Babasónicos: Una búsqueda artística sin límites


Música. Adrián Dárgelos y Diego 'Panza' Castellano
El cantante y el baterista de la banda hablan de “Impuesto de fe”, el CD + DVD con que festejan sus 25 años, y de la exploración y su pelea antisistema como estímulo creativo.


“Qué me importa ser vampiro, si igual voy a enamorarme. De qué sirve ser inmortal si no se puede morir de amor”, invoca con dulce voz nasal Adrián Dárgelos, flotando entre maniquíes desnudas. Y busca su sensualidad bajo luces cruzadas y sombras danzantes: roza los cuerpos de plástico y, a unos metros, el público de pie delira a la misma altura de Babasónicos en los Quarry Estudios de México, donde grabaron en vivo su disco y especial para TV Impuesto de fe (Desde adentro). “Ya no quiero ser un anormal”, confiesa Dárgelos al culminar la canción Vampi, mientras al fondo una legión de mujeres de verdad agitan sus piernas: envueltas en sudor.
Hay pasión e ingenuidad en los coros de Vampi, el nuevo single -junto con El maestro- que la banda ícono de la experimentación en una época sin riesgos aparentes para el pop-rock local masivo, estrena en el flamante Impuesto de fe (Desde adentro), un proyecto orgánico, pero que muy lejos está de tratarse de un unplugged, que plasmaron el 4 de noviembre de 2015. Entonces, bajo las condiciones de producción de México, Babasónicos halló una estratégica forma de rediseñar y volver a vestir 14 de sus temas más potentes -más dos popurrís-, para celebrar sus 25 años de trayectoria y de búsquedas transformistas, que con el transcurrir del tiempo los expandió a toda Latinoamérica. Para seguir en camino, presentarán Impuesto de fe el 10, 11 y 12 de junio en el Teatro Ópera (Av. Corrientes 860) y luego harán una vasta gira de teatros por la Argentina y México.
¿Qué dimensiones inéditas les aportó Impuesto de fe, una obra multiplataforma (CD, DVD, vinilo, Blu-Ray, streaming audiovisual, más el programa estrenado el 20 de mayo en la cadena HBO)? “Este no el show estándar que hicimos durante 25 años. Hemos investigado de todo: con remixes, electrónica, BBS tecno, acústicos. Y en Impuesto de fe buscamos un formato nuevo para nosotros, que tuviera el valor de una performance”, revela Adrián Dárgelos. Para ello se internaron de marzo a noviembre de 2015 en un largo proceso de investigación y ensayos. “Si agarrás los discos de Babasónicos, encontrás unos 23 ó 24 temas acústicos. ¿Por qué debiera uno probar otras versiones si las originales son excelentes? A no ser que reformules el concepto de show tradicional pop-rock”.
Así lo repiensa el cantante junto a Diego “Panza” Castellano, el baterista de Babasónicos, y su amigo de la infancia en el Sur bonaerense. Sin el resto de la banda: los multiinstrumentistas Carca y Diego Rodríguez (hermano de Adrián), el guitarrista Mariano Roger, Tuta Torres en bajo y, en los teclados, Diego Tuñón. Sólo Dárgelos y Panza toman café en una mesa enorme en el séptimo piso de su compañía discográfica. Al fondo hay un equipo de DVD de última generación y un plasma que contiene la imagen en pausa del cantante:.
Ahí, la tranquilidad parece engañosa. “Este show se llama Desde adentro para ver el instante más nimio y minúsculo de la música. La parte más frágil de la interpretación. Es como tocar más allá de la intimidad“, dice Dárgelos con voz áspera; gira el plato con la taza y golpea en el borde la cucharita. ¿Qué vibraciones concibe? “La música vuela a través de nosotros y no tiene que seducir ni convencer. Sólo sucede. El público es interceptado por los instrumentos que flotan alrededor. Esa es la situación conceptual: las melodías en su fragilidad y máximo dramatismo al alcance del brazo del espectador”.
Más allá de los arreglos casi despojados, los Babasónicos no suenan desenchufados en Impuesto de fe. El tratamiento sutil de las guitarras, los pianos y la vestimenta percusiva acentúan su apuesta de pop-rock alternativo -tan romántico como épico-, incluso con leves máquinas, para hacer flotar sus melodías redondas: Putita,IrresponsablesYeguaLos calientesSin mi diablo, Su ciervo,Puesto y Rubí, entre ellas.
“Las canciones están desarmadas y vueltas a ensamblar. Durante el show, nos movemos y cambiamos instrumentos, pero tocamos lo mínimo posible, sin sobrecarga de arreglos”, concibe Panza. Y cada tema abre una puesta distinta. “El público es la topografía y el escenario mismo. Es como un coliseo humano donde podés optar por distintos frentes”, define Dárgelos. Y completa: “Por ejemplo, así como el frente de Vampison los maniquíes, en Putita pusimos unos espejos... En otros, yo miro a la batería y el bajo desde una tarima, o hay una rampa con público y más arriba mi hermano Diego toca percusión. Y el público ya no queda del otro lado, frente a un escenario convencional, sino antes: entre los instrumentos y nosotros”.
Babasónicos 2016. Una puesta diferente para canciones que ya son clásicas.
En el principio fue el concepto; la fe renovada será la exploración. “En el próximo disco de Babasónicos ya sabemos lo que sucederá. Siempre vamos rumbo a una idea y plasmamos lo que tenemos en el transcurso. Lo que nos sucedió en ese viaje, esta vez, es el disco”, recorre Dárgelos, y sus ojos buscan el control remoto con ansiedad. “Yo no me defino como músico o artista. Sí como un buscador: se trata de enfrentar la imaginación y de salir a buscar motivos que susciten ideas que no esperábamos. Por eso tratamos de usar herramientas nuevas. Eso nos abre el panorama: nunca sabemos a dónde podemos llegar con nuestro arte. No queremos límites”.
Y casi sin dar respiro, detalla la voz de Babasónicos: “Para lo que se viene prevemos una música mucho más experimental, loca, barroca, que no tenga que ver con nuestra historia de la década del 2.000 y del ‘90. Avanzamos sobre una etapa nueva. Nuestro combustible es siempre haber reaccionado a la contingencia, y a nuestros propios dolores, discutiendo con esa realidad. Babasónicos está vigente porque se pelea con lo que el mundo le da como sistema. Cuando la realidad se pone más adversa, desgraciadamente nos nutre más para poder discutir. Como pasa ahora: estamos permanentemente discutiéndole a la actividad sistémica que impone el avance del mercado sobre las leyes sociales”. Y se queda pensando: “Siempre vamos a tener una actitud combativa a través del arte. Si querés creer en algo, creé en el rock, que sólo te pide eso como impuesto de fe: creer. ¿Qué otro impuesto tenés?”.
Cuándo y dónde
Tres noches en el Opera Babasónicos presenta “Impuesto de fe (Desde adentro)” los días 10, 11 y 12 de junio, a las 21 horas, en el teatro Opera, Av. Corrientes 860. Entradas a través de Ticketek, desde $360.

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