“La cocina es súper machista”
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Déborah de Corral
La ex “El Rayo” vuelve a la TV abierta con “Fuego”, desde el domingo por Telefe. Lo que le dejaron los ‘90, su novio en Miami, y su nuevo disco.
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1) “No estoy viviendo acá. Vengo a grabar en un par de etapas”
¿Dónde vivís?
En Miami.
¿Hace mucho?
Año y medio.
¿Por qué te fuiste?
Porque mi novio vive ahí.
¿Quién es tu novio?
No. Es muy bajo perfil. Estamos juntos hace más de seis años.
¿Es músico?
No.
¿Es productor?
No.
Es ...
Es ejecutivo. Nos conocimos trabajando. Tengo tan poco vida social que sólo conozco gente trabajando, jajjá. Pero no se habla el tema.
No sabía que no se hablaba.
Ya lo sé, por eso te lo digo.
...
2) “Fuego” es el programa que estás por estrenar. Un programa de cocina. Otro. ¿Cuándo creés que van a empezar a pudrir los programas de cocina?
No sé, a mí me parece buenísimo que existan. Yo cocino de siempre, desde que viajaba y era modelo, siempre me gustó cocinar.
Programas de cocina con tipos cocinando. ¿Eso sería un triunfo del feminismo?
¡Triunfo del feminismo, nada! (ni una sonrisa). La cocina siempre fue cosa de hombres. En las cocinas industriales, profesionales, a nosotras nos tratan como el orto y nos sacan cagando. Nos quieren afuera... Así que no, no, no, la cocina es súper machista.
Interesante ...
El guisito es para la señora. Pero si es cocina pro, con el acero, con los fuegos, con el calor, yo me la banco, pero es verdad que un pibe se banca mejor que una mina diez horas de fuego. Igual, me molesta esa cosa muy de marines ...
¿La cocina es de machos?
¡Re! Es violenta la cocina. Hay mucha gastada a la mina. Feo.
¿Sos vegetariana o algo de eso?
Soy 100 % omnívora.
...
3) Cantás divinamente.
¡¡Gracias!!
Cantá más seguido.
Es muy indie lo mío. La música en español es para un mercado de México para abajo. El mercado anglo es más comercial, más reguetonero, más cachondo... Me parece que no, no me interesa meterme en la música viviendo en los Estados Unidos. Cuando salga el segundo disco te lo voy a mandar.
¿Qué es hacer música “indie”?
Lo indie tiene dos criterios: uno es indie de independiente, pero también puede aplicarse a una etiqueta. Lo que yo hago es un híbrido radiable y comercial con guiños al indie (...) Actualmente no estoy con compañía Major, estoy haciendo la mía.
¿Tuviste una Major?
Sí, estuve con Warner.
¿Qué te dijo Warner cuando le hablaste del disco nuevo?
Ahora no hablamos con Warner, jajjá. No me interesa la burocracia de las compañías.
Ya la vas a extrañar ...
Jajjá, en dos meses saco el disco y te digo. Por ahora me entusiasma esta situación entre artesanal y orgánica.
...
4) Tu regreso a la tele debería celebrarse como el de Nico Repetto.
Jajjá, ponele. ¡Saracatunga! Nah, yo no sé de eso. No me fijo en esas cosas ...
Fuiste la cara de “El Rayo”, el cambio más drástico de la cultura audiovisual en los últimos 30 años. Un programa que tuvo mucho que ver con la estética clipera y la adorada fragmentación ...
Bueno, la idea de este nuevo programa fue de Alfred Oliveri, que alguna vez fue mi productor. Todos somos ex Cuatro Cabezas (productora de El Rayo). Somos como los punks de lo que quedó de Cuatro Cabezas.
Alfred Oliveri fue como el Malcolm McLaren de la tele, ¿no?
Síííííí, le va a encantar esa comparación (con el productor de los Sex Pistols). El es el ideólogo estético de este programa y el que tuvo la loca idea de hacer una especie de Rayo gastrocéntrico. ¡Pensá que de El Rayo pasaron 20 años!
Gran efeméride. Te mantenés muy bien.
Tengo 40 años clavados. Se agradece.
¿Qué fue “El Rayo” a la distancia?
Yo tenía la inconciencia de los 19 años y la sensación de que hacíamos lo que se nos cantaba el orto. Tirábamos ideas, hacíamos mucho brainstorming, subtitulábamos las notas, era todo hecho por gente súper excitada. En la segunda temporada, en el 13, todo se puso más estructurado, más guionado y yo, de rebeldonga que era a los 20, me empecé a hinchar las pelotas con eso de hacerle-la-nota-al-pibe-del-canal. Me harté de lo institucional y chau. Yo tenía una idea romántica y un poco punk. Había mucho de improvisación. De guerrilla. Si no teníamos piso, salíamos a grabar a la calle. ¡A Darín lo sentamos en una plaza! Después empezamos a perseguir esa informalidad. Estuvo bueno.
“El Rayo” nos volvió un poco más ansiosos a todos.
Sí, pero después vino toda la generación del rivotril, una época pastillera en la que yo no me prendí ... ¿Esto va para la nota?
...
5) Ser modelo es ser referente, prototipo, matriz, canon... Contame el interés de sentirse así.
No estoy de acuerdo. Ser modelo es ser un lienzo en blanco y que te fotografíen y te vistan como se les cante el orto a los demás. Ser modelo, el trabajo, es lo diametralmente opuesto a ser un modelo de vida o de algo. Pero estoy agradecida. Si yo no hubiera dejado el colegio para empezar a trabajar de modelo a los 16 años, hoy sería una persona distinta. Y yo agradezco todo lo que me pasó porque me gusta ser quien soy. Fue una época muy genial para ser modelo los años ‘90.
¿Por qué?
Fue algo mundial. En los ‘90 hubo un boom que fueron los Super Models. Y acá yo era una de esas super models, aunque de cabotaje. El tipo físico de la modelo era más amazónico, más guau. Ahora veo a las chicas y me dan ganas de tirarles un sánguche de milanesa. Esa languidez me aburre, me aburre muchísimo. Nosotras éramos chicas sanísimas que estábamos más fuertes que un búfalo. Teníamos culos, tetas, todo.
¿Hablan de eso cuando se encuentran con Dolores Barreiro o la Peleritti?
Por suerte hablamos de otras cosas. Con la Negra (Carolina Peleritti) hace tiempo que no nos vemos pero tenemos re buena onda. Sé que está cantando cosas de la tierra y me alegra porque ella es eso, es muy tierra. Me veo con Inés Rivero (otra modelo de esa época). Somos vecinas en Miami, éramos muy amigas de chiquitas y ahora estamos hermanadas.
Conversaciones entre hornallas
Desde el domingo 7, al término de Susana Giménez, Telefe presentará Fuego, un magazine cuyo tema central será la gastronomía y marcará el regreso a la televisión de Deborah de Corral (lo último fue Algo de mí, en 2013, por Elgourmet). Una vez por semana Deborah tomará la sarten por el mango para desplegar su humor y espontaneidad al servicio de entrevistas a chefs y celebridades (más recetas y anécdotas).
“Serán 30 minutos por programa. Yo cocino y entrevisto todo el tiempo. La intención es conversar, y tengo que buscar la dinámica sin apelar a la fragmentacion”, cuenta como despegándose de las maneras características de El Rayo, su programa emblema: “Habrá guiños al pasado, ojo, pero el eje siempre será la comida”.
Aclara que ya se grabaron programas con Esteban Lamothe y Leonardo Sbaraglia, entre otros. Que habrá chefs y que cuando estén, ella será una suerte de partenaire. “Hay gente muy grosa que, hablando de cocina, a mí me pone en un segundo lugar”, advierte.
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