Un romántico que no cumple sus promesas

RECITAL | DYANGO

El cantante español se presenta esta noche en un show gratuito, en el cierre de los festejos patronales en San Isidro de Lules.

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DE REGRESO. Hace dos años, Dyango se despidió del público tucumano con “Gracias y adiós”; ahora se desdice y retorna con “Si tú me dices ven...”. rosarioplus.com

ACTÚA HOY

• A las 22 en la plaza 9 de Julio de San Isidro de Lules, con entrada libre y gratuita.

 

los actos por el santo 

habrá procesión, misa y remate de regalos

El recital que ofrecerá Dyango será el cierre de las fiestas patronales en honor a San Isidro Labrador, que se realizan en Lules. La jornada de hoy comenzará a las 16 con la tradicional procesión de feligreses; luego tendrá lugar una misa y después los tradicionales remates de regalos entre el pueblo luleño. Para el final está prevista la actuación del español sobre el escenario ubicado en la peatonal de la Iglesia.

ACTÚA HOY
• A las 22 en la plaza 9 de Julio de San Isidro de Lules, con entrada libre y gratuita. 
Los actos por el santo 
Habrá procesión, misa y remate de regalos
El recital que ofrecerá Dyango será el cierre de las fiestas patronales en honor a San Isidro Labrador, que se realizan en Lules. La jornada de hoy comenzará a las 16 con la tradicional procesión de feligreses; luego tendrá lugar una misa y después los tradicionales remates de regalos entre el pueblo luleño. Para el final está prevista la actuación del español sobre el escenario ubicado en la peatonal de la Iglesia.

Para beneplácito de sus fanáticos, Dyango no cumple sus promesas. En marzo de 2014, anunció que el show que brindó en el hotel Sheraton en el marco de su gira “Gracias y adiós” era el último que daría en Tucumán.

Su recital de esta noche, con entrada libre y gratuita en San Isidro de Lules en el marco del Bicentenario de la Declaración de la Independencia y como cierre de las fiestas patronales de San Isidro Labrador, evidencia que el amor al escenario y al contacto directo con sus fieles es más fuerte que toda palabra dicha al viento. Sabedor de que no es bueno haciendo pronósticos, el cantante español de 76 años ya no se anima a decir si esta vez la última canción que entone será la despedida o, simplemente, un hasta pronto.

El artista se presentará junto a su banda de 10 músicos, entre españoles y argentinos, y con el mismo repertorio que ofrece en su recorrido por Chile, Uruguay y nuestro país, de más de una hora de duración.

“Si tú me dices ven...” es el nombre que tiene el tour que está realizando por América Latina, y en el título sintetiza su espíritu. “Ha habido mucho público que no le pareció bien que me baje de los escenarios y me han pedido que por favor regrese a través de Internet. Y a mi manager se le ocurrió este retorno. El público es el que manda y debemos estar a su servicio”, afirma en una entrevista exclusiva con LA GACETA.

- Para su público es una buena noticia que no respete lo que anuncia...

- Bueno, no sé si es buena o mala, pero no le podido respetarlo. Esa fue la clave. A mí me viene bien y me gusta estar de nuevo en Tucumán.

- Su vínculo con la provincia es de larga data.

- He venido años y años en Tucumán, sobre todo al club Floresta. En alguna época no había mucho más para escoger. Además, tengo una profunda relación con Ramón PalitoOrtega, a quien visité incluso en su despacho cuando era gobernador y compartimos momentos inolvidables. Con Mercedes Sosa también nos conocimos, pero nunca hubo amistad.

- ¿Tiene otro amigos cantantes metidos en la política?

- No, el que más lejos llegó fue Palito. Me gustó muchísimo que uno de los nuestros haya conducido una provincia como Tucumán. También apoyé al máximo a un amigo en Cataluña, pero no se desarrolló. Y no sé si ha habido muchos más.

- ¿Cree que el artista tiene que pasar a una presencia pública en otro rol, como es la militancia política?

- Puede, no debe. Es muy distinto. Un artista tiene todo lo que el político desea: aplausos; gente que lo sigue y lo quiere; dinero si puede y a contramano, y hace cosas para la gente, que es lo que tendría que hacer y a veces no hace. El artista lo tiene todo, Palito tenía fama, dinero y todo lo que un hombre podía desear. Él se dedicó a la política para ayudar a los suyos.

- ¿El artista siempre está al servicio de la comunidad?

- Se intenta al menos, sobre todo en el tipo de canciones que yo interpreto, que son las románticas. Ayudan al corazón, al alma en los momentos difíciles que uno debe atravesar. Cuando alguien está un poco deprimido, ahí aparecemos nosotros; somos una especie de doctores del espíritu.

- ¿Nunca le tentó hacer otro género?

- No, aunque siempre me atrajo el jazz y el tango, que no dejan de ser músicas románticas.

- De hecho, usted fue bautizado José Gómez Romero, y tomó su nombre artístico del gran guitarrista de jazz belga, Django Reinhardt.

- Así fue en un principio y así ha durado en los 50 y pico de años que le tengo dedicados a la canción. Ojalá el jazz fuese una parte importante en mi repertorio, pero pasa que para tocarlo y cantarlo hay que ser muy buen músico, estar muy preparado y estar siempre encima del instrumento y de los compañeros para hacer cosas. Si no, debes conformarte con escucharlo como hago yo. Cuando lo hice, fue más o menos... Hay millones que lo interpretan mucho mejor que yo, y les dejo ese lugar.

- ¿Se anima con la zamba argentina?

- También es un género romántico, como lo demuestra la “Zamba de la esperanza”. Yo soy eso, pero no la canto porque hay mucha más gente que lo sabe hacer mejor que yo. Lo mío es otra cosa.

- La experiencia que tendrá hoy en Lules será distinta a la que tuvo hace dos años, porque pasará de un espacio íntimo a uno abierto.

- Y además con ese show nos despedíamos de mi vida como artista. Pero cuando uno hizo toda la vida lo mismo y en una profesión tan hermosa como la que tengo, es muy difícil llegar a un punto donde decir me voy y se acabó la historia.

- ¿Se extraña mucho el contacto directo con el público?

- Por supuesto, pero lo primero que se extraña es la música, el hacerla, el poder estar realizado. Y luego, lógicamente, se extraña a los fans, a los que escuchan, a los que lloran, a los que aplauden, a los que te esperan. Creo que esta es la mejor profesión que puede uno tener. Por suerte y gracias a Dios, tengo una gran popularidad en todo el mundo donde se habla castellano, pero la Argentina ha sido un punto de inflexión muy importante en mi vida. Si no tengo que ir a otro país, pues no voy y no me hago problemas, pero si no lo hago en la Argentina, duele de verdad porque he estado viniendo casi todos los años desde 1968, cuando llegué por primera vez.

- ¿Y qué va a pasar en el futuro con sus promesas?

- Ya no puedo hablarte del futuro. No puedo hablarte de si voy a volver o no, porque ya he hecho el ridículo hace dos años y no quiero hacerlo más (Ríe). Es mejor que las cosas ocurran. Y así, cuando tenga ganas, podré regresar sin que nadie me diga nada.