“Claro que Belgrano era masón, por eso no está enterrado en una iglesia”
BICENTENARIO
El gran maestre Breglia destacó que la masonería propone un plan de pacificación nacional
Compartir
Un secreto que se comparte deja de ser secreto. Y la masonería es conocida por mucha gente, por eso mismo de sociedad secreta no tiene nada. “Más bien es una sociedad discreta”, insiste el historiador Nicolás Breglia, gran maestre de la Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones, quien participó del XVI Congreso de Simbolismo de esa sociedad.
Apasionado por la historia argentina (“la verdadera”, aclara), Breglia habló con LA GACETA no sólo de la participación decisiva de la masonería en la Declaración de la Independencia, sino que también aclaró algunos puntos álgidos que caracterizan a la institución, como su relación con la Iglesia y el papa Francisco y su propuesta para el Bicentenario.
- ¿Qué alcance tuvo este congreso para la masonería?
- Una gran trascendencia porque celebramos los 200 años de la Declaración de la Independencia. Queremos testimoniar esa situación y, además, marcar cuál ha sido la presencia de la masonería en todo este proceso independentista. Porque la masonería fue, precisamente el nervio motor de todo ese desarrollo en América y aportó sus mejores hombres para luchar en contra de los privilegios enquistados y a favor de una sociedad mucho más integrada e igualitaria.
- ¿Y qué es la masonería?
- Es una escuela de conducta y conocimiento, porque les exigimos a nuestros miembros llevar una conducta ética y asumir el solemne compromiso de adquirir conocimiento hasta el fin de sus días. Por eso mismo, la masonería es producto del iluminismo y adhiere a toda esa corriente filosófica y política.
- ¿Cuál fue concretamente la participación de la masonería en la Declaración de la Independencia?
- Los que firmaron el acta independentista fueron masones. Pero, en realidad, la Declaración de la Independencia es la culminación de todo un proceso que se da como consecuencia de la lucha en la vieja Europa entre quienes pretendían democratizar la sociedad y los que querían mantener el statu quo, con una justificación divina del poder. Era una sociedad completamente discriminatoria. Y la independencia americana no es un fin en sí misma, sino que es una consecuencia de esa lucha. Una lucha ideológica que entró primero al imperio español y luego se trasladó a América.
- ¿Cuándo aparece la masonería en la Argentina?
- Su presencia en el Río de la Plata se detecta en 1795, cuando aparece la Logia Independencia. En esa logia se iniciaron Manuel Belgrano y Juan José Castelli, al igual que Juan Bautista Alberdi. De hecho, la Constitución Nacional está hecha en base a los 33 grados de la masonería.
- ¿Es decir que Belgrano era masón? Porque hay toda una corriente que lo niega...
- Claro que Belgrano era masón. La prueba está en que no se encuentra enterrado dentro de una iglesia. Estaba condenado por haber participado del movimiento emancipador y, además, por ser masón. Si uno lee el testamento de Belgrano puede advertir que pide que lo entierren con el hábito de los dominicos y en la cripta familiar, en la iglesia de los dominicos. ¿Y por qué no lo enterraron ahí? Porque fue condenado por la Iglesia.
- ¿En su estadía en Tucumán Belgrano fundó alguna logia?
- Si, fundó la logia Argentina, que después se llamó Nueva Argentina y funcionó en la casa de la familia Padilla, cerca de la plaza Independencia. Muchos masones se iniciaron en esa casa y el mismo José de San Martín participó de varias tenidas.
- La masonería se ganó la excomunión de la Iglesia. ¿Cómo está esa relación en estos momentos?
- Con el papa Francisco hubo un poco de acercamiento. El tema es que el enfrentamiento de la masonería con la Iglesia no es por el concepto religioso, porque la masonería hace su trabajo en el ámbito terrenal y temporal; en cambio la Iglesia lo hace en el ámbito espiritual trascendente. En principio, no habría colisión entre uno y otra. El problema apareció hace siglos, cuando las organizaciones religiosas bajaron al ámbito terrenal y temporal y pretendieron aplicar ideas totalitarias y dogmáticas. Pero déjeme decirle que en nuestra institución tenemos a muchos sacerdotes que son masones. Yo, personalmente, cuando fui presidente de una logia, inicié a un sacerdote.
- ¿Qué propone la masonería para el Bicentenario?
- Creemos que la sociedad argentina, desde su nacimiento, tiene una concepción histórica maniqueísta: están los buenos y también están los malos. Y ambos son irreconciliables. Lo que nosotros proponemos es buscar una idea de historia y de concepción política de unidad nacional. Proponemos que Sarmiento y Rosas se den la mano. ¿Y cómo haremos eso? Reconociendo a Rosas como el padre de la soberanía y a Sarmiento como el padre de la educación. Y pedimos que las fuerzas políticas y sociales se pongan de acuerdo. Todos tienen verdades parciales que merecen ser escuchadas.
Apasionado por la historia argentina (“la verdadera”, aclara), Breglia habló con LA GACETA no sólo de la participación decisiva de la masonería en la Declaración de la Independencia, sino que también aclaró algunos puntos álgidos que caracterizan a la institución, como su relación con la Iglesia y el papa Francisco y su propuesta para el Bicentenario.
- ¿Qué alcance tuvo este congreso para la masonería?
- Una gran trascendencia porque celebramos los 200 años de la Declaración de la Independencia. Queremos testimoniar esa situación y, además, marcar cuál ha sido la presencia de la masonería en todo este proceso independentista. Porque la masonería fue, precisamente el nervio motor de todo ese desarrollo en América y aportó sus mejores hombres para luchar en contra de los privilegios enquistados y a favor de una sociedad mucho más integrada e igualitaria.
- ¿Y qué es la masonería?
- Es una escuela de conducta y conocimiento, porque les exigimos a nuestros miembros llevar una conducta ética y asumir el solemne compromiso de adquirir conocimiento hasta el fin de sus días. Por eso mismo, la masonería es producto del iluminismo y adhiere a toda esa corriente filosófica y política.
- ¿Cuál fue concretamente la participación de la masonería en la Declaración de la Independencia?
- Los que firmaron el acta independentista fueron masones. Pero, en realidad, la Declaración de la Independencia es la culminación de todo un proceso que se da como consecuencia de la lucha en la vieja Europa entre quienes pretendían democratizar la sociedad y los que querían mantener el statu quo, con una justificación divina del poder. Era una sociedad completamente discriminatoria. Y la independencia americana no es un fin en sí misma, sino que es una consecuencia de esa lucha. Una lucha ideológica que entró primero al imperio español y luego se trasladó a América.
- ¿Cuándo aparece la masonería en la Argentina?
- Su presencia en el Río de la Plata se detecta en 1795, cuando aparece la Logia Independencia. En esa logia se iniciaron Manuel Belgrano y Juan José Castelli, al igual que Juan Bautista Alberdi. De hecho, la Constitución Nacional está hecha en base a los 33 grados de la masonería.
- ¿Es decir que Belgrano era masón? Porque hay toda una corriente que lo niega...
- Claro que Belgrano era masón. La prueba está en que no se encuentra enterrado dentro de una iglesia. Estaba condenado por haber participado del movimiento emancipador y, además, por ser masón. Si uno lee el testamento de Belgrano puede advertir que pide que lo entierren con el hábito de los dominicos y en la cripta familiar, en la iglesia de los dominicos. ¿Y por qué no lo enterraron ahí? Porque fue condenado por la Iglesia.
- ¿En su estadía en Tucumán Belgrano fundó alguna logia?
- Si, fundó la logia Argentina, que después se llamó Nueva Argentina y funcionó en la casa de la familia Padilla, cerca de la plaza Independencia. Muchos masones se iniciaron en esa casa y el mismo José de San Martín participó de varias tenidas.
- La masonería se ganó la excomunión de la Iglesia. ¿Cómo está esa relación en estos momentos?
- Con el papa Francisco hubo un poco de acercamiento. El tema es que el enfrentamiento de la masonería con la Iglesia no es por el concepto religioso, porque la masonería hace su trabajo en el ámbito terrenal y temporal; en cambio la Iglesia lo hace en el ámbito espiritual trascendente. En principio, no habría colisión entre uno y otra. El problema apareció hace siglos, cuando las organizaciones religiosas bajaron al ámbito terrenal y temporal y pretendieron aplicar ideas totalitarias y dogmáticas. Pero déjeme decirle que en nuestra institución tenemos a muchos sacerdotes que son masones. Yo, personalmente, cuando fui presidente de una logia, inicié a un sacerdote.
- ¿Qué propone la masonería para el Bicentenario?
- Creemos que la sociedad argentina, desde su nacimiento, tiene una concepción histórica maniqueísta: están los buenos y también están los malos. Y ambos son irreconciliables. Lo que nosotros proponemos es buscar una idea de historia y de concepción política de unidad nacional. Proponemos que Sarmiento y Rosas se den la mano. ¿Y cómo haremos eso? Reconociendo a Rosas como el padre de la soberanía y a Sarmiento como el padre de la educación. Y pedimos que las fuerzas políticas y sociales se pongan de acuerdo. Todos tienen verdades parciales que merecen ser escuchadas.
Comentarios
Publicar un comentario