Juan Quintero inicia otra etapa
El músico tucumano dará un recital hoy a las 22 en el Virla. Encara un giro en su carrera, abierto a nuevas experimentaciones.
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"Mi vida estaba armada de otra manera hasta ahora, pero soy de los que se dejan llevar por las situaciones. Yo nunca fui de andar planificando demasiado las cosas"."Mi vida estaba armada de otra manera hasta ahora, pero soy de los que se dejan llevar por las situaciones. Yo nunca fui de andar planificando demasiado las cosas".
Vino y ya acá, con su familia, le dieron ganas de tocar. Entonces Juan Quintero, Popi para el mundo de los sonidos en Tucumán, buscó un lugar donde poder hacerlo y encontró al Centro Cultural Virla y al marco del 18º Julio Cultural Universitario, ideal para su propuesta diferente de esta noche: será un concierto íntimo (“sólo con mi alma”, como define), que refleja de alguna forma el actual momento en su vida.
Durante años, su presencia arriba y abajo de los escenarios estuvo indisolublemente ligada a la deLuna Monti, pero ahora caminan por sendas distintas en todos los planos. Popi no abandona otros proyectos ni formaciones, como Aca Seca, el trío con el que ganó el Premio Konex hace un año como grupo de folclore, pero al mismo tiempo está abierto a lo que vendrá y no esquiva nuevas inquietudes.
“No es que esté iniciando una etapa solista, sino que esta es una actuación circunstancial y particular. Está la posibilidad de hacerlo, y de hecho estoy tocando bastante solo, porque me invitan de distintos lugares y se va dando así, pero no es una decisión la de largarme como solista”, le aclara a LA GACETA, mientras de fondo se escucha jugar aVioleta, la hija que tuvieron con Monti hace siete años.
- ¿Se cerró algo y se abrió otra cosa, aunque todavía no se sepa con claridad hacia dónde va?
- Sin dudas, todavía no sé bien para dónde voy, pero lo cierto es que ahora dispongo mis energías para otras cosas. Con Aca Seca vamos a hacer un par de giras, aunque me están agarrando ganas de probar con otros formatos, lo que implica sumar más gente. El hecho de salir a tocar solo no lo decido yo realmente, sino que se va generando.
- ¿Te desestructura mucho este momento de su vida artística y personal?
- Es cierto que mi vida estaba armada de otra manera hasta ahora, pero soy de los que se dejan llevar por las situaciones. Yo nunca fui de andar planificando demasiado las cosas. De hecho, las formaciones que tuve con Aca Seca o el dúo con Luna se fueron dando. En algún momento me planteé armar un grupo formalmente, pero eso se dio cuando en realidad ya existían, en ambos casos.
- Parece que se viene lo nuevo investigando por ahí.
- Sé, sin dudas, de que este presente va a dar lugar a cosas nuevas, aunque no sepa muy bien cuáles son. Estoy entusiasmado por investigar algunas sonoridades en las facetas del solista, que quiero explorar como una suerte de taller personal de composición y de toque de guitarra, y que lo siento como un desafío individual. Quizás todo termine en un nuevo disco con un repertorio orientado en este sentido, pero todavía es pronto para afirmarlo.
- Todo esto sin abandonar lo grupal...
- Esa es la otra parte mía, la que se vincula con la experiencia grupal y comunitaria de los últimos años. Muchas de las músicas de este tiempo fueron hechas con la participación de mucha gente; tan vez son temas no tan pautados como los que solemos presentar al público sino más abiertos, con más repeticiones y con arreglos que pueden no ser tan exactos como los que hacemos habitualmente. Se relacionan, más bien, con la gente que hay en cada momento. Esto me interesa mucho, pero todavía no sé qué forma le voy a dar: si va a madurar en un material de trabajo para los cursos, o si termina decantando en un grupo que toque esa clase de composiciones. No lo sé bien porque por ahora todo está dentro de mi cabeza. Quizás tenga más cuerpo cuando se plasme en personas concretas que comiencen a tocar.
- ¿Te sentís más relajado actualmente para entrar en este juego musical?
- Por lo menos estoy abierto a jugarlo. La situación que atravieso en mi vida genera cierta angustia, pero más bien tiene que ver con la incertidumbre propia de la hoja en blanco, que siempre es buena en algún punto; y la angustia es lo monetario, que es otro cantar porque todo replanteo en este sentido implica un riesgo económico, ya que uno vive de esto. Estoy tratando de hacer un equilibrio entre respetar los tiempos que se necesita para la maduración de una idea artística, pero con la conciencia de que no tengo mucha espalda para aguantar ni para encerarme a pensar por tres meses cómo voy a seguir en la música.
- ¿Y los afectos?
- El corazón está tironeado entre muchas ideas, porque en los procesos creativos hay cosas que se remueven también, y está bien que así sea. Son caminos emocionales y espirituales que uno recorre.
• A las 22 en el Centro Cultural Virla (25 de Mayo 265).
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