Tino busca los “Hilos de azúcar” para tejer la argentinidad
ESTRENO TEATRAL
DEBUTAN HOY
• A las 18 en el Centro Cultural Virla de la UNT (25 de Mayo 265).
Una búsqueda por el universo para reunir cosas y sensaciones y así construir el propio país es lo que se propone “Hilos de azúcar”, la obra de teatro musical que se estrenará esta tarde en el Centro Cultural Virla de la Universidad Nacional de Tucumán.
La propuesta es una coproducción de Chapeau! Escuela de Teatro Musical y la Secretaría de Extensión Universitaria de la UNT, con dirección y autoría de Romina Ponce y actuaciones de Gabriel Carreras, Francisca Kika Valero, Batiah Adler de Chazal, Leandro Ávila y Exequiel Arias. La dirección coreográfica es de María Eugenia Rufino; la preparación vocal, de Luciana Cabrera; y la producción ejecutiva, deSebastián Fernández.
“‘Hilos...’ es una obra sobre la construcción de la identidad de un niño de la luna, que no es más que la escenificación de la búsqueda de nuestra propia identidad nacional, de eso que solemos llamar la argentinidad. En el año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia, nos parecía interesante montar una obra de teatro en el género musical sobre el origen de nuestra nación, pero que esté por fuera de la literalidad y de las imágenes que todos guardamos y compartimos en la memoria, lejos de las galeras y los peinetones, pero no tanto... No hay caballos en escena, pero sí guitarras que galopan y una carreta que se transforma una y otra vez a lo largo de la propuesta”, explica la directora.
El protagonista del relato es Tino, una suerte de principito calchaquí que viaja de planeta en planeta en una misión aparentemente absurda que le es encomendada. “Él quiere cumplir con el deseo de la persona que lo crió, pero el pedido es una excusa para ayudarlo a abandonar el nido. Y los hilos de azúcar que busca son el material para su emancipación. En ese andar astral se encuentra con los elementos más sobresalientes de nuestra idiosincrasia, pero transformados en planeta: están el mate, el fútbol, las siestas, los trámites sin fin y el amor. Con todo eso regresa a su luna tucumana para fundar un nuevo mundo. Es, de alguna manera una fundación intergaláctica de nuestro país”, detalla.
Ponce puntualiza que el viaje que realiza es similar al de todo niño en plena etapa de crecimiento, con curiosidades, dudas, miedos, aprendizajes, risas, duelos y deseos entremezclados en una aventura que califica de vital. “Tino no se hubiera nunca arriesgado a los sabores y sinsabores del universo sin un objetivo muy concreto, muy necesario. Tanto que hubo que tejerle una necesidad. La obra se vincula con Tucumán a partir de sus valles y su mundo, donde la Luna es la luna tucumana. Y si bien habla de todos y todas los argentinos y argentinas, la cultura regional es mucho más pregnante”, añade.
La teatrista resalta que el teatro musical en la provincia “definitivamente está en crecimiento, y comienza a configurarse como un espacio profesional con recursos propios en el que tuvo muchísima influencia Chapeau! y sus jornadas nacionales dedicadas a este género”.
“Así es como comienza a generarse un circuito provincial de formación, de perfeccionamiento y de demanda laboral en Tucumán. A su vez, nace un público que va ajustando y educando su mirada. El espacio para desarrollarse está siempre, para todo y para todos. Nosotros copamos el espacio, encontramos lugar y nos instalamos. Muchas veces cuando se reclama que no hay lugar, lo que faltan en verdad son propuestas. Si uno genera una necesidad, comienza a generarse todo un cosmos alrededor”, concluye.
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