“Mujeres de tierra” evoca a las luchadoras anónimas
ESTRENO
Fernando Godoy dirige un espectáculo de danza teatro con cuatro bailarinas-actrices.
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Los cuerpos de Pamela Navarro, Noelia Padilla, Luciana Villafañe y Cecilia López rinden tributo a las anónimas protagonistas de miles de hechos trascendentes, mientras que indagan en los vejámenes, las agresiones y las traiciones que sufren. De pronto surge un texto que se le impone a la música, hasta conformar un relato que sirve para retratar lo olvidado y ocultado.
“Mujeres de tierra” es el espectáculo de danza teatro que se estrenará esta noche en La Gloriosa, como un aporte a la construcción de una memoria colectiva. El título fue elegido en referencia a la Pachamama como espacio maltratado que se ara, se penetra y se ultraja para sacar de ella los frutos, sin tener cuidado ni darle la protección que le corresponde.
“Empezamos a trabajar en marzo sobre la sensualidad desde el punto de vista del poder, no de la sexualidad. Y fuimos derivando hacia rendirle un homenaje a las mujeres luchadoras de Argentina, de América Latina y del mundo, que transcurrieron por distintas etapas de la historia y cuyos nombres individuales no quedaron en los libros”, explica Fernando Godoy.
El director conoce a las cuatro bailarinas-actrices de la carrera de Danza Contemporánea de la Facultad de Artes de la UNT donde es docente, y es su primer trabajo en esta línea estética. El abordaje artístico de la obra partió del juego del paso de ser niña a mujer; de allí a ser una luchadora, y luego el regreso a la infancia, en un ida y vuelta que sirvió para elaborar el discurso artístico. Godoy remarcó que “se experimentó con los cuerpos en el espacio para componer el relato; ellas fueron los textos”.
“A veces trasciende la identidad de alguna de las heroínas que nos inspiraron, pero casi como una curiosidad se conoce a Juana Azurduy por ejemplo. No se sabe quién fue ninguna de las otras que iba con ella”, agrega.
El silenciamiento general es relacionado por el grupo con políticas de ocultamiento de sus destinos, humillación, castigo y hasta su desaparición en tiempos democráticos. “Aunque aparezcan sus cuerpos, nunca podremos saber qué les ocurrió, por lo que siempre habrá algo escondido”, plantea Godoy.
Metáforas
López reivindicó el trabajo de la asistente de dirección, Luján Arroyo, quien ofició de puente entre los códigos artísticos de un elenco formado en la danza y un director netamente teatral, y del músico Carlos Seleme, que las acompaña en vivo.
“Esta es una de las primeras veces que trabajamos en este género que mezcla ambos. No hay un hilo conductor ni una historia definida del día a día de las mujeres anónimas que homenajeamos, sino en pantallazos y en metáforas de libre lectura para el público. El objetivo es reivindicar nuestro compromiso y compañerismo y demostrar que seguimos siendo sensibles pese a la subyugación del hombre”, puntualiza.
Así, se suceden las escenas en que ellas son amigas, hermanas, hijas, madres, cómplices, compañeras del hombre o rivales de él. “Aparecen los diferentes roles que cumple la mujer en la sociedad”, complementa López. Los textos elegidos por las artistas, y que ellas mismas dicen en escena, fueron utilizados para motivar una respuesta artística, como el “Eva”, el escrito por María Elena Walsh sobre Eva Perón, o canciones populares infantiles que construyeron un modelo femenino.
“Mujeres de tierra” es el espectáculo de danza teatro que se estrenará esta noche en La Gloriosa, como un aporte a la construcción de una memoria colectiva. El título fue elegido en referencia a la Pachamama como espacio maltratado que se ara, se penetra y se ultraja para sacar de ella los frutos, sin tener cuidado ni darle la protección que le corresponde.
“Empezamos a trabajar en marzo sobre la sensualidad desde el punto de vista del poder, no de la sexualidad. Y fuimos derivando hacia rendirle un homenaje a las mujeres luchadoras de Argentina, de América Latina y del mundo, que transcurrieron por distintas etapas de la historia y cuyos nombres individuales no quedaron en los libros”, explica Fernando Godoy.
El director conoce a las cuatro bailarinas-actrices de la carrera de Danza Contemporánea de la Facultad de Artes de la UNT donde es docente, y es su primer trabajo en esta línea estética. El abordaje artístico de la obra partió del juego del paso de ser niña a mujer; de allí a ser una luchadora, y luego el regreso a la infancia, en un ida y vuelta que sirvió para elaborar el discurso artístico. Godoy remarcó que “se experimentó con los cuerpos en el espacio para componer el relato; ellas fueron los textos”.
“A veces trasciende la identidad de alguna de las heroínas que nos inspiraron, pero casi como una curiosidad se conoce a Juana Azurduy por ejemplo. No se sabe quién fue ninguna de las otras que iba con ella”, agrega.
El silenciamiento general es relacionado por el grupo con políticas de ocultamiento de sus destinos, humillación, castigo y hasta su desaparición en tiempos democráticos. “Aunque aparezcan sus cuerpos, nunca podremos saber qué les ocurrió, por lo que siempre habrá algo escondido”, plantea Godoy.
Metáforas
López reivindicó el trabajo de la asistente de dirección, Luján Arroyo, quien ofició de puente entre los códigos artísticos de un elenco formado en la danza y un director netamente teatral, y del músico Carlos Seleme, que las acompaña en vivo.
“Esta es una de las primeras veces que trabajamos en este género que mezcla ambos. No hay un hilo conductor ni una historia definida del día a día de las mujeres anónimas que homenajeamos, sino en pantallazos y en metáforas de libre lectura para el público. El objetivo es reivindicar nuestro compromiso y compañerismo y demostrar que seguimos siendo sensibles pese a la subyugación del hombre”, puntualiza.
Así, se suceden las escenas en que ellas son amigas, hermanas, hijas, madres, cómplices, compañeras del hombre o rivales de él. “Aparecen los diferentes roles que cumple la mujer en la sociedad”, complementa López. Los textos elegidos por las artistas, y que ellas mismas dicen en escena, fueron utilizados para motivar una respuesta artística, como el “Eva”, el escrito por María Elena Walsh sobre Eva Perón, o canciones populares infantiles que construyeron un modelo femenino.
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