Pedro Almodóvar: “Los deseos te mantienen vivo"
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Entrevista exclusiva
Le contó a Clarín cuáles pudo realizar y cuáles no puede cumplir. Por qué prefiere personajes femeninos y cómo influye sentirse “viejo” en su obra. "Julieta", tras competir en Cannes, se estrena aquí el jueves.
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CANNES. Enviado especial
“Te voy a dar lo peor de mí mismo”, dice Pedro, con vos tomada, rostro cansado y rabiosa remera amarilla Pro. La entrevista, en una carpa en la playa al lado de las aguas azules del Mediterráneo, es un día después de presentar Julieta, en el Festival de Cannes. De allí su cansancio: anoche la fiesta del filme que se estrena el jueves duró hasta la madrugada, hubo comida, música en vivo con artistas transgénero, y la adrenalina por la première, la alfombra roja...
Pero siempre lo peor de Almodóvar es un piso alto. Agotado y congestionado como está, responderá todo y, también como siempre, extenso.
“Vivimos en un mundo donde el exabrupto forma parte de nuestras vidas, las redes sociales están llenas de gente que se libera e insulta, que es el equivalente a abuchear películas, algo que no me gusta, y que aquí pasa. Supongo que debe ser liberador para el que lo hace”, se queja aunque Julieta no haya sido abucheada.
Su nueva película trata sobre la relación madre e hija: ésta dejó de ver a su madre hace décadas.
Hablás mucho de tu madre en tus películas, pero ¿y tu padre?
Está presente en muchas de ellas. En otros personajes. Recuerdos que yo tengo de él, muy específicos, pero claro, el espectador no puede saberlos, tendría que develarlos yo.
Ayer citaste a Philip Roth: “La vejez no es una enfermedad, es una masacre”. ¿Qué significado tiene para vos, y cómo te diste cuenta de que te estabas volviendo… viejo? ¿Ser mayor influye en tu obra?
El paso del tiempo él lo decía en una edad, los setenta y tantos, que no es la mía todavía, pero el proceso ya ha empezado. ¿Cuándo? Yo diría hace dos o tres años. En mi caso se manifestó con un problema de ciática, y esa experiencia del dolor, muy profundo que he tenido a lo largo de los años, ese dolor y la soledad en la que he estado en estos años están presentes en Julieta. Si este mismo guión lo hubiese escrito en los ‘90, Julieta no habría estado sola. Ese dolor de que tu hija te abandona es lo peor que le puede ocurrir a una madre, pero sólo en este momento de mi vida es que la he condenado a esa soledad, pero no porque mi vida se proyecta en lo que escribo. Por eso digo que no escribo mi autobiografía, ni quiero que nadie la escriba.
¿La soledad es eso que disfrutás ahora?
Claro. Vivo bastante aislado, en mi trabajo, en el hecho de escribir, y sobre todo corregir, porque escribir es corregir mucho, es un tiempo de soledad y de falta de fluidos y etcétera (!). También he decidido que lo que más me interesa en mi vida ahora es escribir y rodar. Yo no creo que sea lo mejor. No quiero convertirme en un misántropo, entonces creo que debo acudir a mis amistades, reunirme y cenar más con ellas. Yo era un ente asocial. Y también es importante saber vivir en soledad.
Con tu compañía El deseo, ¿dirías que cumpliste todos tus deseos?
Hombre, cumplí uno muy importante que era tener el control sobre mi propia obra.
No sólo a nivel profesional, a nivel personal.
Yo creo que es imposible cumplir todos los deseos, no es una cuestión de dinero. Seguir siendo independiente, eso es un privilegio. Y a nivel personal, nuestra naturaleza es muy imperfecta y llena de contingencias, y entonces puedo desear algo que ya mi propio cuerpo no me lo permite. Pero los deseos son buenos, te mantienen vivo.
¿Cuál te queda pendiente?
Ya sería contarte demasiado…
El rojo es un color predominante en tus películas. ¿Qué es el rojo?
La película empieza con un rojo que es el color de la sangre. En la cultura española representa la intensidad. Sobre todo en el aspecto pasional, en el sexual. Y también el deseo, y es un color que a mí me gusta mucho. Es un color definitivo. Tienes que estar seguro a la hora de poner un rojo, y tienes que saber con qué lo combinas. Hace mucho tiempo que experimento con los colores, le he perdido miedo al color.
Y en este caso…
Es una especie de tela como en un teatro, que palpita. Después descubrimos que debajo hay una mujer, es el lugar del corazón, y desde aquí voy a hablar, y a este específico lugar de nuestra anatomía me dirijo.
Se dice que en los actores hay un antes y un después de Almodóvar.
Yo no creo en la mala ni en la buena suerte, pero de creer, mejor creer en la buena suerte. Reconozco que la gente que trabajó conmigo ha tenido muy buena suerte, no creo que sea yo el que se las da, he trabajado con los mejores actores españoles, y es maravilloso ver que esa gente crece, y crece hasta en Hollywood. Lo siento como si yo fuese la madre y el padre.
¿Por qué decidiste que la última pareja de Julieta sea un argentino?
¿Por qué no es español? Madrid es una ciudad cosmopolita, y si hay algo que se encuentra en Madrid son argentinos. Y muchos de ellos, escritores, psiquiatras y… profesores de interpretación. Tengo muchos amigos, y Darío Grandinetti me daba mucha seguridad, porque Lorenzo es un personaje que aparece poco, pero debía tener peso por sí mismo, y eso tenía que darlo el actor.
En Cannes. En la alfombra roja, con sus actrices Adriana Ugarte y Emma Suárez.
Sos especialista en construir personajes femeninos. Los masculinos te salen más sombríos.
Las mujeres no son como decía William Burroughs una especie distinta. Lo que ocurre es que hay muchos más guionistas varones y sigue habiendo cierto machismo y menos papeles femeninos. Sobre todo en los EE.UU., en películas de grandes presupuestos. Y a mí me parece que se pierden un gran tesoro. Pero no hace falta un conocimiento especial, hace falta tener curiosidad. Y nada más. Un padre al cual puede abandonarle un hijo, el dolor ha de ser igualmente inmenso, pero el modo de reaccionar es absolutamente distinto, es más espectacular el de la mujer. Es más dinámico y más cinematográfico. La mujer tiene menos sentido del ridículo para luchar por las cosas que quiere, no teme ponerse en evidencia. Y eso es muy rico. Yo creo que los hombres, sobre todo los latinos, hay una especie de pudor masculino que es mucho más aburrido. Si te deja tu mujer o tu novia, pues te vas con tus amigos, te emborrachas, pero la mujer sale a la calle, trata de ver con quién se va él, si puede verla y hablar con ella, mejor y si puede atacarla, mejor todavía...
En “La ley el deseo” los protagonistas son masculinos, por ejemplo.
Y es una de mis favoritas, como también Hable con ella.
Y también es más fácil esconder una historia tuya con protagonista femenina... ¿O no?
Hay veces que soy yo el que está detrás del personaje femenino… Y a veces he escrito un personaje masculino y ha terminado femenino. Hoy, hay varias historias que estoy manejando en distinto nivel. En una, los protagonistas son todos hombres y tendría el tono de austeridad deJulieta, no sé si será la próxima, lo decidiré en unos meses. Hay otras que están más avanzadas, y son lo opuesto, con muchísimo humor y muy barrocas.
¿Ah, sí? ¿Y cómo son?
Con mujeres y hombres y el resto de los seres humanos.
Los cambios, de Meryl Streep a Martin Scorsese
Meryl. "Ella estaba de acuerdo. Pero me pudo la inseguridad",
Originalmente, Julieta iba a rodarse en los Estados Unidos y en inglés. “No lo había dicho nunca. Es como decir: ‘He podido follar con...’, o ‘Yo estuve a punto…’. Pero bueno, lo había hablado con Meryl Streep. Y ella estaba de acuerdo, conocía los relatos originales, estuvimos hablando bastante. Yo soñaba trabajar con ella y éste era un vehículo muy apropiado. Habría hecho una película distinta de la que he hecho en España. Pero en el último momento... Me invadió la inseguridad.”
Diferencias con Woody Allen
Allen. Presentó fuera de competencia ""Café Society" en Cannes.
“A Cannes, a diferencia de Woody Allen, vine a competir. Me gusta, es excitante. Y, por otra parte, no sé si abordaría como él filmes siendo visitante de distintas ciudades. Necesitaría llevar un tiempo para sentirme seguro de los detalles cotidianos del país al que voy. Woody sigue siendo Woody estando donde esté, porque no le importa tanto saber cómo se toma el café en Roma. Yo sí necesitaría saber si leo el periódico ahí o no, si hablo con los camareros o no. Abierto estoy, pero no llevaría como Woody una vida itinerante. ¿La verdad? No me agradaría estar como visitante de lugares que me gustan.”
Actores y amigos: parte de la familia
Con Antonio Banderas, hace cuatro años también en Cannes, cuando compitió con "La piel que habito".
¿Qué relación te queda con los actores después de una película?
Buena, ¿eh? Hay algunos que nos seguimos viendo de inmediato, y otros con los que te distancias a lo largo de los 35 años que llevo trabajando. En general tengo buena relación, algún caso que no, pero…
¿Los llamás por teléfono, o los ves por la calle como en “Julieta” y empieza de nuevo una relación?
Les llamo en su cumpleaños, como parte de la familia y los veo en las celebraciones. Antonio (Banderas) no vive en Madrid, y nos llamamos en momentos de ‘¿cómo estás? Te estás divorciando, pues ¿cómo lo llevas?’”.
Rojo pasión
Adriana Ugarte, la Julieta joven del filme de Almodovar
Colores chillones, vivos, con el rojo predominante. En Julieta la protagonista es interpretada por Adriana Ugarte (foto) cuando es joven, y Emma Suárez, ya mayor. “Como Angela Molina y Carole Bouquet, una era la parte apasionada y la otra, la fría, en Ese oscuro objeto del deseo, pero Buñel era más arriesgado”, dice Pedro.
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