Rodrigo Bueno, uno de los cantantes populares más queridos de los últimos tiempos, vuelve a estar en boca de todos tras 15 años del trágico accidente automovilístico que en ese momento lo erigió enmito. El cuartetero cordobés, de un carisma que paseó sin pausa por la fauna mediática tras alcanzar el éxito masivo, murió el mismo día que Carlos Gardel: pero 65 años después. Luego de varios años inmerso en la música y una decena de álbumes editados, Rodrigo llegó al éxito masivo y logró trascender ampliamente las fronteras del cuarteto: justo antes de su fallecimiento había logrado llenar durante 13 noches consecutivas el Luna Park, algo insólito para el género musical en el que se desempeñó.
Desde un repertorio de letras representativas y melodías pegadizas, que reafirmaron su compromiso con el folclore regional que lo definía, el cantante, de verde mirada pícara, logró hacerse un lugar propio dentro del peculiar universo bailantero. Rodrigo, que quedó inmortalizado entre los ídolos populares con hits como "Soy cordobés", "Ocho cuarenta", "Amor clasificado" o "Lo mejor del amor", se encontraba en el punto más alto de su carrera al momento de su trágica muerte.
Su camino transitó en los medios y, gracias a su carisma, alcanzó vertiginosamente la fama. Era un ídolo popular en las clases medias y sectores bajos. Estalló el estadio Luna Park durante más de una decena de días consecutivos, además de vender más de 420.000 copias de sus últimos tres discos. Criado en una familia que frecuentaba a Carlos "La Mona" Jiménez, había nacido para dar "el cuartetazo" en Buenos Aires. Lo consiguió en la década de 1990, después de grabar 12 discos. Ya se hizo notar en 1995 con Martha y se consagró en 1996 con "Lo mejor del amor".
Más allá de su imagen de chico malo y sus ropas de boxeador, Rodrigo reconocía: "No soy un buen cantante, pero cuento historias; soy un tipo que está atento a lo que pasa". Además, con tintes de bribón, el Potro había dicho: "Córdoba es de la Mona Jiménez; el resto del país es mío". Distinguido hincha de Belgrano de Córdoba -su primo, Juan Carlos Olave, es uno de los ídolos del club de Barrio Alberdi-, se transformó en ícono de un estilo marginal que alcanzó el centro de la escena y como otros grandes de la música (Janis Joplin, Kurt Cobain, Jim Morrison, Jimi Hendrix, Brian Jones, Amy Winehouse) falleció a los 27 años.
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