Las imágenes del templo de San Francisco recobran esplendor
PATRIMONIO HISTÓRICO
Concluyó la etapa de limpieza de las piezas, pero falta financiamiento para continuar con la restauración.
El proyecto general de “Revalorización del Templo y Convento de San Francisco” presenta por estas horas un logro y un desafío. Lo conseguido: finalizó la etapa de limpieza de las imágenes, fase que en sí misma es una intervención que permite un diagnóstico sobre la situación de la pieza. Lo que se necesita: financiamiento para continuar con el trabajo.
“El proyecto se organizó en etapas, de las cuales hasta el momento se han completado dos: la que va de 2009 a 2010 y la que va de 2013 a 2014. Estas comprenden obras tendientes a la conservación y la preservación tanto edilicia como artística”, explica la restauradora y escultora Beatriz Cazzaniga. Todo ello, puntualiza, ha sido encarado con fondos nacionales y con la intervención de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán; la Dirección Nacional de Arquitectura; la Comisión de Museos, de Monumentos y de Lugares Históricos; la empresa Camaro Construcciones y la comunidad franciscana.
“Todo se enmarca en el concepto de ‘Restauración Conservativa Integral’, por lo que requiere de un plan de intervención que abarca diferentes fases. Contemplan la búsqueda de documentación de diferente índole (histórica, estética, técnica y científica), estudios preventivos y acciones en las obras. Estas acciones se inician con una limpieza general, con la finalidad de conocer en profundidad el estado de conservación que presentan, o los daños o patologías que eventualmente sufran. Lo realizado hasta el momento es ese primer paso, que habilita la posibilidad de intervenir en todas las acciones que implican la restauración de las obras”, explica la especialista, acompañada por la arquitecta Josefina María Elli.
“San Francisco posee un enorme valor patrimonial y hay que continuar con el proceso. La tarea, por cierto, se ha centrado en las imágenes. También hay murales y retablos exquisitos”, precisa Cazzaniga. Y subraya que lo logrado es el resultado del trabajo en equipo: el “Equipo Resguardo de los retablos e imaginería”. Luego de la etapa de limpieza, ya concretada, siguen las de desinfección, consolidación, estucado, recuperación de faltantes y protección. Para todo ello, recalca ella, hace falta financiamiento.
Mucho queda por estudiar, sostiene Cazzaniga. Desde la humedad de los muros has el impacto de las explosiones de las bombas de estruendo durante las protestas en la plaza Independencia.
“El estudio es interdisciplinario -explica la experta-. Hicimos el diagnóstico, pero faltan análisis. Por ejemplo, de qué madera está hecha cada imagen y cuáles son los químicos y los ligantes que se emplearon, para saber cuáles son los elementos actuales más convenientes para usar. Eso será un indicativo, además, de qué especialistas deben intervenir, y cuánto tiempo se necesita”.
“El proyecto se organizó en etapas, de las cuales hasta el momento se han completado dos: la que va de 2009 a 2010 y la que va de 2013 a 2014. Estas comprenden obras tendientes a la conservación y la preservación tanto edilicia como artística”, explica la restauradora y escultora Beatriz Cazzaniga. Todo ello, puntualiza, ha sido encarado con fondos nacionales y con la intervención de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán; la Dirección Nacional de Arquitectura; la Comisión de Museos, de Monumentos y de Lugares Históricos; la empresa Camaro Construcciones y la comunidad franciscana.
“Todo se enmarca en el concepto de ‘Restauración Conservativa Integral’, por lo que requiere de un plan de intervención que abarca diferentes fases. Contemplan la búsqueda de documentación de diferente índole (histórica, estética, técnica y científica), estudios preventivos y acciones en las obras. Estas acciones se inician con una limpieza general, con la finalidad de conocer en profundidad el estado de conservación que presentan, o los daños o patologías que eventualmente sufran. Lo realizado hasta el momento es ese primer paso, que habilita la posibilidad de intervenir en todas las acciones que implican la restauración de las obras”, explica la especialista, acompañada por la arquitecta Josefina María Elli.
“San Francisco posee un enorme valor patrimonial y hay que continuar con el proceso. La tarea, por cierto, se ha centrado en las imágenes. También hay murales y retablos exquisitos”, precisa Cazzaniga. Y subraya que lo logrado es el resultado del trabajo en equipo: el “Equipo Resguardo de los retablos e imaginería”. Luego de la etapa de limpieza, ya concretada, siguen las de desinfección, consolidación, estucado, recuperación de faltantes y protección. Para todo ello, recalca ella, hace falta financiamiento.
Mucho queda por estudiar, sostiene Cazzaniga. Desde la humedad de los muros has el impacto de las explosiones de las bombas de estruendo durante las protestas en la plaza Independencia.
“El estudio es interdisciplinario -explica la experta-. Hicimos el diagnóstico, pero faltan análisis. Por ejemplo, de qué madera está hecha cada imagen y cuáles son los químicos y los ligantes que se emplearon, para saber cuáles son los elementos actuales más convenientes para usar. Eso será un indicativo, además, de qué especialistas deben intervenir, y cuánto tiempo se necesita”.
Comentarios
Publicar un comentario