Las novelas sobre el 11 S apuntan al público joven

LITERATURA


La novelista Wendy Mills se dio cuenta de que la mayoría de sus lectores adolescentes no tienen memoria directa de los ataques.
 
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Alexandra Alter / The New York Times
Hace cuatro años, la novelista Wendy Mills se encontraba en el aeropuerto con su familia, cuando su hijo Zack, de nueve años, hizo una pregunta simple: por qué todos los pasajeros que pasaban por seguridad tenían que quitarse los zapatos. Al final, la conversación giró en torno de los ataques del 11 de septiembre, ocurridos antes de que Zack naciera. Mills se dio cuenta de que la mayoría de sus lectores adolescentes no tienen memoria directa de los ataques. Poco después, empezó a trabajar en “All We Have Left” (Todo lo que nos queda), una novela sobre dos adolescentes que quedan atrapados en un ascensor en el World Trade Center la mañana del 11 de septiembre. “Yo quería escribir algo que hiciera que la historia que compartimos fuera accesible para ellos”, comentó Mills. “Hay una generación de jóvenes que no saben lo que fue ese día, y no van a conocer el mundo anterior al 11 de septiembre. No era un mundo perfecto, pero se sentía que más seguro”, agregó.

“All We Have Left”, publicado el mes pasado, es una de cerca de media docena de novelas para lectores jóvenes sobre el tema del 11 de septiembre que han salido este año. El conjunto de libros trata explícitamente sobre los ataques terroristas y está orientada a lectores que no tienen recuerdos de ellos.

Las historias van desde las novelas sosas para chicos de ocho a 12 años, que se centran en la tragedia, pero, en gran medida, mantienen el horror a distancia, hasta las de adultos jóvenes con claras descripciones del caos y del derramamiento de sangre que hubo cuando se incendiaban y caían las torres.

Una de esas novelas es “Towers Falling” (Torres que caen), de Jewell Parker Rhodes, que comentó: “La parte más difícil fue no ser condescendiente, no fingir que viven en un mundo inocente, porque saben más de lo que nosotros pensamos que saben”. Rhodes dijo que su editor y ella batallaron con qué tantos detalles incluir sobre los ataques. Ella pensaba que era crucial conservar algunas de las imágenes que están grabadas en la memoria colectiva, incluidas las de personas desesperadas que saltan de las torres.

Otros autores dijeron que batallaron con cómo transmitir el alcance de la tragedia de una forma que no fuera demasiado traumática. Nora Raleigh Baskin en su “Nine, Ten” (Nueve, diez) se concentró en la solidaridad y la compasión que manifestaron los estadounidenses el día de la tragedia.  

Gae Polisner batalló para encontrar una editorial para su nueva novela para adultos jóvenes, “The Memory of Things” (La memoria de las cosas). Cuando Polisner y su agente enviaron la novela a diversas editoriales hace dos años, más de 10 la rechazaron. Algunas dijeron que el tema se sentía demasiado crudo y doloroso, y que no podían ver un mercado para él. Finalmente logró que la publicaran y la semana pasada salió a la venta. Justin Gensch, de 14 años, de la secundaria David Brearley de Kenilworth, Nueva Jersey, reveló que leer “The Memory of Things” le dio un sentido de lo que fue la mañana en la que cayeron las torres. “Aun si ves videos y escuchás lo que pasó en la clase de historia, yo sentía que nunca había entendido lo que sintió la gente”, dijo. “Me ayudó a comprender lo que fue el miedo porque yo realmente nunca lo sentí, pero ahora sí”, agregó. Mills, en tanto, contó que su hijo Zack, ahora con casi ya 13 años, leyó su novela este año, y cuando la terminó, le preguntó: “¿Realmente pasaron todas esas cosas?”.

Con todo, todavía no se sabe con certeza si hay mucha demanda de estos libros entre los jóvenes lectores, y muchas editoriales siguen siendo cautelosas. 

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