Telenovelas coreanas: el boom que vino de lejos
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Televisión
“Escalera al cielo” fue un éxito inmediato en Telefe. Se vienen dos más. Las razones de un fenómeno.
Escalera al cielo es la primera telenovela coreana que llega a la televisión abierta local. Telefe la estrenó el 10 de febrero, y fue un éxito inmediato. Gana su franja horaria de las 15 sin problemas, y con su promedio cercano a los 10 puntos de rating, según Ibope, se mete seguido entre los cinco programas más vistos del día. Al término de esta ficción, el canal ya tiene en gateras otras dos: el melodrama Mirada de ángel, y una suerte de comedia romántica juvenil protagonizada por un extraterrestre que lleva por título Mi amor de las estrellas.
Ahora bien, este éxito no debería extrañar. Llega precedido por una amplia penetración desde hace años en otros países de América latina, donde tampoco las telenovelas llegaron solas, sino acompañadas por elk-pop, es decir, la música pop coreana y sus coreografías, que tienen muchísimos seguidores entre los jóvenes. Baste recordar el boom delGangnam Style (o baile del caballo) en 2012, y el espacio que tuvo enShowMatch el año pasado, cuando Marcelo Tinelli incluyó al k-popcomo uno de los ritmos en concurso en el Bailando. Estas expresiones culturales no cuentan a sus seguidores exclusivamente entre la comunidad coreana, ni mucho menos. Sus fans fueron, precisamente, quienes impulsaron desde las redes sociales este desembarco de los llamados 'doramas'.
"Hace poco hice una encuesta entre mis conocidos sobre qué era lo primero que pensaban cuando yo les decía la palabra 'Corea', y sus respuestas no iban muy lejos de 'chino' y 'ojitos así' (haciendo el gestito con las manos). Ahora es otra cosa. Todo el mundo conoce las novelas, la música, los bailes e incluso el idioma", cuenta Magdalena Santiago, una de las m{as entusiastas y activas exponentes de la fanaticada local.
El furor en el este asiático empezó allá por el 2000, cuando una ficción coreana logró ser vista por la mitad de China. Como todo fenómeno que involucre a tanta gente, la onda fue expansiva y en poco tiempo hubo que ponerle nombre: hallyu, la ola. Diez años atrás empezaron a llegar al continente madre del género, América latina, mientras en los congresos internacionales sobre telenovelas se analizaba el nuevo fenómeno con la intención, por entonces, de intentar hacerle frente. Hasta ahora, unos cuarenta títulos se vieron en los distintos países de la región, incluidos los clásicos productores como México y Colombia.
Fuera de la "casualidad", este éxito responde a una agresiva política cultural de Corea del Sur, que involucra cine, música y telenovelas. Y la apertura de Centros Culturales en distintas ciudades, tanto como el abaratamiento inédito de los costos de sus telenovelas en la etapa inicial o "de prueba". Una estrategia -y una sinergia- que se demuestra de lo más efectiva.
Las telenovelas coreanas (de las cuales en la Argentina ya se había visto el año pasado El jardín secreto, en el canal de cable Magazine) tienen su propia identidad. Son más cortas, en general entre 20 y 50 episodios de una hora, y en cuanto a su contenido se vuelcan preferentemente al melodrama puro y duro, incluso con finales nada felices, o a las comedias juveniles. La narración va directo al núcleo del cuento, sin las historias paralelas que hacen a la novela latinoamericana, e incluso a la turca, también muy consumida localmente por estos tiempos. Son superproducciones, en su gran mayoría, enfocadas a mostrar la vida moderna, occidentalizada y tecnológica, si bien esta característica no puede apreciarse del todo aún en Escalera al cielo, que data de 2003.
“Hay muchos fanáticos del K-pop en Argentina, la cantidad se elevó en los últimos 3 años. Muchos de ellos son fanáticos del cine y de los dramas televisivos, y viceversa. Además los podés encontrar en cualquier rincón del país, hay grupos de fanáticos desde Tierra del Fuego hasta Jujuy, al punto que varias veces hemos coordinado con grupos de distintas provincias para organizar eventos. Ellos suelen bombardear a diarios, canales de tv y radios para que pasen las canciones de sus ídolos o transmitan un drama”, cuenta el periodista Gabriel Presello, encargado de la gestión cultural en el Centro Cultural Coreano de Buenos Aires. El CCC es una dependencia del Ministerio de Cultura, Deporte y Turismo de Corea, y en Argentina está bajo la órbita de la Embajada de Corea. El primer CCC en América latina fue el de Buenos Aires, que abrió en 2006, y entre sus principales actividades, según informa Presello, están el Concurso K-pop Latinoamérica (competencia de canto y baile que ya va por su séptima edición), el Han Cine, festival con una programación que apunta a los grandes éxitos de taquilla, un importante Festival de jóvenes pianistas coreanos dedicados a la música clásica, además de muestras de arte, entre una variada oferta.
A sus 22 años, Paula Royon estudia, trabaja, es bailarina de k-pop (en el grupo 4 Minute) y sueña con viajar a Corea para conocer de cerca esa cultura que la apasiona. Muchas chicas como ella también ponen expectativa en encontrar un amor como el que ven en los doramas. Y la clave es el romanticismo. "Las parejas son mucho más reservadas y tímidas, incluso entre sí. El cortejo es un trabajo arduo y largo hasta que por fin llega la primera tomada de manos y, ya para el final de la serie, el primer y único beso", coincide Magdalena. "Aprecio mucho la calidad de filmación, y también las actuaciones: aunque muchos crean que los orientales no son expresivos, a mí me transmiten un montón de emociones -amplía Paula-. ¿Cuántos doramas llevo vistos? ¡Como 30!"
Las que ya están llegando
“Elegí qué historia coreana querés ver en #Telefe:#MiradaDeAngel vs #MiAmorDeLasEstrellas” propuso hace unos días Telefe desde su cuenta de Twitter oficial. Apenas 24 horas después los k-popers habían decidido y la primera en salir al aire cuando termine Escalera al cielo será la historia de un extraterrestre que se enamora de una joven actriz de telenovelas. Mi amor de las estrellas está basada en un mito que cuenta el avistaje de un objeto desconocido en el cielo de la provincia de Gangwon, allá por el 1600. En esta historia, el ovni deja por error varado aquí a un joven y apuesto alienígena, quien tendrá una relación con una señorita con trágico final. En pleno siglo XXI, y a punto de ser rescatado después de tanto tiempo, conocerá a una celebridad de la televisión, que le recordará a su antiguo amor, y le hará arriesgar mucho más que su propia existencia. Kim Soo Hyun y Jun Ji Hyun son los protagonistas de la tira, ambos ídolos entre los seguidores del género. Mirada de ángel, por su parte, trata sobre un cirujano que, doce años después de haber tenido que separarse de la joven que amaba, y que era ciega, la reencuentra, ya recuperada gracias a un transplante.
Entre los “doramas” (dramas coreanos) más vistos en América latina, figuran también Boys Before Flowers –tambien conocida como "Casi el paraíso"-, una estudiantina sobre chicos ricos que hacen bullying y una chica pobre, inteligente y justiciera; Personal taste, comedia romántica sobre dos jóvenes profesionales vecinos que se llevan mal pero se atraen; y You’re Beautiful, sobre una adolescente que quiere ser monja pero termina reemplazando a su hermano gemelo en una banda pop.
La India: ¿la próxima ola?
Mientras las telenovelas turcas que desembarcaron en enero del año pasado no renuncian a sus espacios en nuestra pantalla, distintas distribuidoras internacionales de ficción ya están trayendo al mercado latinoamericano varias telenovelas de la India dobladas al español. Para imaginar la dimensión de ese mercado -y de esa producción-, baste decir que allá existen 300 canales. Chile, además, está por poner al aire una griega, Brusko, y las vistosísimas rumanas también están pidiendo pista.
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