Pepe Soriano-Carola Reyna: Lazos de sangre, amor y enfermedad
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En “El padre”, componen a un papá viejo y enfermo y a su hija. Hablan de cómo trabajaron esa relación.
Con El Padre, obra del francés Florian Zeller, autor que ronda los treinta años, coinciden por primera vez en un escenario Carola Reyna y Pepe Soriano. De la baraja de anécdotas, Soriano elige esta: “Estoy ligado a Carola por su madre y su padre. Cuando fui jurado del festival de cine de Biarritz su padre se enteró que yo cumplía años y mandó a destapar champán para todos”. Reyna completa el cuento: “Mi papá era productor y yo había ido a ese festival con El color escondido, una película de Raúl de la Torre en la que me paseaba todo el tiempo en bolas. Papá abrió champán pero nunca se bancó ver la película.”
En estos días Soriano y Reyna componen en escena un vínculo padre e hija deteriorado por el avance de una enfermedad que, sin explicitarse, es lo más cercano a las coordenadas del Alzheimer. ¨Cuando me llamaron para esta obra estaba haciendo Esperanza mía –dice Reyna-- Me hablaron sobre la posibilidad de hacer un espectáculo sobre este tema, en el verano, y lo pensé muchísimo porque no quería quedarme sin vacaciones ni trabajar sobre algo tan denso. La leí y me quedé atrapada".
La obra, además, la dirige Daniel Veronese quien contará, también por primera vez, con Pepe Soriano en un elenco. Detrás hubo un arreglo -casi- gótico. ”Con Daniel tenemos un pacto desde el cementerio de Chacarita. Durante el entierro de un compañero, nos dijimos ´tenemos que trabajar juntos´ y acá estamos”, recuerda el actor.
La obra tiene el contorno del Alzheimer y las escenas, de algún modo, reflejan lo que acontece en la cabeza del protagonista. ¿Cómo se actúan esos planos?
Soriano: Fue muy difícil, por momentos pensé que el personaje me manejaba a mí, hasta que pude tomar distancia. Toda enfermedad mental distorsiona la realidad, el caso que conozco muy bien es la vida de Jacobo Fijman (poeta), un caso increíble. Fue un tipo salía del hospicio los sábados y Vicente Zito Lima lo llevaba a dar conferencias, luego pedía volver al encierro y a la locura. Fijman tenía un mundo en el que podía entrar y salir.
Reyna: Como su “hija”, lo veo actuar desde la ausencia, por momentos busca el entender, estar completamente afuera, por momentos se pone agresivo o socarrón, infantil.
Soriano: Tuve una experiencia, en el ‘77, cuando me internaron. Los médicos me dijeron: “Estado confusional”, algo muy abarcativo, que comprende también al Alzheimer.
¿Qué detonó eso?
Soriano: Una mezcla de cosas ... Estábamos en la dictadura y sumale algunos problemas personales. Andaba por el Chaco y me trajo mi representante a Buenos Aires. Me internaron inmediatamente. Yo estaba haciendo análisis. Espero que ahora mi analista venga a verme.
Carola, ¿vos tuviste una experiencia de ese tipo?
Reyna: No así. Pero me conecta, sí, con la vejez, con mi edad; con mis amigos y sus padres. La obra trasciende el Alzheimer, y te plantea qué hacemos con la vejez, qué pasa cuando tu padre no tiene más el rol de padre. En un momento, le canto una canción de cuna. Tengo una madre con imposibilidades físicas y la saco a pasear en silla de ruedas. Me conecté bastante con eso.
Terminaste “Esperanza mía” y enseguida, sin cortar, empezaste a ensayar. ¿Cómo fue el cambio?
Reyna: Casi no lo procesé. Agarré todo mi camarín y me vine a ensayar. Fue un año intenso. Esperanza ... unificó mucho al público, lo veían las abuelas con sus nietos, y en la calle eso se sentía.
Pepe, tu hija, Victoria, participa de la producción de la obra. ¿Cómo fue tu vínculo con ella durante estos ensayos?
Soriano: Hablamos del trabajo, de cosas que no ve bien. Estoy esperando que venga mi mujer, que hará un juicio de lugar desde otro lugar, porque es psicoanalista
Reyna: Me conmueve ver a tu hija en bambalinas. Mi hijo también es productor y ahora está en España. Una vez grabé una película con él y salió todo bien, pero te ponés más nerviosa cuando vienen los padres, o tus hijos a verte. Te das más miedo tenerlos en la platea que saber que ve (Agustín) Alezzo o (Adrián) Suar.
Reyna: Me conmueve ver a tu hija en bambalinas. Mi hijo también es productor y ahora está en España. Una vez grabé una película con él y salió todo bien, pero te ponés más nerviosa cuando vienen los padres, o tus hijos a verte. Te das más miedo tenerlos en la platea que saber que ve (Agustín) Alezzo o (Adrián) Suar.
La versión de “El padre”, en España, la hará Héctor Alterio casi al mismo momento que vos. ¿Charlaron sobre la obra?
Soriano: Con él estoy totalmente ligado. Siempre hablamos porque tenemos una amistad desde los veinte años. Otra coincidencia que tuvimos fue el año pasado, cuando los dos hicimos, al mismo tiempo, La laguna dorada. La tarea del actor en Argentina es una tarea improbable, pero a veces coincidimos.
¿Qué opinan de la lista publicada con los nombres de actores que trabajaron para canales públicos?
Reyna: Nos puso muy triste. Está Boy Olmi, mi marido, que trabajó en una sola miniserie. En esa lista posiblemente hayan estado los mejores actores del país. También fue gracioso, porque en un momento si no estabas ahí, sonaba terrible.
Soriano: También hubo un actor argentino que habló de “listas blancas” (Luis Brandoni). Es alguien que, como yo, no tiene derecho de hablar de listas de nada, porque todos los compañeros tienen valor como pares. Son los que ejercen nuestro laburo y hay que respetarlos, así fuesen los peores fascistas del mundo. En algún lugar estamos juntos.
Reyna: En una profesión en que tener laburo por lo que hacés es casi un milagro, si te ponen una cruz por trabajar, está mal. Ahora parece que nada de lo que se produjo fue interesante, y no es así. Hubo cosas muy buenas.
Soriano: No conozco a nadie de esa lista que venga con una 4 x 4. Son laburantes. Desde Rita Cortese a Luis Machín ... ¿A qué se llama subsidio y a qué sueldo? ¿De qué estamos hablando?
LA VUELTA DE PEPE SORIANO A LA TELE
Pepe Soriano dejó de hacer televisión hace tiempo. Lisa y llanamente se “pudrió” del medio. “ Hace 16 años me fui de la tele, me hinché las pelotas. No puedo decir otra cosa, había y hay mucho olor a pescado podrido. No me representaba nada actuar en una tira y hacerlo era como si me convirtiera en un pizzero.”
Sin embargo, cambió su parecer y se sumará a La Leona. “ Martín Seefeld y Pablito Echarri, que están haciendo juntos La leona, me llamaron. La gente se pregunta cómo pueden estar juntos ellos si uno es amigo de Macri y el otro es Cristinista. Pero lo que doy fe es que son gente honesta. Yo les dije no coincidía en varias cosas ellos, pero son completamente honestos. A Pablo le dije que iba a hacer un cameo en la serie, y Seefeld, más fino con los números, me propuso un personaje y grabé tres días.”
En la historia de La Leona, Soriano serà el dueño fundador de la fábrica. “Un judío que tiene tres nietas. Estará en la tira hasta que aparezca Miguel Angel Solá, quién será el malo y cambia todo”.
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