Blues del fin del mundo

Bien al sur funciona como una enciclopedia melómana y detallista que narra la historia de la música negra aggiornada a nuestras costumbres. Cómo, cuándo y por qué la Argentina hizo su propio blues. 

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Por Gonzalo Bustos 

Un libro de blues hecho por gente de blues y para gente de blues. Bien al sur. Historias del blues en la Argentina, escrito por Gabriel Grätzer y Martín Sassone y editado por Gourmet Musical, cuenta la historia del blues desde sus comienzos (allá a mediados del siglo XIX, cuando los esclavos negros de Estados Unidos cantaban sobre sus vivencias cotidianas, sus angustias y sus ansias de liberación) hasta nuestros días en nuestra tierra, donde se engendró un estilo propio que se ganó el reconocimiento mundial. Es decir, el libro recorre más de cien años de una historia que comienza al norte y termina bien abajo, que en su nacimiento era contada en inglés y que ahora no solo es hablada en castellano, sino que se ha argentinizado en sus modos de ser y decir. 

Bien al sur es como la biografía de todas las biografías que dan vida al blues argentino. Una historia plagada de protagonistas, nombres que han alcanzado reconocimiento popular -desde Oscar Alemán a Pappo pasando por Claudio Gabis- y otros que han sido figuras de culto dentro del gueto. El relato no escatima en espacio para narrar cuál ha sido la relación de cada uno con el género y cómo han contribuido a su desarrollo criollo. 

• Bien al sur. Historias del blues en la Argentina. Gabriel Gratzer y Martín Sassone. Gourmet Musical

La idea original salió de Gabriel Grätzer, que es músico e investigador del blues, el género que lo llevó a tocar en más de 22 países, a ser nombrado como "Embajador Argentino del Blues en el Mundo" por la Cancillería y a escribir Blues por regiones, el primer libro sobre el tema en el continente. Era 2013 cuando convocó a Martín Sassone, periodista de policiales que de manera independiente ha recorrido el mundo (Estados Unidos, Francia y Noruega entre otras latitudes) escuchando e indagando en el blues. En principio, planeaban armar una enciclopedia lisa y llana, al estilo de Blues Who's Who de Sheldon Harris, la guía mundial del blues.Pero al sumergirse en el estudio tuvieron la necesidad de contar una historia, de ponerles ritmo a esos hechos y no simplemente de acumular nombres y fechas. 

La cantidad de fuentes -que van desde libros, entrevistas de época, reviews de antaño sobre shows y discos, más testimonios exclusivos- no solo traslucen un trabajo de investigación exhaustivo, también colaboran al engordar la sustancia del contenido de la obra. Además del relato cronológico que puntualiza el valor que cada período tuvo en el desarrollo del género en nuestro país, hay anexos en la parte final con los 50 discos fundamentales del blues local y las biografías detalladas de cada protagonista del relato. 

Ese contenido es el que recorre, mediante datos e historias, el devenir del blues en la Argentina: su aparición declarada en los años 50, cuando era asociado al jazz; su explosión -y expansión- en los 60 y 70, que se da con la llegada de los primeros discos de rock y blues británico (en la Argentina, el género nació de escuchar una versión y no su forma original estadounidense); su reformulación y su etapa de experimentación -al mejor estilo inglés- en los 80, época en que tuvo mucho de supervivencia ante el auge del rock nacional, y el boom en los 90, que devino en la salida al mundo en los 2000. En ese camino van floreciendo las semillas que fueron plantadas en los comienzos, esas que hacen que el árbol blusero argento tenga firmeza: los primeros trabajos de Manal, los discos aportados por coleccionistas, la excursión de Pappo por el Madison Square Garden tocando con B.B. King en 1993 -en lo que fue el hito más importante del blues local-, el aluvión de visitas ilustres en los primeros 90, el Blues Special Club de La Boca que rescata las jams y se convierte en el lugar que cobijó al blues argentino: el de bien al sur, que hizo propia la música del norte.