Larry Carlton: guitarrista con sello propio
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Música. Entrevista a Larry Carlton
Mr. 335, que vuelve a tocar en Buenos Aires después de 30 años, repasa su historia y habla de su estilo.
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Después de 30 años, Larry Carlton, uno los músicos convertido en una leyenda viva de la guitarra, está de regreso en la Argentina, para tocar en el Coliseo. Con más de 25 discos propios y cientos de colaboraciones, Carlton disfruta a los 68 años de una dorada madurez, que le permite ser un referente de su instrumento.
Su sobrenombre, “Mr. 335”, que alude a su guitarra Gibson predilecta, es sinónimo de buen gusto a la hora de improvisar. Sin embargo, su fiel acompañante quedó en Miami, al perderse su equipaje en su vuelo de American Airlines, y su cabeza, al aparecer en el lobby del hotel, no está enfocada en la entrevista. “My guitar?”, pregunta. Y la respuesta es que hay que seguir llamando.
Entonces sí, el hombre, que colaboró con John Lennon, Joni Mitchell, B.B. King, Michael Jackson, Quincy Jones y nuestro Charly García (en tres temas de Clics modernos), entre otros, cambia de frente. “Haber tocado con tantos buenos músicos me permitió crecer como guitarrista; jamás se me cruzó que ese tiempo dedicado a ellos fuera en contra de mi propia carrera”, afirma Carlton, que almacena cuatro Premios Grammy en sus vitrinas.
¿En ese caso, que siente que le dio haber hecho una carrera tan importante como sesionista?
Una enorme experiencia y la posibilidad de desarrollar en esas sesiones el tocar con buen gusto. Aprendí lo que es tener musicalidad. Sin duda contribuyó mucho a mi carrera. No me quitó tampoco tiempo para mi propia música, y por el contrario me formó musicalmente y me hizo aprovechar el tiempo a la hora de grabar.
¿Su relación con la guitarra Gibson 335 fue amor a primera vista?
No. Llegué a ella con el tiempo. Comencé con las Gibson jazz, las de caja, y después utilicé una Fender Telecaster, sobre todo cuando tocaba country. Luego, vino la Gibson Les Paul, para tocar rock, y por fin llegó la 335; una guitarra que siento muy versátil, que tiene ataque y que también puede ser cálida. Se adapta fácilmente a lo que busco, y con ella puedo transmitir mis emociones.
¿Recuerda alguna de las bandas que integró de un modo especial?
Definitivamente, The Crusaders. Tenía 23 años, y para mí fue una valiosísima experiencia. Era un músico blanco del sur de California en una banda de texanos afroamericanos. Aprendí muchísimo; era el comienzo de los ‘70, nacía el jazz fusión y había un ambiente muy creativo en los Estados Unidos. Improvisábamos sobre una música muy excitante. El grupo sonaba muy bien y había mucho feeling en nuestras interpretaciones. Ahí estuve cinco años. La otra banda fue Fourplay, donde estuve doce, que era la contracara de The Crusaders, ya que todo estaba muy pensado. Era una música muy arreglada; los únicos espacios de improvisación eran los solos ya pautados. Fue una gran experiencia también.
El guitarrista Larry Carlton en su visita a Buenos Aires, donde se presentara el próximo jueves 14 en el Teatro Coliseo. Fotos Alfredo Martinez
¿Vivió presiones dentro de la industria discográfica?
Sí. Tras haber trabajado en un clima de libertad en Warner y en MCA, cuando GRP compró el sello, después del primer disco comencé a sentir presiones.
¿De qué tipo?
Musicales. Querían que hiciera smooth jazz, que por esos años -los ‘90-, era un estilo que las radios adoraban y pasaban continuamente. En algún punto me sentía responsable de sus expectativas de venta; entendía la lógica de sus negocios, pero había que encontrar un equilibrio, que finalmente hallé. Y después de un par de discos me dejaron trabajar a mi manera.
Con el mismo tono pausado, Carlton cambia de tema y recuerda cuando, en abril de 1988, un adolescente le disparó al cuello, sin motivo, en la puerta de su estudio, Mr. 335, en Los Angeles. “Tras la sorpresa de despertarme en el hospital caí en la cuenta de mi situación, y de la fuerte repercusión que tenía en distintos lugares. La televisión, la radio y las revistas se hacían eco de lo que me había sucedido. Pero lo que me llenó de una energía desconocida fueron las cartas que diariamente llegaban desde los EE.UU., Japón, Europa y otros lugares, apoyándome. Pilas y pilas de cartas que llegaban primero al hospital y luego a mi casa. Fue la energía de la gente la que me permitió salir adelante”.
Mañana, Mr. 335, acompañado por los locales Colo Silva en teclados, Daniel Maza en bajo y Jota Morelli en batería, hará un repaso de su música. “Habrá temas orientados al jazz, otros, al blues, al funk y al pop y también algo de lo que hice con otros grupos”, anticipa.
Larry Carlton tocará el jueves 14 de julio a las 21, en el Coliseo, M. T. de Alvear 1155. Desde $500.
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