Así fue el show de los Stones en Santiago de Chile


Los Rolling están cerca, muy cerca de Buenos Aires... Tanto que ayer debutaron en Santiago de Chile, y aquí te contamos cómo fue el show... MIRA LA FOTOGALERIA

  • Diego Perri. Especial para Clarín.
Los Rolling Stones dieron el puntapié inicial a su América Latina Olé Tour, ayer (miércoles) a la noche, en Santiago de Chile. Luego de 21 años de ausencia, la banda británica volvió al Estadio Nacional para realizar un emotivo recorrido por lo mejor de su repertorio en casi dos horas de show. Los Stones habían tocado aquí en febrero de 1995 como cierre del tramo sudaméricano del Voodoo Lounge Tour. Esta vez, abrieron la nueva gira ante 55.000 almas que fueron poblando las gradas desde hora temprana.
La legendaria banda local Los Tres abrió la velada pasadas las 19 hs hasta que a las 21:10, puntuales, se apagaron las luces y la pantalla hexagonal del renovado escenario comenzó a adelantar con imagenes lo que se venia. Keith Richards (72) irrumpió en escena con vincha negra y una particular campera dorada con palmeras al mejor estilo Tony Montana para disparar el  riff de "Start Me Up", dando así por iniciado el esperado banquete. Mick Jagger (72), con su característico paso de gacela, se deslizó por la pasarela central luciendo un brilloso traje plateado, negro y rojo y contagiando de inmediato a los fans.
Le siguió "It's Only Rock And Roll", verdadera declaracion de principios hecha cancion y el saludo a traves del "Hola Santiago, hola Chile...".
Ron Wood en tanto paseaba su figura adolescente de 68 años floreándose con sus habituales solos, y Charlie Watts (74) apoyaba desde el fondo con su eterna elegancia y ese golpe perfecto. Los cuatro Stones fueron acompanados por Darryl Jones al bajo y Chuck Leavell en teclados. Tres pantallas no dejan perder detalle en un diseño de escenario decorado con serpentinas multicolores y carnavalescas apropiadas para Latinoamerica.
"Let's Spend The Night Together" fue el siguiente clásico que le dio la bienvenida a los coros, esta vez integrado por Bernard Fowler y la nueva incorporacion: la morena Sasha Allen. En buen español Jagger dijo que era bueno estar de vuelta, en un estadio que había recibido tragedias (en referencia a los desaparecidos que en su momento fueron sepultados alli) y alegrias como la obtencion de la pasada Copa America.
Era tiempo de "Tumbling Dice" y junto a la genial intro, la suma de los vientos con Tim Ries y Karl Denson.  Antes del hipnótico "Out Of Control", Mick elogió la belleza de la ciudad y de sus modernos edificios "falicos". La cancion elegida por el voto de la gente fue "She's A Rainbow",  la perla retro Indiscutida de la noche que contó con el aporte de Leavell y Matt Clifford en teclados para que a su término Jagger anunciara una romántica y darle paso a la delicada melodia de"Wild Horses". Y aquí se destaca cuán importante es el aporte de la voz nasal de Keith para rematar cada fin de estribillo.
De la dulzura y la calma al nuevo torbellino provocado por "Paint It Black"' -de los más celebrados por la audiencia-, al simbolico"Honky Tonk Women". Jagger menciona que visitaron la casa de Pablo Neruda, el Cafe de las Piernas y que adoptaron cuatro perros callejeros y pregunta: ¿nos falta algo?
Es tiempo de presentaciones y el turno de las dos infaltables de Keith que llegan con "I Got The Silver", con guitarra española, y"Happy", con Ronnie en steel guitar. A su término, viene el momento blusero de la velada para una infernal version de "Midnight Rambler". La más genuina oda al blues que sólo los Stones supieron componer y que en esta oportunidad entremezclan con "You Gotta Move". Keith y Ronnie siguen demostrando que no son mejores que muchos pero que juntos son superiores a cualquiera.
Y la catarata de clásicos azota Santiago: "Miss You", "Gimme Shelter", "Jumpin' Jack Flash" no dan respiro. El cielo con la clásica polución de la ciudad se tiñe de rojo al ritmo de "SympathyFor The Devil" y recalar en el contagioso "Brown Sugar". Fin de show.
Pero la banda regresa y no precisamente sola: dos grupos integrados por una docena de coristas del Estudio Coral de Santiago le aportan la voz a la introduccion de "You Can't Always Get What You Want": otro de los momentos fuertes del show, que acto seguido conduce a Jagger, ahora con boina negra y acústica y a Keith al centro de la escena. Se apagan las luces una vez mas y se encienden luces y corazones para el ultimo tema. La despedida es con el imbatible riff de "Satisfaction" que dispara Keith desde sus cinco cuerdas para desatar la locura.
Saludan los cuatro en el centro del escenario, en una imagen que todos pretenden guardar para siempre. Son ellos. Acaban de regalar una nueva lección y eso significa que el rock and roll seguirá gozando de buena salud. De ser así, seguiremos amando el día en que nunca paren.

* Diego Perri es autor del libro 'República Stone'.

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