Los Cadillacs, por los caminos de Sandro y The Clash

La banda de Vicentico y Flavio tocará en el Madison Square Garden. 

Y luego en otro mítico teatro de Londres.

Los líderes. Vicentico y Flavio, voz y bajo de Los Fabulosos Cadillacs, en su primera presentación en el Cosquín Rock, el domingo pasado. Foto: Daniel Cáceres

Walter Domínguez

 

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Los Fabulosos Cadillacs son un combo artístico, formado por un grupo de amigos que ha sabido mantenerse en el tiempo y al que justamente el tiempo ha convertido en familia. En sus más de treinta años de carrera (su primer disco, Bares y fondas, fue grabado y editado en 1986), el núcleo duro de la banda ha permanecido junto: Vicentico Fernández Capello y Flavio Cianciarulo (la voz y el bajo y los compositores principales) al frente, Fernando Ricciardi (batería), Mario Siperman (teclados), Daniel Lozano (trompeta) y Sergio Rotman (saxo) ya acumulan 12 álbumes de estudio, otros tres en vivo, más EPs y rarezas. Y cuando hablamos de familia es porque tanto Florián Fernández Capello (el hijo de Vicentico) y Astor Cianciarulo (el hijo de Flavio) se han incorporado formalmente a la banda, en guitarra y en una segunda batería respectivamente, desde La salvación de Solo y Juan, el disco que les dio dos enormes gratificaciones en los últimos Grammy Latinos, al ganar como mejor álbum de rock y también con La tormenta como mejor canción.

Ya claramente constituida como la banda de rock argentina más importante a nivel mundial, los Cadillacs no dejan de proponerse desafíos. Y de cumplir algunos sueños. Sin abandonar sus trabajos solistas (con Vicentico en su rol de cantante romántico en primer lugar, pero con Flavio y sus proyectos músico-literarios a pleno, y Rotman con la asociación con su mujer Mimi Maura en varias agrupaciones), la actualidad del grupo los encuentra casi de gira permanente: vienen de tocar en el Festival de Viña de Mar y lo hicieron por primera vez en el Cosquín Rock, donde además de la banda central, también actuaron Rotman con su banda El siempreterno, Florián con la suya (Callate Mark) y Astor con la suya (Visión). Pero los desafíos continúan.

El 31 de marzo, Los Fabulosos Cadillacs –en el marco de una gira norteamericana que los tendrá antes por Miami, Los Angeles y Dallas- se presentarán en el Madison Square Garden de Nueva York. La mítica sala de conciertos de la Gran Manzana tuvo a muy pocos argentinos en su escenario. Tal vez la actuación más importante de uno de los nuestros allí haya sido la de Sandro, con un show que se transmitió vía satélite a diez países el 11 de abril de 1970. También los Pimpinela actuaron en los ’80, y otros como Palito Ortega, La Mosca o King Clave lo hicieron dentro de festivales latinos. De los estrictamente rockeros, sólo Pappo tocó en el Madison, y como invitado de B.B. King en 1993. Por lo que la fecha de los Cadillacs, como única atracción, cobra especial importancia. La sala tiene capacidad para 4500 personas y, a 28 días del concierto, ya están vendidas más de la mitad de las entradas.

En un año que los llevará por Chile, Costa Rica, Perú, México (donde tocarán en foros para 50.000 espectadores) y que los depositará nuevamente en la gala de los Grammy en noviembre, los Fabulosos Cadillacs harán una especial parada europea. Además de un par de shows en España, el 14 de julio tocarán por segunda vez en Londres.

Lo particular del asunto es que lo harán en el Brixton Academy, un teatro para cinco mil personas en la localidad de Brixton. El Academy se caracteriza por albergar a las bandas más importantes del reggae y el rock más combativo. Está en la periferia de la ciudad y es recordado en el mundo rockero por épicas actuaciones de The Clash, una de los grupos referentes de los Cadillacs, que hicieron bandera de su compromiso político. De hecho, la banda de Vicentico y Flavio llegó a versionar uno de los éxitos de The Clash, Should I Stay o Should I Go, para su disco La luz del ritmo (2008) y grabaron también otro tema de la banda inglesa, precisamente Guns of Brixton, que refleja una revuelta popular de los habitantes del barrio contra la policía, en su álbum En vivo en Buenos Aires (1994).

Más allá de los conciertos exitosos por el mundo, para los Cadillacs aún es tiempo de cumplir algunos sueños y cerrar algunos círculos.