contenido y el hacer todo sólo por dinero. Los realities son un espejo brutal de eso: que te paguen para espiarte, o que hagas cualquier cosa para ganar un premio es un disparador bastante extremo.
-¿Respetan a la gente que salió de los realities?
Birabent: Como diría Manal, lo importante no es de dónde vienes, sino a dónde vas. Hay muchas personas que salieron de lugares oscuros y son maravillosas. Pasa en todas las áreas humanas. No está bien juzgar a alguien porque fue una cosa y ahora es otra. Es más inteligente pensar que es lindo que la gente venga de un lugar y vaya hacia otro.
Novoa: Es más interesante ver qué hacés después con el lugar que te otorga esa clase de espacios que esa clase de espacios en sí. Yo no podría bancármelo. Es exponerse demasiado: con la actuación tengo suficiente. Pero tampoco es un delito.
-En la era de las series, ¿cómo se compara “Supermax” con “Verdad consecuencia” o “Poliladron”?
Novoa: Los unitarios tenían bastante de serie. Esto tiene un principio y un fin, es más fácil verlo. Me pasa con series que no vi en televisión y las veo en Netflix: el formato serie es genial para eso, sabés que tenés una temporada, determinada cantidad de capítulos. Las series como Supermax tienen varios niveles de lectura, con muchos viajes hacia atrás y adelante en la línea temporal. Me impresiona que vaya los martes: era el día de Poliladron.
Birabent: Y el de Verdad consecuencia. Algo muy distinto fue la realización: para todos, estar casi tres meses viviendo en Brasil, fue una aventura en sí misma.
-Una dinámica de reality.
Birabent: Sí. Vivíamos todos en un hotel, íbamos pasando de habitación en habitación. Hubo una relación diaria, cotidiana, muy poderosa, que excedía el programa. Eso nos unió de una manera especial, y para todos fue un trabajo único. En Brasil, con gran parte del equipo técnico brasileño, con circunstancias atípicas: dobles de riesgo, coreografía de peleas, animales en vivo.
Novoa: Vivimos una estudiantina de tres meses, fue una fiesta. Conocer Globo fue como ir a Hollywood. Una mega producción, con carritos que te llevaban y traían por esos estudios gigantescos. Filmamos escenas submarinas… Birabent: Vivimos algo que tal vez no se dé nunca más.
-¿Al lado de esto, “Verdad consecuencia” era teatro amateur?
Birabent: Ya pasar tres meses afuera, lejos de tu familia, es muy fuerte. Era muy difícil lo que teníamos que hacer, por lo actoral y por tener que sobrellevar una cantidad de cuestiones técnicas, los efectos especiales. Y había muchos libros abiertos al mismo tiempo. Era una mezcla de serie y película.
-¿Por qué en las series hay, en general, más creatividad que en el cine, y tantos actores y directores se vuelcan hacia ahí?
Novoa: Una serie tiene un acceso económico más rápido que una película, que implica mucho dinero y estructura. Para los actores es una genial combinación de tele, cine y teatro: es cine por cómo se filma, es teatro por el tiempo para trabajar el personaje. No es como la tele tradicional, donde todo es a las corridas.
-Muchos actores se quejan de las tiras.
Birabent: Eso es porque son malos (ríe). Qué sé yo: es así. Son disciplinas donde hay tiempos distintos. Yo mañana tengo doce escenas en una tira de Pol-ka, y tengo que acomodarme a la realidad de esa batalla. En Supermax, con toda la producción que había, tuvimos días frenéticos donde debíamos terminar en tres minutos una escena porque estábamos en una gruta, metidos en el agua helada. Es el trabajo.
Novoa: No existen medios buenos ni malos, sino actores buenos y malos. La tele te da solidez económica y es la llave para que te llamen para hacer teatro y cine. La tele es el sol: es un medio muy popular. Y no está mal ser popular.
Una mega producción internacional, dirigida por Daniel Burman
En los Estados Unidos, a las cárceles de máxima seguridad se las conoce con el apodo de “supermax”. De ahí el nombre de esta serie (o unitario) de diez capítulos que se verá, desde el 4 de abril, los martes a las 22, por Canal 7. Una de esas prisiones es el escenario donde transcurre la mayor parte de la acción. Después de estar diez años clausurada tras un sangriento motín, esa cárcel -enclavada en medio de un desierto- reabre sus puertas como sede de un reality show en el que ocho participantes compiten por un premio de dos millones de dólares. Todos cargan con un pasado denso y varios ocultan motivaciones que van más allá del dinero. Los competidores son interpretados por Antonio Birabent, Cecilia Roth, Juan Pablo Geretto, Guillermo Pfening, Alexia Moyano, Rubén Cortada, César Troncoso y Laura Neiva. El español Santiago Segura es el conductor del reality y Laura Novoa es Lorna, un misterioso personaje que habita la prisión. Completan el elenco Nicolás Gold y Lucas Ferraro. Coproducida por la TV Pública, el Grupo Globo de Brasil –es su primera producción para el mercado hispanoamericano-, Canal 4, del grupo Mediaset de España, la TV Azteca de México y Teledoce de Uruguay, fue grabada en las Salinas Grandes de Jujuy y en los estudios de Globo en Río. Dirigió Daniel Burman junto a Hernán Goldfrid y Bruno Hernández, con libros de Mario Segade y Burman.
Antonio Birabent y Laura Novoa, prisioneros de una cárcel de ficción
Daniel Burman, el director, en el rodaje realizado en Jujuy.

Antonio Birabent: Un artista que se mueve entre la música y la actuación
Siempre oscilando entre la música y la actuación, Antonio Birabent dice que no prioriza ninguna de esas actividades por sobre la otra: “No tengo plan A ni plan B. Me voy acomodando a lo que surge, ya sea irme tres meses a Brasil o tocar en un bolichito en Salta”. El año pasado editó dos discos, Hijos del rock y O., que sigue presentando junto a su banda. Además, conduce por segundo año el programa Un hombre nuevo, los jueves a las 20 por Radio Nacional Rock. Y, además de interpretando a Sandro en Supermax, pronto se lo verá en diez capítulos de Quiero vivir a tu lado, por El Trece.

Laura Novoa: Entre el unitario, una tira que se viene y una peli para junio
A contramano de la realidad argentina, Laura Novoa tiene un 2017 sobreocupado. Hasta principios de marzo integraba el elenco de Falladas, obra de José María Muscari, pero tuvo que renunciar para incorporarse a Fanny, la fan, tira de Underground, que se verá a partir de mayo o junio por Telefe. “Hacer teatro y una tira al mismo tiempo es muy complejo. El año pasado ya hice cine y teatro, y fue agotador: terminaba las funciones a la 1 y me iba a filmar toda la noche, hasta las 7”. Se refiere a Las grietas de Jara, de Nicolás Gil Lavedra, película basada en la novela de Claudia Piñeiro, que se estrenará el 8 de junio.

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