Macbeth llega al Colón: La vigencia del mejor Verdi
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Música. Entrevista a Marcelo Lombardero y Stefano Ranzani
El regisseur Marcelo Lombardero y el director Stefano Ranzani anticipan cómo será su versión de la ópera del compositor italiano, que sube el martes en el Colón, y que prometen que dejará al público sin aliento.
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“Es muy difícil contar Macbeth hoy. No se lo puede hacer sin tener en cuenta el final de Mussolini y de Ceaucescu y su mujer. O el terrible final de Gadafi, amo de la vida y la muerte en su territorio, que terminó muerto como un animal, filmado con un teléfono y transmitido en directo al mundo. No se puede ver esta obra sin esas referencias que, además, forman parte de nuestra cultura reciente”, reflexiona Marcelo Lombardero, responsable de la puesta en escena de la ópera de Giuseppe Verdi que subirá a escena el martes en el Colón, y que promete dejar a la audiencia sin aliento.
“El público tiene que venir a ver esta obra -completa entusiasmado su director musical, Stefano Ranzani- porque creo que todos los argentinos van a identificarse con la puesta de Marcelo; la mejor que yo he visto”.
El intercambio de elogios entre ambos abunda a lo largo de la charla que transcurre en un camarín del Teatro, durante un breve descanso de los ensayos. La complicidad y el buen humor de la dupla parecen imbatibles, aún cuando el estrés y el cansancio, fruto de sus apretadas agendas, se traduce en sus caras.
“Coincidimos desde el primer instante en que empezamos a hablar de la obra. Eso pasa muy pocas veces”, se sincera Lombardero.
No parece ser el caso de ustedes, pero la figura del director musical parece haber perdido un poco de fuerza frente a los regisseurs, ¿no?
Ranzani: Absolutamente. El director musical ha quedado reducido. Muchos regisseurs no tienen idea de la obra y quieren mandar todo con nada. En Alemania te cansás de ver cosas vergonzosas. La mayoría de tus colegas, marcelo, van al primer y segundo ensayo a leer el texto porque no conocen la obra.
Entrevista al regisseur Marcelo Lombardero y al director orquestal italiano Stefano Ranzani
¿Cómo le explicarían Macbeth a alguien que no sabe nada de ópera?
Lombardero: Es difícil, pero lo más sencillo sería empezar diciendo que este es un espectáculo dramático-musical que cuenta una historia basada en una obra de William Shakespeare. Y, aunque es un estilo de espectáculo característico de la segunda mitad del siglo XIX, tiene tal vigencia que vale la pena volver a contarla.
Ranzani: En palabras de Verdi: la mejor ópera que compuso en su vida.
¿Cuándo dijo eso se refería a su primera o segunda versión?. ¿Podrían explicar las diferencias entre una y otra?
Lombardero: Esta es una obra a caballo de dos estilos de Verdi. La primera versión de Macbeth la compone para el teatro de Florencia y está relacionada con el estilo verdiano revolucionario de ese momento, que es el melodrama italiano con una fórmula, como las que hay en las series de televisión. Cuando Verdi hace una segunda versión, en 1865, para el teatro lírico de París, estaba experimentando otras cosas. Y, en ese punto, claramente aparece el mejor Verdi, en el coro Patria oppresa, del cuarto acto.
Ranzani: Es el coro más bello y más perfecto que se ha compuesto. En la segunda versión, también para satisfacer el gusto francés, Verdi sacó el aria final -muy cortita, una marcha fúnebre- cuando muere Macbeth. Es un aria que está bien para un final de acto, pero para un final de ópera no tanto. Lamentablemente Verdi la sacó y la cambió por un himno triunfal, al estilo de los compositores franceses de antes, como Meyerbeer. Pero Marcelo la reintrodujo, y la historia queda más completa dramática y musicalmente, se puede entender mejor qué pasa con Macbeth. También introducimos un coro de mujeres, que la mayoría de las veces se corta.
Verdi también escribió una música para ballet cuando reformuló la ópera ¿La dejaron?
Lombardero: No, la sacamos, porque desde el punto de vista de la dramaturgia es difícil de justificar, está en medio de una escena de apariciones y de brujas.
¿La puesta retoma algún criterio de su trabajo anterior del 2008?
Lombardero: Sí, está basada en algunas cosas del trabajo que hice en el 2008 en Francia. La puesta es muy cinematográfica y multidisciplinaria. Hay escenografía corpórea y virtual, y trabajamos con proyecciones prefilmadas y otras en vivo. La ópera estará ambientada en la segunda mitad del siglo XX, en una guerra civil, con la estética predominante delcomic negro.
¿Y cómo encajan en esa propuesta los elementos del mundo fantasmagórico tan inglés del siglo XVI de Shakespeare: las brujas, las apariciones, las profecías?
Lombardero: Para el compositor, toda esa mitología anglosajona de donde Shakespeare se nutre para esta historia, es realismo. Y así suena la música.
Ranzani: Para mí, todos esos elementos que mencionás, están en la cabeza alucinada de Macbeth.
¿Cómo se traduce eso en la escena?
Lombardero: ¡Ah! ¡Suspenso!
¿Qué mirada tienen sobre la pareja protagónica?
Lombardero: Se puede leer de muchas maneras, pero claramente el vínculo entre ellos es a través del crimen y el poder. No hay ni amor ni afecto. El deseo entre ellos está muerto. La obra es como un sube y baja entre los dos. En el comienzo, ella es la que tiene los pantalones puestos, la que tiene el poder; y él es un joven cobarde, dubitativo. El final de ella va a ser patético, y el de él, por decirlo de alguna manera, heroico.
Ranzani: Desde el punto de vista musical, también están caracterizados de esa manera. Cuando Lady Macbeth canta su cavalleta, por ejemplo, la música tiene un carácter heroico. Ese tono la acompaña a lo largo de toda la ópera. Sin embargo, al final, cuando Macbeth muere, todo se va oscureciendo cada vez más, acompañado por el tono sombrío del corno inglés, hasta que aparece un tema heroico, nunca antes asociado conMacbeth. Por eso es interesante reintroducir el aria de la muerte, de la primera versión.
¿Qué rol tiene el coro en esta ópera?
Ranzani: El coro tiene un papel importantísimo. Casi más importante que el de los solistas.
Lombardero: El coro funciona como narrador, pero dentro de la acción. Es lo que le pasa al pueblo. Esta es una ópera contada en términos corales.
Dice Lombardero
"Los teatros están en manos de gerentes"
“La tiranía de los directores de escena ya no existe más. Eso es anticuado. Lo que ocurre en la actualidad es que hay un problema general en los teatros: están en manos de gerentes y los artistas tenemos poco para decir. No tenemos cabida en las decisiones de las programaciones. Es una situación global y quedan muy pocos teatros en el mundo en los que se respete la calidad y el trabajo profundo. La ópera moderna es hija de un director musical y de un director escénico, y ambos tienen que estar al servicio de una sola cosa: la música. El problema es que son pocos los que entienden este lenguaje.”
El lugar de "Macbeth" en el mundo de la ópera
Un gesto revolucionario en pleno Siglo XIX
La ópera Macbeth, compuesta por Giuseppe Verdi en 1847, con libreto de Franceso Maria Piave, y escrito en colaboración de Andrea Maffei, está basada en la tragedia homónima de William Shakespeare.
La obra describe en cuatro actos el avance irreversible de la ambición y la locura. “Hay dos momentos muy importantes en la ópera -escribió Verdi a Salvatore Cammarano-, el dúo entre Lady Macbeth y su marido y la escena del sonambulismo. Si fallan, toda la ópera se viene abajo. Estas dos piezas no deben ser cantadas bajo ningún concepto. Deben ser interpretadas y declamadas en un tono muy velado y sombrío. Si esto no se logra, todo el efecto se perderá”.
Con Macbeth, el gran compositor italiano inició un giro dramático en su proceso creativo, y quedó documentado en una carta que le escribió al crítico Ferruccio Bonavia: “Es la primera ópera italiana del siglo XIX que admite la necesidad de restringir el lirismo y de hacer un uso más amplio de un estilo esencialmente dramático”.
En ese sentido, definitivamente, Macbeth es la primera ópera donde el conflicto amoroso está completamente ausente, todo un gesto revolucionario en pleno siglo XIX.
Seis funciones en el Colón
Macbeth va el 27 de septiembre y 1, 4, 5 y 7 de octubre, a las 20; y el domingo 2 de octubre a las 17. Dirección: Stefano Ranzani. Puesta: Marcelo Lombardero. Escenografía y proyecciones: Diego Siliano. Vestuario: Luciana Gutman. Iluminación: Horacio Efron. Con Jorge Lagunes/Fabián Veloz, Chiara Taigi/Mónica Ferracani, Alex Teliga/Homero Pérez-Miranda, Gustavo López Manzitti y elenco.
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